La activista Nadia Murad presentó en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, directrices sobre cómo recabar pruebas de las supervivientes y testigos de violencia sexual en conflictos de forma segura y efectiva.
Murad, que ganó el Premio Nobel de la Paz en 2018 por su trabajo para terminar con la violación como arma de guerra, fue torturada y violada cuando estuvo secuestrada por el Estado Islámico.
Las directrices tienen como objetivo reducir el riesgo de causar un daño adicional a las mujeres cuando proporcionan pruebas.
“El Código Murad establece directrices claras y prácticas para centrarse en las necesidades de las supervivientes a la hora de recoger pruebas. Y garantizar que reciben justicia y apoyo, en lugar de repercusiones. Las supervivientes se merecen al menos eso”, dijo.
El anuncio se produjo a la vez que la ONU denuncia cada vez más testimonios de violaciones y violencia sexual en Ucrania. La representante del Secretario General para la violencia sexual en conflicto pidió “investigaciones rigurosas” sobre las “crecientes acusaciones”.
VIOLENCIA SEXUAL NO ES UN EFECTO SECUNDARIO
“En tiempos como estos, los problemas que afectan a las mujeres y las niñas, cuestiones como la violencia sexual relacionada con los conflictos, tienden a dejarse de lado, como si fueran de alguna manera secundarios a los problemas “reales”, dijo Murad durante su discurso.
“Pero la verdad es que estos son precisamente los momentos en los que proteger, apoyar e invertir en las mujeres y las niñas deberían ser prioridades urgentes.
“Por cada revés al que se enfrentan nuestras sociedades, las mujeres y las niñas se ven obligadas a dar un paso atrás diez. Eso es particularmente cierto en tiempos de conflicto”.
La historia muestra que cada vez que estallan conflictos armados en cualquier parte del mundo, siguen la violación y la brutalidad.
“Estamos viendo esto en Ucrania mientras hablamos, con informes de violencia sexual que deberían alarmarnos a todos. La violencia sexual no es un efecto secundario del conflicto. Es una táctica de guerra tan antigua como el tiempo. Grupos como ISIS entienden el efecto desestabilizador de la violencia de género, al igual que nosotros”.
LAS ACCIONES ESPECÍFICAS DE LA GUÍA
En cuanto a las recomendaciones del informe destacó que se necesita tomar acciones específicas para reforzar la prevención estructural.
Ello mediante compromisos políticos y diplomáticos para abordar la violencia sexual en los acuerdos de alto el fuego y de paz.
El uso de indicadores de alerta temprana de la violencia sexual para informar sobre el seguimiento, el análisis de las amenazas y la respuesta temprana.
La reducción del flujo de armas pequeñas y ligeras. Una reforma del sector de la justicia y la seguridad que tenga en cuenta las cuestiones de género, incluyendo la investigación, la formación, los códigos de conducta, las políticas de tolerancia cero y el enjuiciamiento efectivo.
La amplificación de las voces de las supervivientes y las comunidades afectadas, el apoyo a los defensores de los derechos humanos de las mujeres y la protección de las víctimas y los testigos.
Murad destacó que documentar la violencia sexual es crucial para la rendición de cuentas y la prevención. Sin embargo, es una situación en la que las supervivientes normalmente “se enfrentan a la vergüenza, al estigma y a la falta de transparencia sobre cómo se utilizarán o no nuestros testimonios, o sobre los resultados probables”.
RENDICIÓN DE CUENTAS
Rendición de cuentas significa que aquellos que perpetran violencia deben enfrentarse a consecuencias por sus acciones. Pero no puede detenerse ahí, dijo la activista.
En conclusión, señaló, la rendición de cuentas puede ser un componente crucial de la prevención, pero solo si incluye una justicia significativa, los servicios y el apoyo que necesitan las sobrevivientes y el objetivo final de promover la equidad de género mundial. “Cada uno de ustedes en esta sala tiene el poder de hacer de esto una realidad, si deciden actuar”. N