Una nueva investigación de la Universidad de Michigan State (MSU, por sus siglas en inglés) muestra cómo las plantas se adaptaron para afrontar la pérdida de luz natural, cuando los días soleados se acortan según se aproxima el invierno.
En un artículo publicado recientemente en la revista Plant Physiology, los miembros de la Facultad de Ciencias Naturales de MSU, Tom Sharkey y Yair Shachar-Hill, demostraron que las plantas tienen múltiples sistemas ajustados para lidiar con diferentes duraciones del día. A su vez, esto podría ayudar a desarrollar nuevas variedades de cultivos que puedan crecer en una gama más amplia de climas.
“Estoy fascinado con la pregunta ‘¿La fotosíntesis limita el crecimiento de las plantas o el crecimiento de las plantas limita la fotosíntesis?’ A partir de ello, queríamos saber cómo se vería afectado el crecimiento si disminuiríamos aún más la cantidad de luz que tenías las plantas acostumbradas a días más cortos “, se cuestionó Sharkey
Para comprender cómo las plantas se adaptan a diferentes duraciones del día, un equipo de investigadores de MSU estudió una planta llamada camelina sativa, un cultivo modelo de semillas oleaginosas, utilizando espectrometría de masas y núcleo de metabolómica.
LAS PLANTAS ALMACENAN MÁS ALMIDÓN DURANTE EL DÍA POR LA LUZ
Su conclusión fue que las plantas se han adaptado para cambiar la forma en que utilizan su energía, en función de la cantidad de luz natural que reciben. El equipo descubrió que cuando los días son más cortos, las plantas tienen menos tiempo para realizar la fotosíntesis, por lo que necesitan ser más eficientes con la luz solar que reciben.
Las plantas hacen esto aumentando su tasa fotosintética y reduciendo su tasa de respiración; también invierten más energía en sus brotes, donde tiene lugar la fotosíntesis. Como mecanismo adicional, almacenan más azúcar en forma de almidón durante el día para tener energía para utilizar durante la noche, que es más larga.
Además, ralentizan el intercambio de metabolitos entre sus vacuolas y otros compartimentos celulares, lo que les ayuda a mantener el equilibrio de carbono durante la noche.
“Nuestros hallazgos pueden señalar el camino hacia un mejor crecimiento de las plantas. Si podemos identificar los trucos que utilizan las plantas de día corto para casi mantenerse al día con las plantas de día largo, podríamos mejorar aún más las plantas de día largo”, dijo Sharkey. N