LAS CONSECUENCIAS económicas del tratamiento a pacientes que enfermaron de covid-19 se estiman en 56,500 millones de pesos, de acuerdo con una proyección del consultor médico Santiago Lastiri, quien calcula que al menos 54,000 pacientes tendrán que ser tratados de manera crónica, luego de haber sobrevivido a la enfermedad, tras haber sido hospitalizados.
Lastrini es presidente de la consultora GlobalMed Managed Care Consulting. En su participación en el conversatorio “Efectos del covid grave y sus repercusiones pulmonares, emocionales y económicas” explicó que para los pacientes crónicos habrá que destinar al menos 21,000 millones de pesos.
El resto corresponde a la población que se enfermó de covid sin haber ingresado en el hospital, pero que probablemente también requerirá algún tipo de servicio médico, el cual calculó en 34,800 millones de pesos, con la advertencia de que sus estimaciones son conservadoras.
“Lo que ha dicho la OCDE y algunas entidades de investigación en Europa es que lo que se ha reportado en México es solo un tercio de la realidad y, si fuera así, entonces el costo sería de más de 150,000 millones de pesos. Tres veces más”, comentó Lastiri, y refirió que ese monto equivale al 50 por ciento del gasto anual del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
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El conversatorio fue convocado por “Hospital sin infecciones”, una iniciativa que promueve la opinión de los especialistas médicos sobre la calidad en los servicios de salud en México. En esta ocasión, a la charla con Lastiri también se sumaron el neumólogo Fernando Cano Valle y el psiquiatra Aldo Suárez, con la moderación del internista hepatólogo Jorge Luis Poo.
El conversatorio se anunció como una charla multidisciplinaria para abordar los “diversos escenarios de expresión clínica del síndrome poscovid grave”, considerando que al menos 2.8 millones de personas han padecido la enfermedad, en México, con evidencia de que —semanas o meses después de haberse contagiado de SARS-CoV-2— varios de ellos experimentaron secuelas inesperadas.
En su participación, Cano Valle insistió en que hubo falta de previsión por parte de las autoridades sanitarias. “En México la letalidad fue altísima y el abandono a los médicos y al personal de primera línea fue muy lamentable y habrá que llevar a cabo actividades de sanción”, lanzó quien también es integrante de la Academia Nacional de Medicina.
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Respecto a la salud mental, se explicó que el síndrome poscovid también está vinculado a estrés, ansiedad, alteraciones del sueño y depresión. Aldo Suárez, expresidente de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, comentó que son secuelas emocionales relacionadas con los procesos inflamatorios producidos por la enfermedad y al uso de corticosteroides en el tratamiento del padecimiento.
“Hubo insomnio y ansiedad por el uso de corticosteroides. Con dosis altas, los cuatro primeros días se bajaba, pero son dosis altas que alteraban el proceso de la enfermedad. No sabemos si solo a nivel emocional con el insomnio, sino también afectando la capacidad de defensa del organismo con el uso temprano de esteroides. Estoy seguro de que eso ha tenido que ver con muchos casos que después se complicaron”, comentó Suárez. N