Mientras el presidente estadounidense Donald Trump amaga con emprender una guerra nuclear con Corea del Norte, unas cuantas empresas privadas se benefician de la creciente amenaza, de acuerdo con un informe publicado en marzo por la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN, por sus siglas en inglés), donde se revela información sobre la hermética industria de las armas nucleares.
En 2017, inversionistas de todo el mundo aumentaron en 81,000 millones de dólares la cantidad de dinero que invierten en armas nucleares, elevando la cantidad total de la inversión hasta 525 millones de dólares. Las tres principales instituciones financieras que invierten en armas nucleares (Blackrock, Capital Group y Vanguard) tienen su sede en Estados Unidos, y han invertido en forma combinada más de 110,000 millones en el área de las armas nucleares, de acuerdo con el informe.
Los investigadores también descubrieron que existen únicamente 20 compañías privadas en todo el mundo que obtienen los mayores beneficios de este incremento en la inversión. Empresas como Boeing, Honeywell International, Lockheed Martin y Northrup Grumman son algunas de las mayores beneficiarias de este flujo de recursos. Los investigadores afirman que las empresas están ganando dinero debido a la decisión del gobierno de Trump de modernizar el arsenal nuclear de Estados Unidos, en lugar de disminuir el número de armas nucleares en el mundo.
“La primavera pasada, Trump habló de desatar una tormenta de fuego y furia [sobre Corea del Norte], y eso ocurrió a inicios de agosto, cerca del aniversario de Hiroshima y Nagasaki. Dos semanas después, se firmaron varios contratos. Uno de ellos fue por el misil de lanzamiento a distancia de largo alcance. Lockheed Martin obtuvo ese contrato”, declaró a Newsweek Susi Snyder, una de las autoras principales del informe.
“Al haber una gran cantidad de inversionistas, cuando se concede un contrato gubernamental como este, es un gran momento para que las personas inviertan en esa empresa. La gente quiere ganar dinero”, continuó.
Señaló que los contratos gubernamentales y una mayor inversión privada generan un círculo vicioso que permite que estas empresas continúen creciendo, que participen en contratos gubernamentales más lucrativos y, consecuentemente, que construyan armas más peligrosas.
El misil de lanzamiento a distancia de largo alcance, que Lockheed Martin desarrolla actualmente, es especialmente peligroso debido a que puede transportar un arma convencional o una cabeza nuclear. Esto podría producir una catástrofe si un país enemigo ve acercarse a ese misil y, en un momento de incertidumbre, decide responder con un ataque nuclear, señalan los expertos. El Pentágono entregó a Lockheed Martin y a la empresa Raytheon 900 millones de dólares a cada una para trabajar en el misil durante los próximos cinco años.
En los países con armamento nuclear como Estados Unidos, el Reino Unido y Francia, el gobierno suele contratar a empresas privadas para que construyan y den mantenimiento al arsenal nuclear de la nación. En otros países, como Rusia, China y Pakistán, organismos gubernamentales están a cargo de las armas nucleares de ese país.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation whit Newsweek