Desde cachorros torpes hasta chimpancés sonrientes, el contenido adorable de animales es un fenómeno imparable en redes sociales. Más allá del simple entretenimiento, estas imágenes provocan una conexión emocional que refuerza los vínculos digitales, según revela un estudio reciente de la Universidad de Concordia.
COMPARTIR ANIMALES TIERNOS ES COMO ‘DAR PIEDRITAS’, ASÍ COMO LOS PINGÜINOS
Los investigadores comparan este comportamiento con el de los pingüinos en la Antártida, que regalan pequeñas piedras a sus parejas como muestra de afecto y compromiso. De manera similar, enviar fotos o videos de animales graciosos a amigos y familiares en línea actúa como un gesto de cariño digital, que ayuda a mantener vivas las relaciones a pesar de la distancia.
Esto es especialmente significativo si consideramos que el 50 % de los usuarios de redes sociales a nivel global afirma que su principal motivación para estar en línea es mantenerse en contacto con sus seres queridos.
ASÍ TRANSFORMAN ESTAS IMÁGENES TUS VÍNCULOS EMOCIONALES
El estudio propone un modelo para entender cómo evoluciona este tipo de contenido desde su creación hasta su viralización:
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Indexicalización: Es cuando alguien captura una imagen o video de un animal y le añade un significado emocional mediante un texto o hashtag (por ejemplo, “#MiMejorAmigo”).
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Re-indexicalización: Ocurre al compartir el contenido, generando un “encuentro tecno-afectivo” que permite a quienes lo reciben agregarle nuevas capas de significado afectivo dentro del grupo.
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Descontextualización: Finalmente, el contenido se transforma en algo universal —como un meme— y se adapta para conectar con una audiencia mucho más amplia.
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ANIMALES, MEMES Y RELACIONES HUMANAS
Los expertos concluyen que los animales de compañía no solo actúan como “lubricantes sociales” en la vida real, sino que también cumplen esta función en el espacio digital. Su presencia en redes facilita la interacción y refuerza la intimidad en los grupos donde se comparte el contenido.
Aunque el estudio se centra en imágenes de animales adorables, sus autores sostienen que este patrón probablemente también se aplique a otras formas de contenido emocionalmente cargado, como fotos de comida o videos de niños graciosos.
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Es decir; compartir contenido tierno no es trivial. Es un lenguaje emocional que, en tiempos digitales, ayuda a cuidar y fortalecer nuestras relaciones más valiosas. N
Puedes consultar todos los detalles: Shamayleh, G., & Arsel, Z. (2025). Digital Affective Encounters: The Relational Role of Content Circulation on Social Media. Journal of Consumer Research. https://doi.org/10.1093/jcr/ucaf023
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)