Desde el inicio de la llamada guerra contra el narcotráfico, México se ha caracterizado como un país peligroso que vive la etapa más violenta de su historia reciente.
Mientras que en 2012 se registró que la tasa por cada cien mil habitantes fue de 35 mil 139 delitos, mientras que, para 2017, esta tasa fue de 39 mil 369.
De la misma forma, en 2012 el número de víctimas de delitos fue de 18.8 millones y hacia el cierre de 2017 ascendió a 25.4 millones.
En cuanto a los delitos de alto impacto, para noviembre de este 2018 se registró una una tasa de 13.9 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes. Si esta cifra se compara con el registro de 2015 se tiene que, en solo tres años, la incidencia de este delito incrementó un 45 por ciento.
Los feminicidios también incrementaron en 67 por ciento y en 2017 un total de 107 mil 390 personas fueron víctimas de secuestros, desapariciones forzadas u homicidios.
Cumplir la demanda social de disminuir los niveles de inseguridad y de violencia será uno de los grandes retos que heredará el nuevo gobierno federal.
Corrupción, la gran promesa
La percepción de corrupción empeoró en este sexenio: la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) de reportó para 2012 una tasa de 47 mil 604 personas que creen o han escuchado que existe corrupción en los trámites que realizaron.
Para 2017 esa tasa aumentó a 61 mil 983 personas por cada 100 mil, es decir, 23% por ciento.
De igual forma, la tasa por cada 100 mil personas a quienes algún conocido les contó actos de corrupción en los trámites que realizó fue de 31 mil 990 en 2012, mientras que para 2017 fue de 47 mil 513 personas.
Las víctimas de la corrupción, fueron 14 mil 635 personas (por cada 100 mil) en 2017, mientras que en 2012 fue de 12 mil 080 personas por cada 100 mil.
Una inmensa mayoría de mexicanos considera que los actos de corrupción son frecuentes o muy frecuentes: 91.1% en 2017, dos puntos porcentuales más que los registrados en 2015, cuando esa cifra ascendió a 88.8 por ciento.
La percepción de corrupción en las policías mejoró, en tanto que, las instituciones de defensa nacional, los jueces y la policía federal empeoró.
El Ejército y la Marina son las instituciones que quedaron peor posicionadas: en 2012 el 15.7% de la ciudadanía percibía como corrupta a la Marina, contra un 21.6% en 2018, un retroceso de 5.9 puntos porcentuales, mientras que, al inicio del sexenio que acaba de concluir un 22.4% percibía como corrupto al Ejército, comparado con un 27.6% que así lo percibió en este 2018.
Los jueces perdieron un punto porcentual de confianza, ya que el porcentaje de ciudadanos que los perciben como corruptos pasó de 66.4 a 67.5% entre 2012 y 2018.
En el caso de la policía ministerial, la de tránsito y de la PGR, siete de cada 10 mexicanos los perciben como corruptos.