Hoy en día, Voces en Tinta es un proyecto cultural que incluye una editorial, una librería, un foro cultural y una distribuidora. Pero hace 19 años no era más que una idea en la mente de Bertha de la Maza.
“Yo empecé a traer libros españoles LGBT+ a México porque no había muchos con esa temática en el país y los que había yo ya los había leído. En cada viaje mi maleta volvía más pesada, hasta que decidí importarlos”, cuenta.
Bertha añade que, cuando llegó el primer cargamento a México, se puso feliz. Así, sonriente, se acercó con una librería muy conocida pensando en que en esta podrían vender los libros que estaba importando.
“No vendemos libros para putos”, le respondieron.
“Ellos no lo sabían, pero sí vendían libros para putos”, cuenta con una risa traviesa. Sin embargo, decepcionada, Bertha continuó en la búsqueda de una librería que quisiera esos materiales, y pocos meses después la encontró y comenzó a vender libros LGBT+ en Ciudad de México.
“Yo era joven y no existía otro lugar, además de las fiestas, en donde pudieras conocer a otras personas de la comunidad LGBT+. Yo desde niña fui vieja, quería un lugar sin ruidos, entonces el dueño de la librería Nuevos Horizontes me dijo: ‘Ustedes necesitan un lugar en donde se promuevan estos libros’, y sí, yo quería una librería, pero además buscaba un lugar en donde se conocieran estos libros. Él se puso muy enfermo y me dijo: ‘Quédate con la librería’, y así se creó Voces en Tinta”, explica.
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Cuenta Bertha que lo que más se vende son libros de temática gay y ensayos. “Lo que pasa es que las mujeres lesbianas y bisexuales sí leen libros escritos por hombres, pero los hombres gays no leen libros escritos por mujeres, no les interesa, yo me he dado cuenta de que es muy difícil que los compren”.
Diecinueve años después Bertha sigue soñando con crecer: “Me gustaría incursionar en los libros electrónicos, ahí es a donde se está llevando la editorial”, cuenta pensando en el futuro.