La gobernadora Libia Dennise García Muñoz Ledo reconoció que no llamar “matrimonio” a la unión entre personas del mismo sexo podría significar un trato desigual hacia la comunidad LGBTIQ+, en el contexto de la discusión legislativa para reformar el Código Civil de Guanajuato.
“Ya hay resoluciones que han determinado que no se puede hacer una distinción. Hacerlo de otra manera implicaría un trato diferenciado”, advirtió la mandataria.
Ante las resistencias de los diputados de su propio partido, el PAN, enfatizó: “Aquí no hay ciudadanos de primera ni de segunda, todos deben gozar de los mismos derechos”.
Desde 2015, la Suprema Corte de Justicia de la de la Nación (SCJN) estableció jurisprudencia que considera inconstitucional prohibir el matrimonio entre personas del mismo sexo.
A la fecha, todos los estados del país, excepto Guanajuato y Guerrero, han reformado sus códigos civiles para armonizar su legislación con ese criterio. Particularmente en Guanajuato, los matrimonios igualitarios pueden realizarse por mandato judicial, pero no están plenamente reconocidos en el Código Civil estatal.
En el Congreso de Guanajuato, la reforma para reconocer el matrimonio igualitario ha enfrentado postergaciones y resistencias, principalmente del grupo parlamentario del PAN.
Actualmente, el dictamen se encuentra detenido bajo el argumento de que aún se analizan metodologías y posibles consultas, lo que ha generado críticas de activistas y colectivos por considerarlo una forma de dilación legislativa.
Aunque dijo no estar inmersa directamente en el proceso legislativo, señaló que espera que la metodología con la que se discute el dictamen “sea inclusiva” y reiteró la visión de su gobierno de garantizar la igualdad.
“Tenemos una subsecretaría que atiende a la diversidad sexual, además capacitamos permanentemente a los oficiales del Registro Civil para atender con empatía”, subrayó.