El modelo de home office (teletrabajo) en México ha experimentado un cambio significativo en los últimos tres años, en gran parte debido a la pandemia de covid-19. Y es que muchas empresas se vieron obligadas a adoptar el trabajo remoto para garantizar la seguridad de sus empleados y seguir operando.
Según la encuesta “Tendencias de reclutamiento para 2023”, en enero de este año el 54 por ciento de las empresas optaron por mantener vigente sus políticas de home office y trabajo flexible, una combinación de trabajo en la oficina y desde casa.
Tres años después del auge del modelo híbrido, este se ha convertido en la primera opción para muchas empresas en México. Los empleados ahora esperan flexibilidad en su trabajo y muchos lo ven como un factor decisivo a la hora de cambiar de empleo. Así, las empresas que no lo contemplan como una prioridad pueden tener dificultades para atraer y retener al mejor talento.
En la encuesta “¿Qué te enamoraría de tu próximo empleo?”, respondida por más de 7,000 usuarios, 38 por ciento eligen la formación como primera opción a la hora de valorar los beneficios no monetarios más importantes. Este es seguido por el 26 de los candidatos, que priorizan la flexibilidad laboral y el trabajo híbrido.
En términos de cifras, la Asociación Mexicana de Ventas Online (AMVO) informa que, en 2020, 71 por ciento de las empresas en México ofrecían algún tipo de trabajo remoto. Si bien algunas empresas han regresado a la oficina a tiempo completo, la mayoría ha mantenido opciones de trabajo híbrido para sus empleados.
EL HOME OFFICE AÚN PRESENTA DESAFÍOS
No hay duda de que el trabajo remoto ha demostrado ser beneficioso tanto para empleados como para las empresas mexicanas. Sin embargo, también presenta algunos desafíos como problemas de comunicación interdepartamental y colaboración entre los equipos cuando unos están en la oficina y otros en casa, lo que puede afectar la eficiencia y la productividad, entre otros.
Para hacer frente a estos retos es necesario que las empresas tengan una intención clara de volverse flexibles y adapten su cultura corporativa. Para ello se deben establecer procesos y sistemas efectivos que garanticen una comunicación y colaboración adecuadas.
Así, el objetivo será el de crear una cultura empresarial fuerte y cohesiva. Deberán preparar y formar a los líderes y mandos medios en la gestión de equipos híbridos y escuchar las necesidades de los empleados para empujar la evolución y producción de la empresa.
Es así como se podrá mantener esta opción en el futuro, logrando reducir costos operativos, mejorar la calidad de vida de las personas y hacer frente a uno de los mayores retos actuales: atraer y retener al mejor talento. N
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Alejandra Martínez es responsable de Marketing de Empresas y Estudios de Mercado Laboral en Computrabajo. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad de la autora.