Un pay de pera con almendras, cocinado hace 31 años, fue el punto de partida para que Marisa Lazo Corvera se animara a emprender y comercializar sus sabores únicos a través de sus creaciones, que van desde pasteles, gelatinas, galletas y pays, hasta los brownies y macarrones dulces de diversos sabores.
“Siempre me ha encantado preparar galletas y pasteles y comerlos en familia o con amigos, soy muy dulcera. Eso hizo que fuera yo quien siempre llevara los postres a las reuniones. A todos les gustaban mis creaciones”, comenta Lazo Corvera en entrevista con Newsweek en Español.
“Un día una amiga me pidió un pay de pera con almendras para obsequiarlo, pero me dijo que me lo pagaría. Al principio yo quería regalárselo porque me hacía muy feliz preparar postres y obsequiarlos, mas ella insistió tanto que le puse un precio al pay. Gustó tanto que después me pidieron dos más y, así, sin planearlo, comencé mi emprendimiento: Pastelerías Marisa”, añade.
Cuando sus amigos se enteraron de que sus postres estaban a la venta, los pedidos aumentaron hasta que Marisa aceptó que el negocio había arrancado y era necesario adquirir insumos para preparar postres de manera profesional.
Primero compró una batidora, luego un horno, después un par de refrigeradores y congeladores. “En un inicio estos últimos eran usados porque no me alcanzaba para tener todo nuevo. Llegué a tener hasta tres hornos en la cocina y así pasaron cinco años de preparar pedidos en mi casa. Después de ese tiempo abrí mi primera sucursal en Guadalajara. A la hora de escoger el nombre definitivamente tenía que ser Pastelerías Marisa porque ya había clientes que identificaban así mis creaciones”, narra Lazo Corvera.
En los inicios de su emprendimiento se le presentaron diversos desafíos, uno de ellos fue dividirse entre la creación de sus postres, la atención a otras áreas de su negocio y el cuidado de sus dos pequeñas hijas. Ello la llevó a tomar la decisión de trabajar solamente por las mañanas y dedicar las tardes a sus hijas.
Aunque muchos de sus amigos y familia le dijeron que sería complicado acrecentar su negocio trabajando solamente por las mañanas, no abandonó esa dinámica y hasta el día de hoy la sigue aplicando de manera exitosa.
Marisa tampoco ha abandonado la convicción de preparar postres de manera artesanal, lo que le ha valido el éxito en cada uno de sus productos. Y aunque mucho le han aconsejado usar algún tipo de insumo industrializado, ella nunca lo ha utilizado ni piensa cambiar sus ingredientes.
EL DESAFÍO DE EMPRENDER CON SABORES Y CALIDAD
“Muchos me dicen: ‘Marisa, no hay pastelerías grandes que no usen premezclas o maquinarias para que no tengas que ser tú quien filetee las almendras o corte los frutos’. Lo entiendo, pero uno de mis grandes desafíos es crecer sin perder la calidad y la hechura artesanal de mis productos. No quiero crecer valiéndome de maquinarias o mezclas prefabricadas. Sigo demostrando que se puede cumplir con la entrega de productos hechos uno a uno, a mano y con insumos naturales”, añade.
Por ello, Marisa y su equipo, por ejemplo, pican las almendras, la naranja y la zanahoria sin recurrir nunca a saborizantes artificiales. Para ella cada una de sus creaciones es importante, y por eso sigue las recetas al pie de la letra. Cuando se decide a hacer una modificación siempre es para mejorar el producto.
Marisa ha acumulado una variedad de recetas a lo largo de su vida que la ayudaron a emprender y que hoy son parte fundamental de los sabores de sus pastelerías. “Desde siempre me ha gustado preparar postres. Cuando era niña e iba a una casa donde servían un postre que me gustaba pedía la receta, también saqué varias de algunos libros de cocina, o descubrí cómo hacerlas con tan solo probar una rebanada de pastel, y a veces modifico o agrego otros ingredientes”.
De todos sus postres, el producto que la gente convirtió en la “estrella” de su negocio son las famosas “nenas”. Según descripción de la página web de las pastelerías, son “deliciosas galletas de mantequilla elaboradas artesanalmente, rellenas de dulce de leche y espolvoreadas con azúcar”.
Los macarrones también son la delicia de los clientes; los hay en sabor a avellana, caramelo, frutos rojos, pistache, chocolate, café y red velvet. En cuanto a los pasteles, según Marisa el preferido es el de tres leches. Sin embargo, la lista de sabores es amplia: tres leches bañado con dulce de leche, de frutas, chocolate, moka, red velvet, dulce de leche, rosca de naranja, panqué de plátano y el clásico de zanahoria.
En Pastelerías Marisa las gelatinas no faltan, desde la clásica mosaico y la de cajeta hasta la delicia de yogur. Y hoy, como desde 1992, Marisa sigue manteniendo un delicioso sabor y una calidad constante.
Con 62 sucursales en Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque, Tonalá, El Salto, Tlajomulco y Ajijic, Jalisco, y en León, Guanajuato, este negocio, dice Marisa, también desea ser una inspiración para cualquier persona que piensa en emprender no solo con sabores y aromas, sino todo tipo de negocio.
“A todos aquellos que buscan construir su emprendimiento puedo decirles que se pueden desarrollar grandes proyectos sin corrupción, sin dar mordidas, sin hacer trampa y de una manera amable. Es bueno siempre tener en cuenta el liderazgo, pero aquel que no es autoritario, sino el que da apertura al trabajo en equipo”, concluye. N