Desde hace décadas, personas de la comunidad LGBTTTIQA+ han sido excluidas y/o discriminadas de entornos religiosos. Diversas religiones postulan en contra de su manera de vivir y no les permiten practicar su fe, por más que quieran involucrarse como cualquier otra persona.
A partir de ello, en la década de los 60 surgió la comunidad de la Iglesia Metropolitana, en un intento por incluir a aquellas personas que entonces eran discriminadas por tener un diagnóstico de VIH positivo, abriendo las puertas a quienes quisieran practicar su fe en un entorno inclusivo.
“Somos una corriente que busca poder respetar la creencia de la persona. Creemos que todo ser humano tiene derecho a tener una fe, a creer en algo y pertenecer a un grupo o célula que pueda respaldar. Actualmente vemos que todas las escuelas ponen sus trabas, pero aquí tenemos musulmanes, judíos, de la iglesia de los últimos días, cristianos y católicos, con quienes buscamos tener una sola fe y respetar creencias” explicó.
Paulo Ortiz, líder Pastoral de la Iglesia de la Comunidad Metropolitana en Aguascalientes, precisa que se trata de una comunidad ecuménica, es decir, un espacio en el que se respeta y fomenta el derecho a la fe de todas las personas, principalmente de aquellas discriminadas. Desde hace 7 años, cuando se conformó en el estado, un aproximado de 80 personas se han acercado a esta iglesia.
“Los adultos mayores están siendo rezagados de las iglesias; nos han mostrado grabaciones de presbiteros que dicen ‘aquí no pueden venir maricones’; la persona mayor se mantiene sentada soportando los insultos, y por querer congregarse van. Cuando saben de nosotros, vienen para sentirse acogidos” señaló.
Toda aquella persona interesada en involucrarse con la Iglesia Metropolitana, puede contactarles a través de redes sociales, donde se les facilitará la información sobre sus encuentros y opciones de congregación.