DOS de los Diez Mandamientos se refieren al adulterio. Así comienza el “Informe global sobre fe, matrimonio y aventuras”, la aplicación de ligue Ashley Madison que abiertamente se declara como una plataforma para personas infieles. Su principal hallazgo fue que la mayoría de sus usuarios (66 por ciento) tienen una afiliación religiosa.
Aunque 28 por ciento de los encuestados cree que la infidelidad es “pecado”, una forma en que los miembros mitigan el sentimiento de culpa o de vergüenza es a través de la oración y en sus rezos piden que su infidelidad sea perdonada.
El segundo ruego más frecuente entre los hombres es mejorar su vida sexual marital (14 por ciento), mientras que entre las mujeres solo 8 por ciento hace esa plegaria en sus oraciones.
“Dos tercios de los miembros de Ashley Madison declaran una afiliación religiosa y solo una minoría del 17 por ciento se identifica como ateo o agnóstico”, de acuerdo con una encuesta a 3,650 usuarios sobre la religión en relación con el matrimonio y la monogamia, la infidelidad y el perdón, los sentimientos de culpa o vergüenza, así como el sexo y la exploración sexualidad.
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En México, siete de cada diez encuestados se dijeron católicos y, de esos, la mitad contestó que la religión juega un papel importante en sus vidas. La mayoría van a la iglesia de manera intermitente. Otro dato: 51 por ciento de los mexicanos dijo que habían “confesado” su infidelidad.
Cuestionados respecto a si se tendría que hacer una revisión de la doctrina religiosa, Asley Madison descubrió que sus usuarios —pese a tener experiencias extramaritales— son reacios a exigir un cambio en las enseñanzas de su religión con respecto a la infidelidad y al matrimonio.
“Las dos enseñanzas a las que invariablemente se enfrentan las personas casadas son “exclusividad sexual con su cónyuge” y “el adulterio es un pecado”. Si bien tanto las mujeres como los católicos están divididos 50:50 sobre si la religión debería permitir relaciones más abiertas, tanto los hombres (54 por ciento) como los protestantes/anglicanos (56 por ciento) defienden la monogamia en el matrimonio.
La dicotomía entre los mismos campos también se puede observar en relación con la opinión sobre el adulterio”, advierte el informe.
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Para Ashley Madison, el descubrimiento más sorprendente es que 55 por ciento de las mujeres encuestadas no cree necesario que la religión modifique su desaliento por el placer y la sexualidad femenina.
En México, la vida sexual marital registró la siguiente frecuencia: 17 por ciento de los encuestados dijo tener relaciones con su esposa o esposo un par de veces por semana; 20 por ciento, una vez por semana; 34 por ciento, un par de veces al mes, y 15 por ciento respondió que algunas veces al año.
“A pesar de ser una ofensa a dos de los Diez Mandamientos, una aventura descubierta se perdona la mayoría de las veces, lo que demuestra la maleabilidad de muchos aspectos de la religión para corresponder a la realidad de muchos matrimonios modernos”, apunta Ashley Madison. N