Los científicos están desconcertados porque hace unos días más de 200 aves cayeron al suelo sin causa aparente, pero después descubrieron que se trataba de una extraña enfermedad. Los loris arcoíris (Trichoglossus moluccanus) se desplomaron del cielo australiano en la región de Nueva Gales del sur, tras lo cual equipos de rescate recuperaron las aves caídas para llevarlas a instalaciones dedicadas al cuidado de la vida silvestre.
Allí, los científicos determinaron que las coloridas aves presentaban una misteriosa enfermedad conocida como “síndrome de parálisis del lori” (LPS, siglas de lorikeet paralysis syndrome), trastorno cuya causa no ha sido identificada hasta el momento.
Como indica el nombre, el síndrome de parálisis del lori provoca una parálisis que priva a las aves de la capacidad de vuelo y ocasiona que se desplomen de las alturas.
A decir de la Universidad de Sídney, Australia, muy poco se sabe de la enfermedad de estas aves, ya que los investigadores no han podido detectar un patógeno o una toxina ambiental capaz de ocasionar el problema.
Aun cuando el padecimiento suele ocurrir entre octubre y junio, la mayor parte de los casos se presenta en los meses de diciembre, enero y febrero; es decir, durante el verano australiano. Los miles de aves afectadas por la enfermedad en ese periodo terminan en centros de rehabilitación, donde su recuperación conlleva un proceso muy largo e intensivo.
Documentada por primera vez en 2010, la parálisis afecta exclusivamente a las aves que viven entre las ciudades de Bundaberg, Queensland y Grafton, Nueva Gales del Sur, localizada unos 685 kilómetros más al sur.
¿QUÉ SE SABE DE ESTA ENFERMEDAD EN LAS AVES?
“La primera vez que observamos el trastorno que hoy llamamos síndrome de parálisis del lori fue en 2010, pero es muy probable que se haya manifestado desde mucho antes”, informó a Newsweek el Dr. David Phalen, director del Centro para la Salud y la Conservación de la Vida Silvestre en la Universidad de Sídney, donde investiga las causas del síndrome y también imparte la cátedra de biología de la conservación.
“De hecho, desde fines de la década de 1980 los patólogos de la Universidad de Queensland han estudiado cadáveres de loris que presentaron el mismo cuadro. Y, pese a ello, aún no han podido esclarecer el origen de la enfermedad”.
“El síndrome de parálisis del lori es un trastorno del sistema neuromuscular, muy probablemente debido a que algo interfiere con las conexiones nerviosas de los músculos voluntarios [esqueléticos] y ocasiona parálisis.
“Con la atención veterinaria adecuada y rehabilitación de alta calidad, la mayor parte de los loris con el síndrome logra recuperarse. Hablamos de entre 60 y 95 por ciento de los animales afectados; por supuesto, dependiendo de la gravedad de la enfermedad al momento de presentación” añadió Phalen.
De primera instancia, los veterinarios pensaron que el problema era consecuencia del consumo excesivo de mangos y la consiguiente embriaguez que ocasiona la fermentación de los azúcares de la pulpa y la cáscara de esta fruta. No obstante, los minuciosos exámenes practicados a las aves no han revelado la presencia de alcohol en sus cuerpos.
“Hemos practicado toda clase de pruebas para identificar agentes tóxicos a los que pudieron estar expuestos y que sean capaces de interferir con el sistema nervioso y las conexiones musculoesqueléticas [de los loris]”, prosiguió el Dr. Phalen.
UNA TOXINA PODRÍA SER LA RESPONSABLE
“Pero hasta ahora no hemos encontrado una sola toxina sospechosa en las muestras obtenidas de las aves con el síndrome”, prosigue el científico. “Aun así, existen muchas, muchísimas toxinas que pueden ocasionar el síndrome, desde naturales hasta contaminantes medioambientales derivados de la actividad humana, por lo que seguimos buscando desencadenantes de origen humano o toxinas naturales que puedan ser la causa”.
Entre tanto, otros investigadores han aventurado la teoría de que el trastorno puede ser consecuencia de una toxina que producen ciertos frutos que maduran durante esa época el año.
Así pues, como parte de su investigación, el equipo Proyecto del Síndrome de Parálisis del Lori ha pedido al público que se ponga en contacto para proporcionar información sobre las aves que vean alimentándose en la naturaleza, ya que existe la posibilidad de que los loris estén recurriendo a nuevas fuentes de comida como consecuencia del cambio climático u otros desencadenantes.
Otra línea de investigación de gran interés científico es que el síndrome de parálisis del lori pueda estar relacionado con una enfermedad misteriosa de reciente aparición y que afecta a una especie no aviar: el zorro volador, murciélago frugívoro de gran tamaño perteneciente al género Pteropus.
“Hace poco se identificó un segundo síndrome que ocurre en la misma época del año y se manifiesta en los mismos puntos críticos de donde proviene la mayor parte de los casos del síndrome. Dicho trastorno recibe el nombre de ‘síndrome de parálisis del zorro volador’ [flying Fox paralysis syndrome o FFPS].
“Debido a que la sintomatología es prácticamente idéntica a la que presentan los loris enfermos, tengo la teoría de que la causa del síndrome de parálisis del lori es la misma que la del zorro volador”, concluyó Phalen. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)