El Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (SAPAL), en Guanajuato, es uno de los organismos operadores de agua públicos mejor calificados a nivel nacional, por lo que las autoridades del Ayuntamiento de Aguascalientes han manifestado su interés por replicar algunas de sus estrategias para el suministro de agua de la capital en los próximos años. Pero, ¿cómo funciona el SAPAL?
Antes de la consolidación de este organismo, las autoridades de León habían tratado de encontrar la manera de controlar el agua que frecuentemente inundaba la zona a niveles catastróficos, sin dejar de lado el buen aprovechamiento del recurso. Por ello, se inició el desarrollo del SAPAL, en 1985.
Desde entonces, el organismo se ha ido perfeccionando, al nivel de lograr que el agua de la llave sea potable, y de abastecer de agua a comunidades, industrias y zonas agrícolas, incluso con el crecimiento acelerado de la población.
Las claves de SAPAL
A pesar de que la ciudad creció más del doble en los últimos años, con cerca de 2 millones de habitantes, León sigue extrayendo la misma cantidad de agua que hace 20 años y hoy día, la ciudadanía puede beber agua proveniente de la llave.
Para lograr esto, el SAPAL emprendió varias inversiones y acciones para la sustentabilidad del líquido, las cuales han tenido resultados:
– Actualmente, León produce más de 3 mil litros de agua por segundo y en el futuro, se espera satisfacer las necesidades hídricas del campo con ayuda del agua de reúso. Con las plantas de tratamiento, se pretende tener agua 100% potable en 48 horas.
– La ciudad mantiene los niveles de explotación del agua por debajo de las cantidades asignadas. En su única fuente de abastecimiento superficial, que es la presa El Zapatillo, se extraen 1 millón 577 mil metros cúbicos de agua, de los 124 millones 94 mil de metros cúbicos asignados; mientras que de sus 165 pozos existentes se sacan 84 millones 84 mil metros cúbicos de los 114 millones 379 mil asignados.
– Se han instalado 128 tomas de agua públicas en asentamientos irregulares, con las cuales los ciudadanos pueden abastecerse de agua con ayuda de cubetas y otros recipientes, sin hacer algún pago y sin solicitar pipas. Con esto, se logró un acceso universal al líquido.
– Se ha logrado la consolidación de 22 plantas tratadoras para todo el municipio. Tan solo en 2022, se obtuvo el tratamiento de 63.79 millones de metros cúbicos de agua, que fueron distribuidos entre los distintos sectores.
– El año pasado, el SAPAL invirtió más de 929 millones 382 mil pesos a su programa de Obra Pública, el cual contempló el mejoramiento de la calidad del agua potable, el alcantarillado, el reúso del agua, el sistema pluvial y otros proyectos adicionales.
– Con la buena administración del servicio, se estima que una familia promedio integrada por 5 personas paga una tarifa de $300 pesos al mes.
– Gracias a la implementación de tecnología, el SAPAL ha logrado atender los reportes de fugas de agua en un periodo de 4 horas, y cumplir con más reparaciones estructurales necesarias en no más de 3 días.
Lo que se mide se puede mejorar
Una característica destacada del SAPAL es su centro de Monitoreo y Vigilancia del Agua, el cual está confirmado por un software capaz de mostrar de manera específica y detallada cómo se distribuye el agua de la ciudad.
Desde la creación del centro, en 2011, el sistema ha tenido la oportunidad de abrir y cerrar válvulas, encender y apagar equipos de bombeo de manera remota y automática, así como de controlar la sectorización del municipio y la presión del agua que pasa por las tuberías, detectar de manera oportuna las fugas y el clandestinaje del líquido, y alertar sobre otras irregularidades del servicio.
Con esta información, se generan reportes de información histórica, tanto de los metros cúbicos de agua producidos, como de cualquier otra variable monitoreada por el SAPAL, como la calidad del agua, el nivel de explosividad y el gasto de emisores, entre otros.
El centro de Monitoreo y Vigilancia consta de 24 pantallas LCD LED BLU, con un costo de 2 millones 908 mil 856 pesos más IVA. Para su construcción, se destinaron 2 millones 381 mil 681 pesos.
En total, se miden 263 instalaciones, divididas en 133 pozos, 32 rebombeos, 24 tanques, 69 válvulas de presión y flujómetros, 4 puntos de monitoreo de calidad del agua y una planta de tratamiento municipal.