Un huracán futuro que se gire y toque tierra dos veces en el noreste de Estados Unidos podría provocar inundaciones severas y marejadas ciclónicas en un área “vulnerable” de Nueva Inglaterra, según los modelos de simulación.
En un estudio publicado en Geosciences, un equipo de científicos simuló una tormenta hipotética pero físicamente plausible denominada “Huracán Rhody” que reduce su velocidad después de tocar tierra en Nueva Inglaterra, se gira y regresa para tocar tierra por segunda vez dos días después. La simulación se basó en parte en el huracán Ester, el cual hizo un giro similar cerca de Nueva Inglaterra en 1961, pero nunca tocó tierra, y otras tormentas que han afectado la región.
La investigación fue financiada por el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos y buscaba investigar los efectos potenciales de huracanes extremos en la costa del sur de Nueva Inglaterra con el fin de ayudar a las agencias como la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA) y la Guardia Costera de Estados Unidos a prepararse mejor a las comunidades costeras para riesgos futuros.
El área es especialmente vulnerable a inundaciones tierra adentro ya que sus ríos son relativamente cortos y poco profundos, y por lo tanto con más probabilidades de producir grandes vertidos durante una lluvia muy fuerte. De hecho, la región es considerada tan vulnerable a estas tormentas poderosas, que la FEMA la ha llamado el “talón de Aquiles del noreste”.
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“Por lo tanto, es importante que los proyectistas de la preparación estén conscientes de los impactos potenciales de huracanes intensos en la infraestructura de la región, para que se puedan desarrollar la evacuación y los planes de respuesta”, escribieron los autores en el estudio.
La región ha experimentado varios huracanes extremos desde la llegada de los colonos europeos. Sin embargo, no ha habido alguno en épocas recientes, dejándola relativamente mal preparada para una tormenta considerable.
Uno de los problemas que investigaron los científicos es la tendencia creciente de los huracanes a “estancarse” a lo largo de la costa norteamericana, sobrevolando una región confinada por muchas horas, como ocurrió con Harvey, Florence y, más recientemente, Dorian. La investigación previa ha mostrado que la velocidad promedio de los ciclones tropicales se ha reducido desde mediados del siglo XX.
El estancamiento de los huracanes es preocupante porque puede llevar a un aumento en las precipitaciones sobre un área determinada —provocando que los ríos se desborden e inunden—, a la vez que se exacerban las marejadas ciclónicas costeras y el daño provocado por vientos fuertes.
Al momento, no está claro que está provocando el estancamiento de los huracanes. El cambio climático es un factor posible. Sin embargo, la investigación en esta área no es tan definitiva como la evidencia que conecta el cambio climático con un aumento en la intensidad de los huracanes y la cantidad de lluvia producida.
En el peor de los escenarios de tres simulaciones puestas a prueba en el estudio de Geosciences, Rhody se acercó a Nueva Inglaterra con una velocidad de avance de aproximadamente 72 kilómetros por hora y vientos con una velocidad máxima de 209 kilómetros por hora al tocar tierra, convirtiéndola en una tormenta débil de Categoría 5 en la escala de Vientos Huracanados de Saffir-Simpson. Después de tocar tierra, la tormenta redujo su velocidad considerablemente, moviéndose gradualmente al sur y haciendo el giro que, finalmente, lo haría tocar tierra por segunda vez. La simulación mostró que este escenario traería inundaciones severas y marejadas ciclónicas en la región.
“Dado que la finalidad del estudio era despertar consciencia localmente sobre los impactos potencialmente catastróficos de un huracán considerable en el sur de Nueva Inglaterra, se eligió el inicio de la simulación de Rhody para que la primera vez que tocase tierra ocurriera en el momento de la marea alta astronómica”, dijo a Newsweek Isaac Ginis, de la Universidad de Rhode Island y uno de los autores del estudio.
“Como resultado, la máxima marejada ciclónica en la bahía de Narragansett alcanzó 7 metros, provocando una extensa inundación en tierra próxima en muchas áreas a lo largo de la costa. Las lluvias intensas —hasta 50 centímetros— durante la segunda vez que tocase tierra produjo inundaciones severas tierra adentro en todo el estado de Rhode Island”, explicó él.
Estos resultados tienen implicaciones significativas para los planes de manejo de emergencias en el área, según los investigadores. En 1966, las autoridades construyeron la Barrera contra Huracanes de Fox Point para proteger la ciudad de Providence, Rhode Island,d e las marejadas ciclónicas tras el daño extenso provocado por dos huracanes considerables y destructivos —el Gran Huracán de Nueva Inglaterra de 1938 y el huracán Carol en 1954—, los cuales tocaron tierra al oeste de la bahía de Narragansett.
En el peor escenario de Rhody, la simulación indicó que si la barrera permanece cerrada y sus bombas fallan —por ejemplo, a causa de un corte de energía o fallo del equipo—, ocurriría una inundación severa al norte. Esto subraya la vulnerabilidad del norte de la bahía de Narragansett a las marejadas ciclónicas y las inundaciones provocadas por precipitaciones, dicen los investigadores.
“El resultado importante de esta simulación es que cerrar la barrera contra huracanes llevó a una inundación catastrófica dos días después de hasta 5 a 6 metros por las precipitaciones y escurrimientos fluviales”, comentó Ginis. “Tras discusiones con administradores de emergencias de Rhode Island, parece que los grandes cortes de energía esperados en un huracán severo impedirían abrir la barrera”.
Ginis dijo que el vertido de los ríos Woonasquatucket y Moshassuck provocó aguas elevadas en más de 6 millas al norte de la barrera cerrada. “Estos resultados enfatizaron la necesidad de asegurarse de que, después de que golpee un huracán, o la barrera pueda ser abierta o las bombas de la barrera puedan operarse para verter el flujo de los ríos a través de la barrera”, expresó él.
La investigación del equipo ya se aplica en el mundo real. La Agencia de Manejo de Emergencias de Rhode Island y la FEMA llevaron a cabo recientemente un ejercicio de preparación a nivel estatal por cuatro días al que asistieron más de 150 administradores de emergencias y otras personas encargadas de tomar decisiones de todos los niveles de gobierno, basados únicamente en las simulaciones del huracán Rhody. Según los científicos, esta es la primera vez que un escenario de un huracán simulado en computadora se ha usado en entrenamiento de respuesta a emergencias.
“Típicamente, las agencias de manejo de emergencias desarrollan la preparación contra huracanes y planes de respuesta con base en huracanes históricos”, dijo Ginis. “Pero como hemos visto en tormentas recientes, como el huracán Harvey en 2017 que produjo una precipitación enorme, un huracán podría hacer daño a través de medios que no son anticipados por el público y los administradores de emergencia y podría ser muy diferente de las tormentas experimentadas anteriormente”.
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Ginis comentó que el área de Rhode Island tiene pendiente otro huracán grande, dado que el último importante se dio en 1954, aun cuando posiblemente los impactos difieran de las tormentas que han afectado el área en el pasado.
“Los huracanes históricos que afectaron Nueva Inglaterra pasaron a través de la región relativamente rápido”, dijo él. “Pero el aumento en la frecuencia del estancamiento de huracanes y el aumento asociado en las precipitaciones con toda probabilidad producirán en el futuro los impactos a través de medios muy diferentes a los de tormentas experimentadas previamente. Nuestra investigación muestra que los modelos de alta resolución se pueden usar para simular escenarios de huracanes que no son anticipados por el público y los administradores de emergencias y ayudan a prepararnos mejor para tormentas futuras”.
Los trabajadores no calcularon la probabilidad de que ocurra un escenario como el del huracán Rhody. Un giro de huracán como el que hizo Rhody es muy raro en el océano Atlántico; es más común en el océano Pacífico. Pero se espera que sus características principales, como reducir su velocidad después de tocar tierra y la lluvia excesiva, ocurran más a menudo en el futuro, según Ginis.
“El huracán Rhody representa lo más cercano al peor escenario para Rhode Island, con múltiples amenazas para las cuales las agencias de emergencia necesitan prepararse y administrarlas con recursos limitados”, dijo él.