La brecha para alcanzar un modelo de negocios más responsable es enorme. Sin embargo, la tecnología está haciendo lo suyo.
En los últimos años, el cambio climático ha cobrado protagonismo en la agenda pública de gobiernos, sociedad civil y, por supuesto, de organizaciones en todo el mundo. Año tras año, en el Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés) de Davos, Suiza, el llamado a la colaboración entre diferentes frentes se hace presente para frenar el impacto que genera el calentamiento global.
Y, así, en medida que en la agenda pública el tema cobra mayor relevancia y urgencia, lo hace también el apoyo de la tecnología para mitigar su impacto. En este sentido, existen diferentes iniciativas impulsadas por empresas tecnológicas para alcanzar una economía circular, la cual promueve la eliminación de desechos y el uso continuo y seguro de los recursos naturales, y que, de acuerdo con el WEF, ofrece una alternativa que puede generar hasta 4.5 billones de dólares en beneficios económicos para 2030.
Si bien, los retos que enfrentamos como humanidad derivados del cambio climático son enormes, existen mecanismos internacionales que nos permiten generar sinergia entre diferentes actores. Muestra de esto es la Agenda 2030 de Naciones Unidas, la cual sienta las bases de la colaboración internacional para tener un mundo sostenible a través de 17 objetivos.
A pesar de que estamos a exactamente menos de diez años para alcanzar estos objetivos que dicta la Agenda 2030, la realidad es que, en términos de economía circular, estamos dando los primeros pasos. El Circularity Gap Report indica que solamente 9.1 por ciento de nuestras actividades ayudan a crear una economía circular.
Entérate: Los celulares deberían durar 25 años para compensar su impacto en el medio ambiente
La brecha para alcanzar un modelo de negocios más responsable es enorme. Sin embargo, a medida que la tecnología se vuelve un habilitador de esta transformación en cada una de las actividades de las compañías, mayor será el impacto que generemos para cerrar dicha brecha.
Esta transformación significa integrar la tecnología en los modelos de negocio y entregar mejores experiencias a nuestros clientes, colaboradores, inversionistas y proveedores. Para lograrlo se necesita contar con herramientas que permitan gestionar datos de forma inmediata y agilizar procesos.
Esto a menudo incluye cambios radicales en la cultura de la organización que impacta en las tareas de una empresa y en la forma en que los colaboradores interactúan dentro de todo el ecosistema. Bajo este esquema, las empresas se han planteado la necesidad de hacer un mejor uso de sus recursos. Esto puede ir desde replantearse la manera en que se gestionan las cadenas productivas de las empresas hasta mejorar la gestión de procesos como los viajes de negocios.
Cuando hablamos de digitalización de procesos, el impacto en las compañías va más allá de la propia reducción de recursos materiales –como el papel que se empleaba en ciertas actividades manuales–, es decir, también estamos hablando de generar nuevas experiencias para nuestros colaboradores, al tiempo que se crean buenas prácticas de cumplimiento de políticas.
Lee más: Preocupa a académicos crisis de sustentabilidad y deterioro del medio ambiente
La transformación de procesos muchas veces puede tratarse de actividades diarias como la gestión de gastos. De acuerdo con un reciente estudio de IDC “The Business Value of Concur Invoice”, las áreas de cuentas por pagar que implementaron esta solución en la nube aceleraron 51 por ciento el tiempo promedio para pagar a los proveedores y redujeron 34 por ciento el tiempo dedicado a tareas y actividades transaccionales relacionadas con la gestión de facturas.
Estos beneficios intangibles pero determinantes para la experiencia del colaborador también se traducen en reducción de riesgos de procesos manuales. Por ejemplo, PwC estima que las compañías pierden en promedio 7.5 por ciento de sus documentos y que recuperar un documento perdido costaría 122 dólares.
Siguiendo este argumento, cuando hablamos de una óptima gestión de gastos habilitados por tecnología, los beneficios no solo se limitan a la empresa; los colaboradores también se ven beneficiados. Pensemos en todos los tickets o comprobantes que se pierden, las fechas de facturación vencidas, las notas de la gasolina rotas y el taxi que no da factura. Cuando el área de finanzas decide digitalizar todos sus procesos de pagos garantiza también una mejor experiencia a su colaborador en la devolución de sus viáticos y gastos de representación.
Muchas compañías están cambiando sus prioridades para enfocar los objetivos corporativos hacía una perspectiva que abrace la sustentabilidad. Actividades clave para los negocios como la gestión de gastos y viajes corporativos resultan en un buen inicio para fortalecer las estrategias de sustentabilidad de las compañías.
Entre las acciones para crear esta conciencia se pueden mencionar, por ejemplo, la selección de proveedores con prácticas sostenibles como el uso de energías renovables, elección de rutas de vuelo o tren que muestren bajas emisiones de carbono, así como la concienciación y cambio de hábitos durante el hospedaje; capacitación a los colaboradores sobre las formas en que pueden reducir su huella de carbono y políticas empresariales de reforestación para contrarrestarla; contratación de opciones híbridas en el alquiler de automóviles, entre otras. Si se crea una estrategia —apalancada con soluciones innovadoras—que no solo respalda una mejor elección de proveedores, sino que además lo premia, nos permitirá cerrar la brecha de más del 90 por ciento que se requiere para migrar a una economía circular.
En la medida en que nuestra cultura organizacional adopte procesos que nos permitan enriquecer estrategias con un enfoque de sustentabilidad, mayores serán los beneficios no solo para las compañías y sus colaboradores, sino para el medioambiente. En un panorama cada vez más competitivo, donde las reglas del juego cambian constantemente, aquellas empresas que mantengan como aliada a la tecnología serán capaces de adaptarse rápidamente a estas reglas.
Con esto concluyo que hay dos hechos en el actual panorama de los negocios. El primero es que la sustentabilidad de las empresas es un diferenciador ante sus inversionistas, clientes y colaboradores; el segundo es que la tecnología juega un factor clave para que estas compañías alcancen su factor diferenciador.
—
El autor es director general de SAP Concur en México, una solución en la nube que automatiza el proceso de gestión de gastos de viajes corporativos.