Para Efraín Morales, CEO de Geos Holding, el consorcio que promueve con gobierno y empresas el uso de las tecnologías de la información, estas plataformas deben acompañarse de un modelo de negocio para potenciar el desarrollo del país.
Se cumplía el primer lustro de los años 2000 cuando el ingeniero en sistemas Efraín Morales Ayón, entonces funcionario público, reparó en el hecho de que el mercado mexicano carecía de las plataformas tecnologías necesarias para hacer más eficientes las gestiones gubernamentales. Ante tal observación vislumbró que satisfacer ese vacío podría resultar en un muy buen negocio, y con un grupo de emprendedores fundó en Chihuahua, en el año 2007, el consorcio Geos Holding.
Este grupo empresarial, cuyo ADN son las tecnologías de la información y telecomunicaciones, al paso de los años se ha diversificado en otras áreas afines y en la actualidad está conformado por firmas como Geosit, Landing Futures, Geos Telecom, Gestor, IBC, SD Soluciones, Softco y Netcity, la benjamina de la empresa.
“En esa época —dice Morales Ayón en entrevista— logré percibir la complejidad que existía para sociabilizar y comunicar adecuadamente porque había una brecha muy distante entre el gobierno y la tecnología. Entonces, mi perfil de conocer cómo funcionaba el gobierno, cómo pensaba el gobernante y conocer las soluciones me motivó a independizarme y crear una oferta de valor que se ha consolidado como Geos Holding. Con mucho orgullo podemos decir que tenemos un grupo muy sólido, muy fuerte, con mucha vanguardia, que ofrece varias soluciones muy transformadoras para las ciudades y los gobiernos”.
En ese sentido, Efraín Morales dice que México es un país con un potencial impresionante, empero, desde el punto de vista regulatorio y financiero le ha sido muy complicado poder incentivar las soluciones y tecnologías que requiere como país.
“Si analizamos los diferentes rubros de políticas públicas y de gobierno encontraremos que la tecnología juega un rol preponderante. Lo que estamos haciendo en Geos Holding con Netcity es, justamente, atender de forma integrada todos estos frentes y retos para hacer posible y viable la posibilidad de implementar soluciones tecnológicas.
“¿A qué me refiero? —se pregunta el ingeniero chihuahuense—. Estamos trabajando muy fuerte con el gobierno en las actividades regulatorias para poder sociabilizar y comunicar la importancia del empleo de tecnologías de la información en el proceso de desarrollo de un país, y es que hoy por hoy las tecnologías son parte medular de la estrategia de desarrollo tanto de empresas como de gobierno”.
—Desde esa perspectiva, ¿cuál es su diagnóstico respecto al estado actual de la industria del internet de las cosas y las nuevas tecnologías?
—Se encuentra en un proceso de despliegue. El tema de internet de las cosas está mucho en boga, pero no es nuevo, tiene ya bastante tiempo. ¿Pero qué ha sucedido? Que para poder implementar este tipo de soluciones lo tienes que ver justamente como lo estamos viendo en Netcity, de una forma integrada. Aunque la tecnología exista, aunque los dispositivos ahí estén, si no los puedes comunicar no sirven de nada. Los modelos de negocio y las tecnologías que están disponibles, si bien atienden de alguna forma un sector de estas industrias, no las atienden por completo ni en la forma en que deberían de funcionar.
—¿Por ejemplo?
—La tecnología juega un rol muy importante, pero también lo juega el tema del modelo de negocio que los cambios actuales ofrecen, porque el modelo existente está dirigido al internet de la gente, no de las cosas, y hay una diferencia muy grande en cómo se utilizan este tipo de recursos. Por ejemplo, en los servicios de telefonía nos regalan el dispositivo si compramos un plan de datos porque lo que quieren es que consumamos muchos datos; sin embargo, otros dispositivos no consumen esos volúmenes: un medidor de electricidad, uno de gas, uno de agua, un GPS, un sensor, porque no utilizan YouTube ni Facebook ni otros recursos. Es decir, tenemos que comprar un paquete de datos que mayoritariamente no usaremos, y terminaremos pagando una equis cantidad de dinero por utilizar el 5 por ciento de ese paquete.
—¿Netcity cómo procurará solucionar esa adversidad?
—Nosotros vamos a proveer la comunicación solamente de los datos que se consuman. De esta forma, el modelo de negocio será mucho más accesible para industrias, empresas y gobiernos que antes no podían darse el lujo de contratar un servicio de comunicación. Como empresario, no es lo mismo monitorear los camiones de una compañía que las bicicletas que pone en alquiler porque los costos son muy caros. Trabajamos en eso, estamos desplegando una red de comunicaciones en todo el país con una tecnología que se llama narrow band, la cual está específicamente dirigida al internet de las cosas. El control de los datos es distinto y permite administrarlos de una forma mucho más eficiente. Los costos van a ser abismalmente mucho menores y más accesibles a todo el mundo. Y en el tema de la cobertura diré que las características técnicas de nuestra tecnología nos permiten llegar con una mayor cobertura de espectro a lugares alejados donde, por ejemplo, se trabajan la ganadería y la agricultura, los temas forestales, y hacer más eficiente lo que se desarrolla en esas áreas.
—¿La industria está consciente de que los desafíos aumentarán al paso del tiempo?
—El desafío principal es el rol del gobierno como regulador y generador de políticas públicas para el empleo. Aunque ha habido avances importantes con la reforma de telecomunicaciones, seguimos siendo muy lentos, no acabamos de entender que el empleo de tecnologías debe de ser pilar, la base de la trasformación y del desarrollo de los países. Tenemos que verlo como un tema de eficiencia que nos va a servir para cortar la brecha de la disparidad económica. La gente no lo visualiza de esa forma porque sigue viendo la tecnología de una forma fría y aislada y como un lujo, por eso tenemos que trabajar para obtener regulaciones e incentivar a las empresas que utilizan la tecnología.
“Otro desafío es la parte económica —concluye Morales Ayón—. El sector financiero en México parece diseñado para financiar a quien no lo necesita, entonces una startup, un emprendedor que requiere un millón de pesos para arrancar su empresa es prácticamente imposible que pueda lograrlo porque le van a pedir tres millones de garantía. Hay esfuerzos, pero todavía estamos muy lejos de lo que hacen países en desarrollo como detonantes de la economía y que financian y tienen capital de riesgo para incentivar el crecimiento”.