Un enorme pozo de fuego en Turkmenistán atrae cada vez más el escrutinio de los ambientalistas y el gobierno del país por su contribución al cambio climático. El cráter de gas Darvaza, apodado la “Puerta al Infierno” de Turkmenistán, ha arrojado metano a la atmósfera durante aproximadamente 50 años.
“Hasta donde tengo entendido, el cráter se formó durante la era soviética, cuando los soviéticos intentaban perforar en la región en busca de gas natural”, dice a Newsweek Stefan Green, director de la Instalación Principal de Genómica y Microbioma en la Universidad Rush de Chicago, quien estudió la biología del cráter.
“En el momento [de la formación del cráter de gas Darvaza], la tecnología de perforación no era tan sofisticada, la plataforma colapsó y el gas natural comenzó a salir a la atmósfera en lugar de ser capturado”, explica Green.
El metano, también conocido como gas natural, es un poderoso gas de efecto invernadero que causa 80 veces más calentamiento global que el dióxido de carbono durante sus primeros 20 años en la atmósfera, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
En algún momento posterior, se le prendió fuego a la “Puerta al Infierno”, aunque no estaba claro si fue intencional. “Si fue intencional, la idea era quemar el gas en lugar de una liberación sin control“, añade Green.
DESCENSO AL CRÁTER DE GAS DARVAZA
El pozo en llamas —que se extiende 70 metros de ancho y casi 20 metros de profundidad— se ha convertido en una atracción turística con miles de visitantes cada año. Green acompañó al explorador George Kourounis en una expedición en 2013 cuando Kourounis se convirtió en el primer hombre en descender al fondo del cráter de gas Darvaza en llamas.
“El primer acercamiento da bastante miedo porque, al menos cuando fui, no hay barandas ni nada que impida que te caigas”, revela Green. “Es realmente grande y los bordes son los más calientes, a excepción de la gran llama en el centro cercano. Por la noche brilla, es realmente una vista increíble”.
En 2022, el presidente de Turkmenistán instruyó a los funcionarios para encontrar una manera de extinguir las famosas llamas y capturar el metano que se estaba liberando.
“La liberación descontrolada de gas natural es un desastre ambiental, y el hecho de que se esté quemando en realidad es mejor”, dice Green. “De esta manera, el metano se convierte en dióxido de carbono. La liberación de CO2 también es mala para el calentamiento global, pero no tan mala como la del metano”.
Con una población de 6.3 millones, menos personas viven en Turkmenistán que en la ciudad de Nueva York. Y, sin embargo, el país es uno de los mayores emisores de metano del mundo.
La mayor parte de este proviene de fugas de la producción de petróleo y gas (las llamadas “emisiones fugitivas”), que ascienden a más de lo equivalente a 70 millones de toneladas de dióxido de carbono cada año, según el sitio Our World In Data.
TURKMENISTÁN TIENE PROBLEMAS CON EL GAS
“Hay muchos depósitos de gas natural en Turkmenistán”, explica Stefan Green. “[El país] es uno de los principales contribuyentes a las emisiones de metano de fugas masivas, y el cráter Darvaza es un ejemplo de ello. Cualquier cosa que podamos hacer para ayudar a prevenir estas emisiones incontroladas de gases de efecto invernadero es extremadamente importante desde la perspectiva del cambio climático global”.
Una sugerencia popular es simplemente rellenar el cráter. Pero Green opina que es poco probable que esto resuelva la situación. “Fundamentalmente, tienes una fuga de gas a gran escala”, expone.
“A menos de que puedas tapar la fuga, llenar el cráter no ayudará porque el gas seguirá escapando. Creo que llenar el cráter no detendrá la fuga. Eso probablemente requeriría perforar junto al cráter para sacar el gas lejos de ahí. Recomiendo encarecidamente encontrar una manera de detener la quema del cráter limitando la liberación de gas de este sitio, pero rellenar el cráter no hará esto”, añade el experto.
Centrarse por completo en llenar el cráter también puede distraer de la causa principal de las emisiones del país. “Estos cráteres son realmente una pieza menor del panorama general”, concluye Green. “La mayor liberación de gas natural metano de los campos de gas en Turkmenistán. Estos deben abordarse con todos los esfuerzos posibles”. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)