Empresas israelíes han exportado tecnología de vigilancia invasiva a al menos 130 países, entre ellos, varios regímenes represivos, y dicha tecnología se ha utilizado sin supervisión para vigilar a activistas de derechos humanos, suprimir a los disidentes y acechar a personas de la comunidad LGBTQ+, según informes.
En una investigación profunda realizada por el diario Haaretz y publicada este viernes, se reveló que varias firmas secretas, especializadas en husmear en teléfonos inteligentes y en computadoras personales, han vendido sistemas a Bahréin, Sudán del Sur, los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Nigeria, Botsuana, México, Azerbaiyán y otros países.
Entre las empresas mencionadas están NSO Group, Verint Systems, Circles Technologies, Elbit Systems y Fifth Dimension. Haaretz, que afirma haberse basado en testimonios de 100 fuentes de diferentes países, descubrió que distintas herramientas de espionaje de alto poder, que se utilizan para obtener información de llamadas telefónicas, textos, actividad en línea, correos electrónicos y audio, se han utilizado contra civiles, frecuentemente con graves consecuencias.
En un ejemplo, Haaretz descubrió que los productos Verint vendidos a Azerbaiyán se han utilizado para descubrir las “inclinaciones sexuales” de los ciudadanos a través de Facebook. En 2017, se reveló que 45 hombres gay y bisexuales, así como mujeres transgénero, habían sido espiados por la policía de Azerbaiyán. Algunos de ellos han sido arrestados y torturados, de acuerdo con Rights Watch, que calificó a esta acción como “una campaña violenta”.
Haaretz informó que los productos Verint exportados a Bahréin también tenían la capacidad de recopilar datos de redes sociales. Ese pequeño país del Golfo Pérsico ha encarcelado a disidentes por realizar publicaciones en línea.
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En Indonesia, donde las relaciones entre personas del mismo sexo son un delito grave, se utilizaron productos Verint para “crear una base de datos de activistas a favor de los derechos de la comunidad LGBT que habían sido objeto de vigilancia” y para acechar a minorías religiosas, señaló Haaretz . La empresa Circles Technologies, que cuenta con tecnología de espionaje telefónico, presuntamente vendió productos a Nigeria, donde fueron utilizados para espiar a rivales electorales.
Elbit Systems también suministró un “programa de espionaje” a la Agencia Nacional de Inteligencia de Nigeria, y presuntamente, Fifth Dimension creó sistemas predictivos para las agencias de seguridad israelíes.
Otra empresa, denominada NSO Group, es conocida por su herramienta Pegasus para teléfonos inteligentes, que esclaviza fácilmente los sistemas operativos iOS y Android. Solo se requiere hacer clic en un mensaje malicioso personalizado para que la herramienta de hackeo comience a funcionar.
Es difícil seguir el rastro de muchas de las exportaciones de la empresa debido a que son enviadas desde el extranjero, tienen estructuras internas complejas o están registradas en lugares como Europa o Chipre, informó Haaretz. En la mayoría de los casos, sigue siendo muy infrecuente que los efectivos de esas empresas salgan a la luz.
https://newsweekespanol.com/2017/09/el-espia-fallido-del-presidente/
El político conservador israelí Yehuda Glick, apelando a la transparencia, declaró a Haaretz: “En Israel, todo está colocado bajo la rúbrica de seguridad, y uno recibe automáticamente una barrera protectora impenetrable.
“En lugar de ser un faro para las naciones, el Estado judío hace circular armas que se utilizan en crímenes contra la humanidad, y no hay ninguna diferencia si se trata de un rifle mediante el cual una mujer ha sido violada por soldados, o un sistema digital utilizado para la vigilancia”, añadió.
La mayoría de las empresas han negado haber cometido delitos, haciendo énfasis en que funcionan dentro de la ley. Señalan que las herramientas de espionaje aptas para ser usadas por el gobierno se utilizan para combatir el terrorismo y evitar actos criminales.
Mensajes maliciosos
En agosto pasado, Amnistía Internacional afirmó que su personal había sido blanco del spyware Pegassus de NSO Group como parte de “una sofisticada campaña de vigilancia”. El organismo descubrió que el dominio de la URL del mensaje malicioso de WhatsApp se enlazaba con una amplia red de más de 600 sitios web sospechosos, relacionados con la empresa israelí. Un activista de Arabia Saudí había recibido un mensaje similar.
Durante décadas, el organismo Privacidad Internacional ha hecho campaña a favor de la transparencia de las empresas de tecnología de vigilancia.
“La amplia difusión de la Internet y los nuevos métodos de comunicación han incrementado la capacidad de intrusión de los sistemas de vigilancia, así como su poder”, declara en línea Privacidad Internacional. “Ahora… es posible vigilar a grupos y naciones enteras a gran escala, sistemáticamente y un costo relativamente bajo. Esto plantea una amenaza fundamental para la seguridad de las personas, la sociedad civil, los derechos humanos y la democracia misma”.
Si bien estas empresas suelen operar desde la oscuridad, una compañía llamada Hacking Team, fue expuesta ante el mundo en 2015 tras haber sido hackeada. Entre sus clientes se encontraban “varios regímenes conocidos por violar los derechos humanos de sus ciudadanos”, señaló la Fundación Frontera Electrónica (EFF, por sus siglas en inglés).
Entre sus clientes estaban Azerbaiyán, Bahréin, Egipto, Etiopía, Rusia, Arabia Saudí y Vietnam. La enorme cantidad de archivos fue publicada por la plataforma de denuncia WikiLeaks y aún puede encontrarse en línea.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek