Horas en el flagelo de los
aparatos del gym, o kilómetros de caminata con el sudor empapando la frente –y
el resto de la anatomía– para lograr que el cuerpo responda como es debido. Así
no es.
Según el método antigimnasia,
basado en la teoría de la fisioterapeuta Thérèse Bertherat, el trabajo corporal
se debe realizar en profunda comunión y atenta escucha con cada parte de la
anatomía.
Son ejercicios que buscan encontrar
el movimiento desde dentro, para recordar cómo utilizar músculos que se han
dejado de ejercitar por diversos motivos, como el miedo tras una lesión, explica
Ana Piñeiro, de Antigym España.
Se trata de una pedagogía corporal
que surge como alternativa a la gimnasia tradicional; enfoca el aspecto de
conocer mejor la propia anatomía y reconciliarse con ella sin reproches; en un
método idóneo para recuperar la movilidad de los músculos, y que estos sean
libres, sin gastar más energía de la necesaria
La antigimnasia no se
suscribe a edad o a género determinado, quienes la practican argumentan que la
musculatura funciona igual en todos; las limitaciones son particulares de cada
quien.
Una sesión de hora y media a
la semana es suficiente para que el cuerpo aprenda o recuerde el movimiento que
anatómicamente es posible, pero que está limitado por alguna razón: “Sin imitar
un modelo, y menos aún con necesidad de corregirlo; es hallar el movimiento
desde dentro sin juzgarlo, sintiéndolo”, explica Ana Piñeiro.
La creadora de este método es
la francesa Thérèse Bertherat, pionera en el desarrollo de técnicas
psico-corporales y autora de El cuerpo
tiene sus razones (1976), con un millón de ejemplares vendidos.
“Nuestro cuerpo es
inteligente, tiene una historia de la memoria. Se merece mucho más que una
domesticación forzada y la formación sistemática”, cuenta en su libro. Plantea
una visión distinta, cuestiona los prejuicios al respecto y presenta una
gimnasia que se encuentra en el polo opuesto del clásico entrenamiento
muscular.
Thérèse Berterat ha estudiado numerosas técnicas y terapias corporales como la
bioenergética, la eutonía, rolfing, gestalt, acupuntura, las teorías de la
medicina tradicional china y el psicoanálisis, desde Freud a Jung, pasando por
los trabajos de Wilhem Reich.
Los movimientos que
propone la experta son sutiles, precisos y exactos. Toma en cuenta los
pensamientos, las emociones y los sentimientos, con total respeto a la
integridad de la estructura del cuerpo y, en particular, las leyes mecánicas
que lo rigen.