Chihuahua.-Durante la época revolucionaria, la Administración General de Confiscaciones dispuso que en la Quinta Touché se instalara un hospital de guerra destinado a los revolucionarios heridos en combate. Ahi murió Toribio Ortega Ramírez, uno de los generales de la División del Norte con mayor claridad política.
En el año de 1910, cuando Madero llamó a la revuelta, Ortega se comprometió a levantarse puntualmente el 20 de noviembre, pero siete días antes fue advertido de que gendarmes habían salido del pueblo de Coyame para aprehenderlo junto a sus principales seguidores.
Antes del amanecer del día 14 de noviembre de 1910, se apoderó del pueblo y se retiró a la sierra del Pegüis para esperar el día 20. Desde entonces, la gente de Cuchillo Parado. Ortega y los suyos se levantaron en armas cuatro días antes de que en Puebla cayera Aquiles Serdán, y Cuhillo Parado se convirtió en “la cuna de la revolución”.
De acuerdo al libro ”El verdadero Pancho Villa”, de la autoría de Angel Rivas López, Toribio Ortega, originario de Coayame, vivió en la casa contigua a la quinta Touché, en compañía de un sobrino suyo de nombre Epitacio Villanueva, también de Cuchillo Parado.
Ortega fue un gran activo del movimiento revolucionario. Tras los acontecimientos de la Decena Trágica, se incorporó a las fuerzas de Francisco Villa, siendo nombrado segundo al mando de su brigada, participando activamente en las batallas de San Andrés, Ciudad Camargo y Avilés, entre otras. Comandó la Brigada “González Ortega” de la legendaria División del Norte, con la que participó en el ataque a Chihuahua, la toma de Ciudad Juárez y las batallas de Tierra Blanca y Ojinaga.
Tras la toma de Torreón, donde participó con el grado de General Brigadier, pasó a convertirse en uno de los hombres más importantes de Villa, a quien se mantuvo leal tras la escisión revolucionaria en 1914, llevando a cabo la campaña por San Pedro de las Colonias, Saltillo, Monterrey y Zacatecas.
Fue en Zacatecas, al iniciarse precisamente la gran batalla, donde Ortega contrajo tifoidea.
Se dice que, preocupado por la salud de uno de sus más queridos generales, fue el propio Francisco Villa quien tomó la decisión de enviarlo a la ciudad de Chihuahua, en compañía de Epitacio. En la capital fue atendido primero en casa de sus sobrinos, en la calle 30 y Méndez, pero al agravar su cuadro de salud, fue trasladado a la Quinta Touché, para entonces convertida en Hospital de Sangre, utilizándose el enorme huerto anexo, como cuartel de las fuerzas revolucionarias.
De acuerdo a los datos históricos por disposición del Cuartel General se cerro el transito en las calles circunvecinas pero a pesar de los cuidados tomados y de los esfuerzos médicos por salvar la vida del aguerrido general, nada pudo hacerse.
Toribio Ortega murió en la quinta el 16 de junio del mismo año, en una habitación de la planta alta, subiendo por la escalera la última a la derecha, desde cuyas ventanas se puede observar el Parque 25 de Marzo, el cual dice la leyenda, al general le gustaba observar.
Su cadáver fue velado en la quinta, sus restos inhumados en el Panteón de la Regla, hoy parque Revolución, y reinhumados posteriormente en la capilla erijida por el General Villa para dar sepultura a sus más queridos colaboradores.