Con la muerte del papa Francisco ocurrida el 21 de abril, la Iglesia católica se enfrenta a una elección que no solo designará a su nuevo líder, sino que determinará el rumbo espiritual, doctrinal y político de la institución más antigua del mundo occidental.
Francisco, el primer pontífice latinoamericano, cambió el tono del Vaticano al enfocarse en temas como la justicia social, el cambio climático, la inclusión y la descentralización del poder. Ahora, el Colegio Cardenalicio se prepara para elegir a su sucesor en un cónclave que podría afianzar esas reformas o revertirlas.
¿Continuidad o ruptura?
El perfil del nuevo papa dependerá en gran medida de las relaciones forjadas por Francisco. Durante su pontificado, nombró a más de 100 de los actuales cardenales electores, una mayoría que teóricamente favorecería a candidatos afines a su visión. Sin embargo, su estilo de gobierno —centralizado y con decisiones unilaterales— también generó tensiones internas que ahora se reflejarán en las deliberaciones.
A esto se suma la presión por resolver temas pendientes como los casos de abuso sexual, la modernización de la Curia y la tensión entre el diálogo con el mundo secular y la preservación de la identidad doctrinal de la Iglesia.
¿Quiénes son los favoritos?
Luis Antonio Tagle (Filipinas)
Cercano al círculo íntimo de Francisco y defensor de una Iglesia abierta y evangelizadora. A sus 67 años, representa continuidad con el actual modelo pastoral y es una figura respetada en Asia, donde el catolicismo crece rápidamente.
Pietro Parolin (Italia)
Con 70 años, es el Secretario de Estado del Vaticano. Moderado en lo teológico, experto diplomático, tiene experiencia en negociaciones clave con China y Medio Oriente. Su perfil técnico y político lo hace atractivo para quienes buscan estabilidad institucional.
Peter Turkson (Ghana)
Activista de la justicia social y la ecología. Fue responsable del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral. Si es elegido, sería el primer papa africano en más de 1,500 años. Es visto como un símbolo poderoso de cambio global.
Péter Erdő (Hungría)
Una figura del ala conservadora. Canonista, defensor de la ortodoxia doctrinal, encarna el perfil de quienes desean un retorno al modelo de Juan Pablo II y Benedicto XVI. Tiene 72 años y respaldo entre cardenales europeos tradicionales.
Angelo Scola (Italia)
Veterano teólogo y ex arzobispo de Milán. Fue uno de los favoritos en el cónclave de 2013. Su avanzada edad (82) podría jugar en su contra, pero su perfil sigue generando apoyo entre sectores jerárquicos más rígidos.
El proceso y lo que está en juego
El cónclave iniciará entre 15 y 20 días tras el fallecimiento del pontífice. Solo los cardenales menores de 80 años podrán votar en secreto dentro de la Capilla Sixtina. Se requiere una mayoría de dos tercios para la elección del nuevo papa. El humo blanco marcará el inicio de una nueva era.
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Más allá del nombre, el nuevo líder heredará una Iglesia dividida entre los retos del presente y los fantasmas del pasado: la pérdida de influencia en Occidente, el crecimiento del catolicismo en África y Asia, y la necesidad de definir qué significa ser católico en el siglo XXI. N