DURANTE décadas, especialistas en neurología y científicos se han dedicado a estudiar, investigar y proponer proyectos que puedan llevar a realizar un primer trasplante de cerebro. Con ese argumento, y a partir de varios años de investigación, la casa productora mexicana independiente ANTZ Producciones lanza su ópera prima titulada Plagio. La serie, historia en la que se aborda cómo sería el primer trasplante de cerebro.
La historia gira en torno a la necesidad de Víctor Carpio, un importante neurocirujano en México, de salvar la vida de su hija, quien fue diagnosticada con esclerosis lateral amiotrófica infantil, enfermedad detectada solo en siete personas en el mundo —todas fallecidas.
La serie consta de 7 capítulos con una duración promedio de 40 minutos por episodio. Durante la historia, el Dr. Víctor Carpio lucha contra sus valores para curar la extraña enfermedad degenerativa que poco a poco le roba movilidad a su hija Carla, personaje que interpreta Abril Sanz. Su única salida es completar con éxito el primer trasplante de cerebro en la historia.
Para lograrlo, Carpio tendrá que lidiar con Sergio Munguía— interpretado por el actor Alejandro de la Rosa—, un multimillonario obsesionado con cambiar su cuerpo e interesado en la investigación del Dr. Carpio. Esto lo llevará a enfrentar las consecuencias de “jugar a ser Dios”.
Plagio. La Serie es un thriller psicológico disponible en la plataforma Amazon Prime Video. La producción es 100 por ciento mexicana y contó con recursos limitados. Tardó cuatro años en realizarse.
Para recrear esta historia y escribir el guion, la producción investigó acerca de los trasplantes de cerebro en la historia. Consultaron a neurocirujanos y especialistas para construir el quirófano que aparece en la serie.
Newsweek México charló con Fabián Corres, actor y director de Plagio —junto con José Luis Rivera—, y Mariana Chagolla, productora. Ambos hablaron de este ambicioso proyecto en tiempos donde los médicos libran una gran batalla en el mundo.
—¿Por qué hablar de un primer trasplante de cerebro?
Mariana Chagolla (MC): “Siempre quise hacer una serie de televisión y producirla, e investigando sobre temas pocos tocados llegamos al trasplante de cerebro. Uno de mis mejores amigos es neurocirujano, me dijo que hay un neurocientífico italiano que está intentando, en la actualidad, un primer trasplante de cerebro.
“El tema se ha estudiado desde 1940, primero con perros y changos. En algunos casos vivieron pocas horas y murieron, pero no ha sido posible al no encontrar cómo unir la médula espinal a todo el cuerpo. Me pareció un tema importante para hacerlo posible en la ficción”.
—¿Fue un reto para la ópera prima de ANTZ Producciones?
MC: “Fue muy importante porque hicimos mucha investigación con neurocirujanos reales. Todos los actores fueron preparados en un quirófano real, vieron cirugías reales y estuvieron pendientes de hacerlo lo más cercano a la realidad posible. Nos quisimos arriesgar con el tema. Le metimos ficción porque aquí sí logramos el trasplante”.
Fabián Corres (FC): “Conozco bien a Mariana. Cuando creó ANTZ Producciones se rodeó de gente joven y Plagio está escrita por gente joven, lo cual es fantástico. La idea es de Mariana, pero los directores son jóvenes. Este es un movimiento que está tratando de entrometerse —de alguna forma— en cómo se están produciendo las cosas hoy en México y me parece de un gran tono.
“En México todavía es muy difícil ir en contrapunto de las grandes producciones que tienen un esquema instalado desde hace 20 años para lograr tener sus realizaciones. Entonces, de ahí también parte Plagio, que cuando un director joven, un escritor joven, un actor joven, un coproductor joven, quieran instalarse y aventarse fuerte, lo intentemos a hacer juntos”.
—¿Es un thriller psicológico bien logrado?
FC: “Es un gran atine del fotógrafo, del director, del tomo actoral, en donde el público tiene que adentrarse, de eso se trata la facción. En cuanto logras adentrarte tantito, ¡pum!, estoy seguro de que la serie te jala, es un tono distinto. Creo que el thriller está bien instalado, la cuestión psicológica, la introspección de los personajes y la batalla que cada uno tiene.
“Si científicamente es vanguardista, humanamente te pone la piel chinita”.
—¿Contaron con efectos especiales?
FC: “Casi todo fue hecho manualmente. El neurocirujano estaba con nosotros en el set apoyándonos, eso nos dio una gran seguridad en los movimientos. De cada movimiento que hacíamos puedes especular, que de eso también se trata la serie, pero todo puede suceder”.
MC: “Sí, ese neurocirujano se llama Fernando Agustín, él nos ayudó en la revisión del guion. De pronto él nos decía: esto no es posible, y yo le respondía, recuerda que esto es ficción, solo dime si podría ser, y nos explicaba cómo lograrlo”.
—Fabián, ¿tu personaje parte de las nuevas paternidades que se están reconstruyendo?
—¡Sí, por supuesto! Parte de mi empeño desde hace seis años tiene que ver con esta nueva paternidad que estamos viviendo y conviviendo. Esta reacción social que podías haberla tenido o no en tu sistema social llamado familia y me voy mucho en cómo educo a mis hijos. Me hago responsable de las cosas que hago muy bien y de las cosas que hago muy mal, entonces, parte importantísima de muchos de los trabajos que estoy ejecutando tienen que ver con esta relación padre-hijo.
—¿Qué aprendizaje te llevas de Víctor Carpio?
FC: “¡Ja, ja! Qué linda pregunta, primero el lado científico, a mí me gusta mucho el estudio, pero mi reconocimiento a los médicos que con todo lo que está pasando hoy [la pandemia] es algo que yo no podría hacer.
“La pelea del discurso introspectivo del personaje tiene que ver con la ética, con esto me refiero a las dimensiones que puedes quebrantar respecto a la profesión que tienes y la moral. Creo que eso es muy atractivo en Víctor, y en los demás personajes que siguen una carrera muy similar, donde esto es un trabajo en equipo, los actores están bien entonados y cada uno tiene su propia pelea que hace atractiva la serie”.
—¿Qué representa para ustedes el equipo médico respecto a la pandemia?
MC: “A los médicos siempre los he admirado mucho. Ahora con la pandemia mucho más al ver que a la gente no le importa, no se cuida o salen. Tengo muchos amigos que atienden COVID-19 y mi admiración por ellos es doble porque no les importa arriesgar su vida por alguien que no se cuida. Entonces, hacer una serie con médicos fue rendirles un tributo.
“Los apellidos de todos los médicos son de médicos reales, amigos míos muy brillantes y especialistas todos”.
FC: “Uno de mis grandes amigos es médico, se ha enfermado ya dos veces y creo que tendremos palabras hasta que pase todo esto. Creo que podremos decir: ¡vaya guerra! Porque son ellos los que van con fusil al frente. Es difícil describir con palabras el trabajo que ellos hacen”.
Plagio. La serie confirmó a este medio que contará con una segunda temporada.