Como ya es costumbre, Cuba y Brasil encabezaron la tabla con el primer y segundo lugar, respectivamente. Sin embargo, países como Colombia, México, Argentina y República Dominicana tuvieron actuaciones destacadas que permiten vislumbrar una participación latinoamericana más exitosa en los primeros juegos olímpicos que se realizarán en el sur del continente americano: Río de Janeiro 2016. Y también que los 12 atletas que a continuación enlistamos repetirán las proezas logradas en Londres.
Juan Martín del Potro.
Medalla de bronce
Tenis individual
Es pesada, y es de todo el país. Así calificó el tenista Juan Martín del Potro la presea de bronce que lució colgada al cuello a su regreso a suelo argentino, un metal que no solo colocó al país sudamericano en el medallero olímpico de Londres 2012, sino que reavivó las esperanzas del raquetista, nacido en Tandil, de meterse al selecto grupo de los mejores tenistas del mundo.
Ganar ese bronce no fue sencillo. Del Potro brindó ante el poderoso suizo Roger Federer un memorable partido por el pase a la final, y aunque la batalla sobre la cancha de Wimbledon contra el helvético duró más de cuatro horas y rompió la marca de duración en unos juegos olímpicos, el llamado Torre de Tandil cayó ante el número uno del mundo y hubo de disputar el bronce contra Novak Djokovic, a quien venció con cierta facilidad para conquistar el tercer lugar en el podio.
Del Potro confesó que, tras perder el pase a la final, estuvo cerca de cinco horas tirado en su cama “mirando el techo”, pero los ánimos de familiares y amigos le impulsaron a ganar su último partido y una medalla “que voy a mirar todos los días”.
Félix Sánchez
Medalla de oro
400 metros con vallas
Ocho años y muchas lágrimas después, Félix Superman Sánchez recuperó para la República Dominicana el máximo logro olímpico en los 400 metros con vallas: una medalla de oro. Y es que el atleta dominicano, nacido en Estados Unidos, no solo impone su máximo en la pista, sino que también ha demostrado tener mucho corazón frente a dos valores fundamentales para él: su país y su familia. Félix Sánchez pudo haber competido como estadunidense al inicio de su carrera deportiva, pero decidió portar los colores dominicanos y, con ellos, ganar campeonatos mundiales y olímpicos. Su principal motivación fue su abuela Lilian, quien lo crió como si fuera su madre. En Atenas 2004 subió a lo más alto del podio en su especialidad, pero no pudo repetir el hecho en Pekín 2008 debido a que, horas antes de su primera competencia, se enteró de la muerte de su abuela. Félix compitió entonces con lágrimas en el corazón, y quedó eliminado. La vida, sin embargo, dio a Félix otra oportunidad. Apenas cruzó la meta como ganador en Londres 2012, el dominicano cayó de rodillas y sacó de su uniforme una foto que había mantenido junto al corazón en la carrera. Era una imagen de su abuela Lilian, la que besó entre lágrimas y los aplausos del público.
Mariana Pajón Londoño
Medalla de oro
Ciclismo BMX
Aun antes de bajar de su pequeña bicicleta tras ganar su medalla de oro, Mariana Pajón Londoño ya había sido bautizada por la prensa de su país como “la novia de Colombia”. Y con razón: en Londres 2012 Mariana le dio a los colombianos su segunda medalla de oro en la historia olímpica de esa nación sudamericana, y lo hizo en un deporte que identifica a los cafetaleros en todo el mundo, el ciclismo.
Nacida en Medellín, en 1991, la medallista aurea no es ajena a los triunfos. Cansada de ganar todo en las pistas de BMX de su país, Mariana decidió expandir sus horizontes y salió a demostrar al mundo que Colombia es todo un poder sobre ruedas. Antes de llegar a los juegos londinenses, Pajón Londoño ya contaba en su haber con 14 campeonatos mundiales, dos campeonatos de Estados Unidos, y varios campeonatos latinoamericanos y panamericanos, incluyendo la medalla de oro en Guadalajara 2011. “Tengo que despertar mañana y darme cuenta de que gané”, dijo la colombiana tras su hazaña. Pero la medalla dorada ya no es un sueño, es toda una realidad.
Érick Barrondo García
Medalla de plata
Caminata 20 kilómetros
Guatemala tiene en Érick Barrondo a su héroe deportivo nacional. Este joven de 21 años, nacido en el departamento de Alta Verapaz, logró lo que nadie de su país había alcanzado antes: ganar una medalla olímpica. Con el palacio de Buckingham como fondo, Barrondo disputó paso a paso su sitio en la historia como participante en la prueba de caminata de 20 kilómetros, y al final cruzó la meta en segundo lugar, justo en medio de los competidores chinos. Érick Barrondo no es ajeno a los triunfos. Apenas el año pasado se colgó al cuello una medalla de oro panamericana en la misma prueba de 20 kilómetros, posición que le permitió soñar desde entonces en un sitio de honor en Londres. Y ese sueño se hizo realidad. Barrondo, hombre de pocas palabras, apretó el paso y con su crucifijo al cuello puso en alto la bandera de Guatemala. El Congreso de su país, por unanimidad, acordó condecorar a su atleta histórico con la Orden del Soberano Congreso en el Grado de Caballero, además de un premio en efectivo. “Si en Inglaterra hay un Sir Alex Ferguson, por qué en Guatemala no puede haber un Caballero Érick Barrondo”, dijo el diputado Haroldo Quej.
Yarisley Silva
Medalla de plata
Salto con pértiga
Yarisley Silva puso en alto, muy alto, el nombre de Cuba en Londres 2012. Esta chica, nacida en Pinar del Río, lo hizo concretamente en 4.75 metros, misma altura que logró superar en la prueba de salto de pértiga y que le otorgó una medalla de plata que sabe a oro para la isleña. Morenita, de cabello corto y una gran sonrisa, Silva saltó lo mismo que su rival estadunidense, y a la postre ganadora, Jennifer Suhr; la diferencia fue que la norteamericana lo hizo en un intento menos que la cubana. Pero la sorpresa, en realidad, fue que Yarisley desplazó al tercer lugar a la rusa Yelena Isinbayeva, a quien todos pronosticaban como ganadora de un tercer oro olímpico y quien lloró desconsolada al saberse en tercer lugar.
“La verdad es que acabo de cumplir el más lindo sueño de mi vida, que es un regalo al sacrificio, el esfuerzo, la entrega. Siempre me sentí confiada y no me puse a reparar en mis contrincantes, sino en mi técnica”, dijo a Prensa Latina la atleta cubana tras recibir su medalla plateada. Fue, como dijeran en el diario digital CubAhora, “una plata con sandunga y guapería, al más puro estilo de este archipiélago”.
Caterine Ibargüen
Medalla de plata
Atletismo, salto triple
Vallenato y un buen plato de pescado con arroz de coco. Eso es parte de lo que define a la colombiana Caterine Ibargüen, quien con un salto de 14.80 metros conquistó la medalla de plata en Londres 2012, la segunda presea olímpica en atletismo para el país cafetalero. Nacida en Apartadó, Antioquía, esa chica de amplia sonrisa ya había dado muestras de su poderío al ganar medalla de oro en la competencia que la Liga de Diamante sostuvo en Mónaco hace apenas unas semanas. Caterina planeaba participar en dos pruebas, salto largo y salto libre, pero al final su entrenador decidió que intentara únicamente en la prueba en que, a la postre, ganó una plata que sabe a oro.
Ahora, de regreso a Colombia, la deportista aboga por la apertura de más espacios atléticos en todo el territorio de su país, a fin de que más niños y niñas puedan interesarse en las diferentes disciplinas. “Si acomodan pistas y estadios para que los niños puedan practicar deporte, seguramente tendremos mayores logros que el mío (…) Hay que hacer más para forjar desde ahí nuevos talentos que nos den en el futuro medallas olímpicas”, dijo Caterina en declaraciones al diario El Espectador.
Rubén Limardo Gascón
Medalla de oro
Esgrima, espada individual
En los vagones del metro de Londres viajan cada día miles y miles de personas. Una, sin embargo, rompió lo habitual y desató un bullicio. Se trataba de Rubén Darío Limardo, ganador de la medalla de oro de esgrima en Londres 2012, quien decidió tomar el colectivo con su medalla al cuello para trasladarse del estadio a la villa olímpica apenas terminó la ceremonia de premiación. Este zurdo venezolano, quien cambió la patineta por un florete gracias a la insistencia de su madre y al apoyo de su tío (su primer entrenador), festejaba un triunfo con los pasajeros repartiendo sonrisas y autógrafos. La medalla de Limardo es la segunda de oro en 44 años de participación olímpica de Venezuela. Y qué mejor premio para un esgrimista que recibir una espada a manera de condecoración, pues el presidente Hugo Chávez le entregó una réplica de la espada de Simón Bolivar, además de anunciar que, por decreto, el joven nacido en Ciudad Bolívar será nombrado héroe nacional. “De verdad que me siento muy orgulloso de ser venezolano. Lo dije desde muy chiquito, esta medalla vale 20 años de trabajo, de sacrificio y esfuerzo”, dijo al recibir su premio en Caracas.
Arthur Nabarrete Zanetti
Medalla de oro
Gimnasia, anillos
Latinoamérica tiene, por primera vez en 112 años de existencia de los juegos olímpicos modernos, un medallista de oro en gimnasia varonil. El honor corresponde a la disciplina y el talento del brasileño Arthur Nabarrete Zanetti, un joven nacido en São Caetano do Sul, un suburbio de Sao Paulo, quien sorprendió a todos al vencer a su rival chino en una cerradísima final de la competencia de anillos. La gloria de Arthur Nabarrete no solo fue dar a Brasil su segunda medalla de oro en Londres 2012 (la otra fue en la especialidad de judo), sino que la suya fue la medalla 500 para América Latina en la historia.
El amor de Arthur Nabarrete por la gimnasia comenzó a los siete años de edad, cuando su madre lo inscribió en un club atlético para practicar esa disciplina por recomendación de uno de sus profesores, quien notó habilidad en el ahora campeón olímpico. “Estoy muy feliz por haber conquistado este título inédito y ahora empiezo a trabajar para estar en los Juegos de Río 2016, porque quiero vivir de nuevo esta sensación de hoy”, dijo el gimnasta, citado por el sitio de internet Infobae.com.
Aída Román
Medalla de plata
Tiro con arco, individual
Nunca un centímetro había significado tanto para México en una competencia deportiva. Un centímetro que evitó la medalla de oro para la joven arquera mexicana Aída Román, quien en una ronda de desempate vio esfumarse su posible triunfo al colocar su última flecha apenas un poco más alejada del centro que la de su rival coreana, Ki Bo Bae, a la postre ganadora del oro. Pero la plata de la estudiante de psicología fue motivo de festejo para los mexicanos, pues por segunda ocasión en la historia deportiva del país dos connacionales (Aída y Mariana Avitia) compartían podio en la misma competencia. Román, de 24 años y nacida en la ciudad de México, suma, con la de Londres 2012, 11 medallas en su haber. Fue oro por equipos y bronce en la categoría individual en los Juegos Panamericanos 2011, además de siete oros y una plata en los Centroamericanos y del Caribe de Mayagüez 2010.
Para Aída Román su medalla tiene otro ingrediente positivo: que muchos jóvenes se interesen en una disciplina que poco a poco avanza en México. No todo es fútbol, dijo, “ojalá después de esto empiecen a voltear más a la arquería”.
Mariana Avitia
Medalla de bronce
Tiro con arco, individual
Con su medalla de bronce colgada al cuello la arquera mexicana Mariana Avitia fue recibida con honores en su estado natal, Nuevo León. El júbilo es justificado: Avitia se convirtió en la primera mujer de ese estado en ganar una medalla olímpica y en romper una espera de 28 años en materia deportiva, pues Nuevo León no festejaba una ocasión similar desde 1984, cuando el marchista Raúl González regresó a su entidad con medallas de oro y plata conquistadas en Los Ángeles. Mucho trecho ha recorrido esa niña, que a los nueve años de edad le pidió a su hermano que le prestara el arco con el que practicaba ese deporte. El entrenador de su familiar, al ver que Mariana sostuvo el arco con aplomo, la invitó a integrarse al equipo.
Mariana hizo historia para México en Londres 2012 al compartir podio con Aída Román, también mexicana, quien se quedó con la plata en la misma competencia. La joven, que recién terminó su educación preparatoria, reconoce que no termina de asimilar su logro, aunque espera poder continuar su ciclo y clasificar a los Juegos Olímpicos de Río 2016.
El Tri olímpico
Medalla de oro
Futbol
La selección mexicana de fútbol dio en Londres 2012 la mayor campanada del balompié azteca. No solo se consagró campeona en el mítico estadio Wembley venciendo con categoría a Brasil (el rival más temible del mundo), sino que hizo las paces con los atletas nacionales de otras disciplinas que siempre acusaron a los futbolistas, de una especialidad que no había ganado medallas nunca, de ser engreídos, sobrevalorados y de no comprender la importancia de unos juegos olímpicos. En esta ocasión, el equipo dirigido por Luis Fernando Tena decidió dejar de lado los hoteles de lujo y alojarse, en cambio, en la villa olímpica, una decisión que —según los jugadores mexicanos— les abrió una perspectiva diferente sobre la competencia. Disciplina, unidad y una larga preparación fueron claves en el éxito de los jugadores mexicanos, quienes empataron con Corea y vencieron de manera consecutiva a Gabón, Suiza, Senegal, Japón y Brasil, y se alzaron con la única medalla de oro para su país en esta edición deportiva mundial.
Paola Espinosa
Medalla de plata
Clavados, sincronizado, plataforma de 10 metros
Dos medallas en dos juegos olímpicos convierten a Paola Espinosa Sánchez en la mejor deportista de la historia de México. En Londres 2012 conquistó la medalla de plata en la modalidad de clavados sincronizados en plataforma de 10 metros, haciendo mancuerna con su compatriota Alejandra Orozco. Cuatro años antes, en Pekín, la misma Paola se colgó una medalla de bronce en la misma prueba, aunque en esa ocasión hizo pareja con Tatiana Ortiz.
Campeona del mundo en 2009, campeona panamericana en 2011 y centroamericana en 2010, Paola pasó sus primeros años de vida en la turística ciudad La Paz, en Baja California, un destino marítimo muy apreciado por los viajeros de Estados Unidos y Europa. Como muchos deportistas destacados, comenzó a practicar clavados a los siete años de edad, y su desarrollo la hizo cambiar de residencia a la capital mexicana para poder entrenar a nivel de competencia mundial.
Afamada no solo por sus logros deportivos, sino también por su porte y belleza, Espinosa Sánchez ha señalado que estudia la posibilidad de retirarse de las competencias, aunque podría convertirse en comentarista deportiva para una cadena de televisión nacional.