Para el ex director de Salud Mental y Adicciones del Instituto de Servicios de Salud del Estado de Aguascalientes (ISSEA), Héctor Grijalva Tamayo, la estrategia de prevención del suicidio, basada en la terapia dialéctica conductual (DBT, por sus siglas en inglés) aún no ha demostrado su eficacia para reducir la problemática, a pesar de que se continúa capacitando al personal de psicología del sector salud en dicha materia.
“Nosotros comenzamos Agua Clara hace 20 años con lo que teníamos a mano, que eran una gran cantidad de recursos estratégicos y tuvimos muy buenos resultados en 10 años, en 2018 aplicamos los mismos programas que se venían haciendo pero con recursos y dirección y los resultados están a la vista, y el año pasado que se aplicó este programa tan promocionado, ya vieron el resultado, fue desastroso, y nos ubicó en primer lugar a nivel nacional en incidencia de suicidios”.
Comentó que no se trata de un método novedoso ni que haya demostrado resultados al 100%, a pesar de estar sustentado en bases científicas.
“Este método lo aplicaron todo el año pasado, en gran parte por eso fue mi salida, pero ese método no tiene nada de novedoso, yo lo conozco perfectamente bien, no es nuevo, ni es el que sirve para el suicidio, ni es el único”, aseveró.
Por otra parte, señaló que el presupuesto actual aprobado por el Congreso Estatal para el Centro de Salud Mental “Agua Clara” que supera los 15 millones de pesos, en la actualidad ya resulta insuficiente para atender las necesidades de salud mental de la población.
En los dos años recientes, se realizaron obras de infraestructura enfocada a la salud mental como el Centro de Psicoterapia Infantil “Cielo Claro”, la Unidad de Salud Mental de San Francisco de los Romo y la conformación de la línea de atención “Vive”.
En este sentido, Héctor Grijalva destacó la necesidad de contar con una unidad de salud mental en cada municipio de Aguascalientes para ampliar la cobertura de los programas de salud mental y atención psicológica.
Sobre la propuesta de crear un centro especializado en la atención y prevención del suicidio, Grijalva Tamayo consideró que no sería la mejor opción ya que podría inhibir la atención de los ciudadanos con problemas psicológicos.
“Cuando se creó la propuesta de Agua Clara, el centro se iba a llamar ‘CIPRES’, que quería decir Centro Integral para la Prevención del Suicidio, pero el sólo hecho de llevar el nombre del suicidio en el título podría provocar rechazo, podría provocar un cierto escarnio social, entonces decidimos mejor ponerle el nombre de Agua Clara, pero yo creo que no se necesita un centro especial, pero sí que hubiera una unidad de salud mental en cada municipio”.
Incluso, sugirió que los recursos para salud mental sean etiquetados en el presupuesto de la Secretaría de Salud, para que no estén sujetos a la voluntad del Congreso Estatal.
“Ese presupuesto se sigue otorgando, es un recurso etiquetado que da el Congreso, no es fácil, es una cantidad considerable pero creemos que esto ya no debería estar supeditado a la voluntad del Congreso, es muy buena, pero el Congreso tiene recursos para muchas cosas y creo que esto ya debería pertenecer al presupuesto regular de la Secretaría de Salud”.
Por último, hizo un llamado al Congreso Estatal para que se apruebe la Ley Estatal de Salud Mental, cuya aprobación se encuentra pendiente, así como el Programa Estatal de Prevención del Suicidio.
“Falta un programa estatal, que eso le correspondería al Congreso, y además hace tiempo que hay una iniciativa de ley de salud mental que no se ha aprobado, no sé por qué, pero debería haber un programa y una coordinación de todas las funciones estatales y municipales, por eso se le debe dar continuidad a las autoridades, porque se pierde tiempo cuando se hacen ajustes en las dependencias”, finalizó el ex director del centro Agua Clara.