Como si hubiera temporada electoral y el alcalde de Mérida, Renán Barrera Concha se quisiera reelegir, la ciudad capital de Yucatán vive en la incongruencia.
Mientras en colonias populares de muchas comisarías ni siquiera las calles son asfaltadas, y en otras donde en su mayoría vive gente de clase trabajadora los hoyos son lo que salta a la vista, las obras de relumbrón en avenidas principales y zonas habitacionales bonitas, siguen consumiendo el presupuesto público municipal.
Daños a los amortiguadores, las llantas y la suspensión principalmente son el pan de todos los días para muchos automovilistas.
La mayoría tampoco sabe que el Ayuntamiento está obligado a reparar los daños que se provocan a sus vehículos por la negligencia municipal.
El otro servicio público que no se está haciendo porque el personal lo mandan a atender las obras de relumbrón, es la limpieza de maleza en banquetas públicas de muchas colonias, y basureros en que se han convertido lotes baldíos.
No todo son elecciones, también hay responsabilidad ciudadana cuando se gobierna un municipio de la importancia de Mérida.