La Cámara de Diputados aprobó en lo general el dictamen que crea la Guardia Nacional en México, un cuerpo de seguridad que tendrá mando civil en su administración, pero militar en su organización y disciplina
En la votación participaron 485 legisladores, de los cuales 362 estuvieron a favor y 119 en contra, aunque la discusión continúa en el pleno, pues se registraron al menos 42 reservas al dictamen.
De acuerdo con Animal Político, diputados de oposición pidieron una moción suspensiva, pues consideraron que el dictamen presentado ignoraba las aportaciones de los ciudadanos en las audiencias públicas, y porque no se cumplió con todos los procedimientos legislativos para presentarla, sin embargo fue rechazada.
El proyecto, planteado por el presidente izquierdista Andrés Manuel López Obrador como alternativa para combatir la creciente violencia criminal que golpea a México, dará un aval constitucional a la participación de las fuerzas armadas en la lucha contra el crimen organizado.
La estrategia militar, iniciada a finales del 2006 por el expresidente Felipe Calderón, es asociada con un grave incremento de la violencia en el país, que registra desde entonces más de 200,000 asesinatos y unos 37,000 desaparecidos, según cifras oficiales.
La puesta en marcha de la guardia nacional requiere de cambios en la Constitución, por lo que la Cámara de Diputados abrió audiencias públicas para recibir aportes y debatir los términos de su funcionamiento con activistas y organizaciones civiles, que expresaron su preocupación de que la presencia militar se torne permanente.
En diciembre, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU-DH), llamó a los legisladores a no emplear a las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública, y adoptar una fórmula que permita su retiro gradual de las tareas de seguridad pública.
La organización Humans Rights Watch (HRW) calificó el plan del presidente Andrés Manuel López Obrador de “una estrategia equivocada”, porque dijo que utilizar al ejército para enfrentar la violencia criminal “ha provocado abusos generalizados, incluidas ejecuciones, desapariciones forzadas y torturas”.
La organización Amnistía Internacional recordó que, desde 2006, en México ha aumentado el número de soldados y marinos desplegados para tareas de seguridad pública, y a pesar de ello, el 2018 terminará siendo el año más violento de las últimas décadas.
“Las fuerzas armadas no son adecuadas para las funciones policiales, ya que su formación se centra en la eliminación de un enemigo más que en garantizar la protección de la población y el uso de la fuerza como último recurso, como es el caso de las instituciones policiales civiles”, indicó.
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Con información de Animal Político y AFP