Una nueva solución inyectable que se autoensambla en un gel en las condiciones adecuadas podría ayudar a controlar el VIH, a diferencia de cualquier método disponible actualmente, según señalan investigadores de la Universidad Johns Hopkins.
El gel libera una dosis constante del medicamento contra el VIH lamivudina durante seis semanas, lo que sugiere que las personas que viven con el VIH podrían tener una nueva terapia que no requiera un régimen diario de píldoras para prevenir el sida. La investigación se publicó este lunes 25 de septiembre en el Journal of the American Chemical Society.
“El principal desafío en el tratamiento del VIH es la necesidad de un manejo del virus de por vida, y una forma de abordar esto es reducir las frecuencias de dosificación para ayudar a los pacientes a atenerse a los regímenes médicos“, dijo Honggang Cui, un ingeniero químico y biomolecular de la Universidad Johns Hopkins que dirigió la investigación.
“Este nuevo diseño molecular nos muestra un futuro en el que la hidrogelación de fármacos puede hacer eso para mejorar el tratamiento del VIH”, añadió el experto de la universidad estadounidense.
UN GEL PARA MEJORAR LA VIDA DE LAS PERSONAS
El equipo de Cui demostró que en tubos de ensayo que simulan las condiciones del plasma, la porción líquida de la sangre, el gel se separa rápidamente en moléculas de lamivudina. Al inyectar el gel en la espalda de los ratones, los investigadores encontraron que una inyección era suficiente para mantener concentraciones efectivas y duraderas del medicamento durante 42 días sin casi ningún efecto secundario.
“Nuestro objetivo es ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas”, dijo Cui. “La sustancia antiviral se puede inyectar debajo de la piel y permanecer en su lugar durante un período prolongado, liberando el compuesto terapéutico de forma lenta y consistente, una necesidad crítica para las personas con VIH”.
Para las personas que viven con el VIH, la clave es mantener los niveles de medicamentos en el torrente sanguíneo a concentraciones que suprimen la carga de virus en el cuerpo. Pero eso puede ser difícil con los enfoques tradicionales porque el cuerpo se deshace naturalmente de estos productos químicos, dijo Cui, por lo que los diferentes tratamientos requieren diferentes dosis y frecuencias de dosificación para funcionar.
Los investigadores planean continuar probando su trabajo con medicamentos utilizados en terapias combinadas junto con lamivudina, ya que la mayoría de estos tratamientos implican un cóctel de dos o más medicamentos. Debido a que la lamivudina es un medicamento aprobado por la FDA para tratar el VIH y la hepatitis B, los investigadores dijeron que el gel también podría ayudar a controlar la hepatitis B.
EL GEL, UNA NOVEDOSA FORMA DE COMBATIR EL VIH
“Esta es una forma novedosa de administrar medicamentos contra el VIH, y esta plataforma tiene la ventaja de que se puede programar un solo polímero para administrar varios medicamentos diferentes simultáneamente”, dijo el coautor Charles W. Flexner.
“Uno de los inconvenientes de los tratamientos inyectables aprobados para el VIH es que ninguno tiene actividad contra el virus de la hepatitis B, que es una coinfección común con el VIH, especialmente en Asia y África. Esta formulación proporciona lamivudina, un medicamento activo tanto contra el VIH como contra el VHB, pero también se puede modificar para administrar tenofovir, que es el estándar actual de atención para el tratamiento del VHB”.
A largo plazo, el equipo prevé que su gel funcione como una medida preventiva, de manera similar a cómo algunas personas toman medicamentos contra el VIH para evitar la infección. “Mantener los altos niveles de medicamentos en el plasma durante 42 días es muy impresionante”, dijo Cui. “Pero en el futuro, esperamos que sea aún más largo”.
Los geles tienen propiedades únicas de absorción de agua que les dan una consistencia gelatinosa que se asemeja al tejido biológico. El nuevo gel se somete a una autoformulación, se mantiene cerca del lugar de la inyección y se separa en moléculas que pueden defenderse del virus sin necesidad de portadores adicionales o materiales de administración. N