En pleno regreso de Donald Trump al poder, su administración ha reactivado una estrategia mediática agresiva: disuadir a los migrantes latinoamericanos desde los propios medios de sus países de origen. México es el epicentro de esta campaña. Con spots transmitidos en horarios estelares, partidos de futbol y plataformas como YouTube o Facebook, el gobierno estadounidense ha llevado su mensaje antiinmigrante directamente a las salas y celulares de millones de mexicanos.
Durante un partido del Club América el 19 de abril, la señal de Televisa emitió un spot en el que la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, lanza una advertencia cruda: “Si eres un criminal extranjero considerando entrar ilegalmente a los Estados Unidos, ni lo pienses”. La frase retumbó en uno de los espacios más cotizados de la televisión mexicana. El costo de ese anuncio pudo oscilar entre los 245 mil y los 2.3 millones de pesos, según tarifas oficiales. ¿Quién pagó? El gobierno de Estados Unidos.
Un mensaje disfrazado de seguridad nacional
La campaña, parte del programa Stronger Borders, Stronger America, contempla un presupuesto total de hasta 200 millones de dólares. Fue adjudicada a dos compañías con vínculos republicanos —Safe America Media y People Who Think— bajo un esquema de contratación restringida por “urgencia inusual y apremiante”. La declaración de emergencia en la frontera sur, firmada por Trump el 20 de enero de 2025, justificó la acción.
Más allá del discurso de seguridad nacional, la iniciativa ha sido denunciada por especialistas como una operación de propaganda política que promueve estereotipos, atenta contra los derechos humanos e infringe regulaciones mexicanas sobre contenidos extranjeros. Y lo más grave: se ejecuta en silencio, sin transparencia sobre los pagos a medios mexicanos ni sanciones por parte de las autoridades.
El muro también se construye con publicidad
La campaña no se limita a la televisión. En la Biblioteca de Anuncios de Facebook se registraron decenas de publicaciones pagadas por la Embajada de Estados Unidos y sus consulados en México, con frases como “Es hora de regresar a casa” o “La única certeza es la captura y la expulsión”, acompañadas de imágenes de migrantes detenidos o cercas con púas.
Además, la página “Migración USA Oficial” gastó más de 26 mil pesos en mensajes similares entre febrero y abril. En YouTube, el DHS ha invertido más de medio millón de dólares en promover estos anuncios, aunque hasta ahora solo se han pautado para público estadounidense.
Violaciones legales y silencio institucional
La respuesta en México ha sido tímida. Aunque la presidenta Claudia Sheinbaum envió una iniciativa para impedir este tipo de contenidos en medios nacionales, la regulación sigue siendo frágil. La ley prohíbe expresamente propaganda ideológica o política extranjera, salvo por fines turísticos o culturales. Sin embargo, canales como Televisa, Sony o AXN han emitido los spots sin consecuencias visibles.
Para expertos consultados por Animal Político, el problema no es solo legal, sino ético. “Las televisoras tienen el derecho de rechazar mensajes que atenten contra principios fundamentales”, advierten, y lamentan la falta de reacción de los organismos reguladores.
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Hasta ahora, Televisa no ha emitido postura alguna sobre los señalamientos. Mientras tanto, los mensajes siguen circulando, normalizando una narrativa criminalizante sobre los migrantes y empujando la frontera aún más allá del Río Bravo: directo al corazón de las audiencias mexicanas. N
Con información de Animal Político.