FORBIDDEN STORIES es una redacción no lucrativa creada por el periodista francés Laurent Richard cuando fue becario de la Universidad de Michigan. De manera secreta, organizó a un grupo de 60 reporteros de 18 países para dar continuidad al trabajo periodístico que el asesinato de Regina Martínez había dejado en el olvido.
Ocho años después de la muerte de Regina, estos periodistas extranjeros retomaron las investigaciones que la mexicana no pudo terminar y que no solo explicaban su propia muerte, sino que exhiben las conexiones entre cárteles del narcotráfico y políticos mexicanos.
El reportaje dedicado a la periodista mexicana es la primera de cinco investigaciones elaboradas por Forbidden Stories y sus socios en el marco de una investigación global llamada Proyecto Cártel.
En una conferencia virtual transmitida por la Universidad de Michigan, los involucrados en el diseño de este trabajo colaborativo explicaron cómo se gestó, desde 2019, un reportaje que se transmitió en 25 medios de comunicación internacionales y que obligó al Estado mexicano a reabrir la investigación en torno a la muerte de la periodista mexicana.
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Jorge Carrasco, director de la revista mexicana Proceso,explicó que la muerte de Regina marcó un hito, pues se trató del asesinato de una reportera que trabajaba para un medio nacional. El incremento de las agresiones en contra de periodistas de medios estatales y locales provocó que las noticias especialmente sensibles sobre narcotráfico y corrupción fueran reportadas por corresponsales de medios nacionales.
Ese era el caso de Regina, quien colaboró hasta su muerte para el semanario Proceso. En su trabajo periodístico, desde Veracruz, documentó los excesos del entonces gobernador Javier Duarte, actualmente en prisión acusado de corrupción.
El trabajo de Forbidden Stories permitió que se reabriera la investigación en torno a la muerte de Regina y que la corrupción que prevalece en el país se exhibiera en 25 portadas de medios internacionales.
Apoyado en la traducción por la periodista mexicana Ana Ávila, Jorge Carrasco explicó cómo se han robustecido los protocolos de seguridad para los periodistas. La comunicación constante es parte de las medidas que ahora se toman al iniciar una investigación periodística que puede considerarse sensible. Incluso con la transmisión encriptada de información.
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Explicó que las agresiones contra periodistas podrían estar orquestadas por las autoridades locales. “Es una zona gris en la que participan funcionarios de gobierno en combinación con grupos de la delincuencia. No se trata de una agresión oficial del gobierno contra la prensa, sino de una combinación de narcopolítica o de grupos de la delincuencia que no tienen rostro y es muy difícil identificar de dónde vienen las agresiones”, explicó Carrasco.
México es uno de los países más peligrosos para el periodismo, pues del año 2000 a la fecha se contabilizan 150 asesinatos de comunicadores. Según una investigación del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), al menos cinco periodistas fueron asesinados en relación directa con su trabajo en el año 2020. Veracruz ha sido el estado “más mortífero” del país, con al menos 21 periodistas asesinados, entre 2011 y 2020, según datos de Reporteros Sin Fronteras.
La periodista estadounidense Dana Priest, ganadora del Premio Pulitzer en dos ocasiones, también participó en la investigación de Forbidden Stories. Desde la redacción de The Washington Post narró su experiencia en este proyecto de periodismo colaborativo. “Fue muy satisfactorio retomar un caso que ocurrió hace años, pero que sigue siendo relevante en la actualidad”, comentó. N