“Seguimos sin saber de ellos”… y efectivamente, no hay respuesta, no hay avances en las investigaciones y no hay compasión para agilizar la búsqueda de los hermanos López Reyna, hidrocálidos desaparecidos desde inicios de septiembre de 2019 cuando se dirigían a Encarnación de Díaz.
Los recuerdos de Gilberto y Jaime siguen latiendo en el corazón de sus familiares, amigos e hijos, mientras que ni autoridades de Jalisco ni de Aguascalientes muestran interés en esclarecer el caso que forma parte de los miles de expedientes “olvidados” que contienen los rostros de nuestros desaparecidos en el país.
Gilberto tenía 42 años de vida cuando desapareció y una familia que aún le espera, su rostro aparece cada vez menos en las redes sociales junto con su ficha de búsqueda, mismo caso de su hermano, Jaime de 44 años de edad que desapareció junto con Gilberto cuando se trasladaban a trabajar a Encarnación de Díaz, Jalisco.
Sus carpetas de investigación siguen abiertas pero sin avances, mientras que la familia de los hidrocálidos hacen un recuento diario de la desesperación que experimentan cada vez más mexicanos en el calvario de la búsqueda de un desaparecido.