Una funcionaria de salud ha advertido a los neoyorquinos que extremen cuidados este verano debido a que se ha detectado una gran cantidad de garrapatas, y la mordedura de estos pequeños arácnidos puede ocasionar padecimientos como la enfermedad de Lyme.
En entrevista con la estación local WIVB, la Dra. Gale Burstein, comisionada de salud del condado de Erie y profesora auxiliar de investigación en la Universidad de Búfalo, Nueva York, explicó que los funcionarios del Departamento de Salud han recibido muchos informes de garrapatas.
Estos ectoparásitos minúsculos se alimentan con sangre, y cuando se adhieren a la piel de animales o humanos pueden transmitir la bacteria que causa la enfermedad de Lyme, así como otros gérmenes que provocan infecciones potencialmente mortales, como babesiosis, anaplasmosis, tularemia, y la fiebre maculosa de las montañas Rocosas.
Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), las garrapatas suelen permanecer sujetas al huésped entre 36 y 48 horas, tiempo suficiente para que los ácaros infectados transmitan la bacteria Borrelia burgdorferi, el microorganismo que causa la enfermedad de Lyme. No obstante, si se retiran rápidamente, disminuyen las probabilidades de que las garrapatas diseminen esta peligrosa bacteria.
La dependencia gubernamental para la salud recomienda retirar estos ácaros utilizando una pinza de cejas con punta fina.
Durante la entrevista con WIVB, Burstein precisó: “La bacteria que causa la enfermedad de Lyme solo está presente en 50 por ciento de las garrapatas adultas y en 20 por ciento de las ninfas, por lo que el hecho de que te muerda una garrapata no significa que estés infectado”.
La enfermedad de Lyme suele tratarse con antibióticos, y si el padecimiento se detecta en las etapas iniciales, los pacientes casi siempre se recuperan por completo.
Los CDC informan que, en la mayor parte de los casos, el cuadro clínico inicia con un sarpullido que aparece poco después de la mordedura. Y si bien lo más frecuente es que esta manifestación cutánea se presente más o menos una semana después de la mordedura, cabe la posibilidad de que las lesiones se desarrollen en cualquier momento a partir de los 3 días y hasta los 30 días posteriores al contagio.
El sarpullido ocurre en el sitio de la mordedura y puede extenderse lentamente hasta cubrir una superficie de 30.5 centímetros de diámetro. Los CDC agregan que, a medida que se extiende, la erupción cutánea puede desaparecer en algunas zonas, creando un patrón característico “en diana” [ojo de buey].
Ahora bien, es necesario aclarar que la presencia de un sarpullido no siempre es indicativa de la enfermedad de Lyme. Las ronchas y la piel enrojecida e inflamada son signos que suelen desarrollarse tras la mordedura de una garrapata, pero la diferencia es que las lesiones desaparecen por completo después de un par de días.
En sus etapas iniciales, la enfermedad de Lyme se acompaña de síntomas como dolor de cabeza (cefalea), fiebre, escalofríos y dolor en las articulaciones (artralgias), mientras que las manifestaciones tardías incluyen dolor en el trayecto de un nervio (neuralgia), pérdida de la memoria a corto plazo, y cefalea muy intensa.
Los CDC agregan que la cifra de estadounidenses diagnosticados con la enfermedad de Lyme se ha incrementado de manera drástica desde fines de la década de 1990, y señalan que la distribución de los ácaros también se está expandiendo.
En 2017 se descubrió una nueva especie de garrapata en Estados Unidos. Sin embargo, hasta abril de este año, no se había confirmado que esta variedad sea portadora de bacterias peligrosas.
La dependencia de salud apunta a que el cambio climático podría estar provocando los cambios de distribución de las garrapatas.
Estos ectoparásitos son más activos durante los meses de verano y suelen encontrarse en zonas arboladas y herbosas, donde infestan a los animales.
Para protegerte de la mordedura de las garrapatas, Burstein propone que vistas ropa que cubra toda tu piel. También sugiere mantener el césped recortado, a fin de dificultar que los ácaros trepen en las personas. Por último, aconseja utilizar repelentes de insectos que contengan al menos 25 por ciento de DEET [N, N-Dietil-meta-toluamida].
Por su parte, los CDC recomiendan que los individuos que pasan mucho tiempo al aire libre (por ejemplo, los cazadores) apliquen en su ropa algún producto que contenga 0.5 por ciento de permetrina. Y si estás haciendo senderismo, lo más conveniente es que permanezcas en la ruta y te abstengas de caminar entre hierbas altas.
La mejor manera de detectar la presencia de garrapatas es que revises tu cuerpo diariamente, con atención particular en áreas como cabello, orejas, ombligo, entrepierna, axilas y detrás de las rodillas.
Al momento de publicación de este artículo, los CDC no habían respondido a una petición de comentarios de Newsweek.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek