José Óscar Molina, artista salvadoreño radicado en Nueva York, presentó su obra escultórica “Children of the World” en la ciudad de San Miguel de Allende, Guanajuato, en el centro de México.
El artista salió a Estados Unidos desde El Salvador hace más de 30 años, huyendo de la violencia y en busca de un nuevo camino y un mejor futuro. En sus primeros años en Norteamérica desarrolló trabajos de jardinería, no obstante, luego tomó la decisión de dedicarse a las artes por el resto de su vida.
Así, el arte se convirtió en su forma de expresión predilecta y en una manera de generar conciencia en las personas que no han vivido una migración forzada. Para fortalecer sus conocimientos, recibió formación de arquitectura, diseño de paisajes y dibujo. Asimismo, creó una firma de construcción, en colaboración con sus hermanos.
CHILDREN OF THE WORLD, EN AMÉRICA
La obra que se encuentra en San Miguel de Allende consta de cinco esculturas. Todas forman parte del gran proyecto Children of the World, en el que José Óscar Molina pretende crear 200 esculturas en distintas ciudades de América.
Hasta el momento también hay diez esculturas en Nueva York y cinco en El Salvador. Además, la tierra con la que Óscar Molina da el acabado final a las esculturas proviene de la ciudad en la que estas serán creadas.
Así, el arte muestra ser una fuerte herramienta de conciencia social, un espacio libre a interpretaciones que con el vigoroso mensaje de su creación pone a quienes aprecian la obra a pensar en la difícil situación de los migrantes que cruzan América con la esperanza de encontrar un mejor futuro en Estados Unidos. N