Un grupo de voluntarios excepcionales reveló los misteriosos patrones migratorios de las mariposas monarca de la Costa Occidental.
En lo que podría ser el estudio científico más poético jamás realizado, docenas de hombres de una prisión de máxima seguridad en el estado de Washington ayudaron a descubrir los patrones migratorios de las mariposas monarca de la Costa Occidental. Los internos criaron y liberaron miles de estos insectos a lo largo de varios años, a fin de que los expertos pudieran seguir el rastro de su vuelo largo y misterioso: un viaje de 800 kilómetros desde el Pacífico Noroeste hasta California.
Hacía años que David James, entomólogo de la Universidad Estatal de Washington, trataba de estudiar los patrones migratorios de las mariposas monarca de la Costa Occidental. La famosa ruta que siguen estos insectos desde Canadá hasta México no tenía un equivalente conocido en el Pacífico debido a que las poblaciones occidentales son demasiado pequeñas para seguirlas. El investigador informa que, por cada 200 mariposas que etiquetaba, solía recuperar solo una cuando finalizaba el viaje; de hecho, encontrar 200 mariposas silvestres para etiquetarlas era bastante improbable. James explica que conocer su ruta es fundamental para los esfuerzos de conservación, mas no encontraba la manera de identificarla… hasta que recibió una llamada de la Penitenciaría del estado de Washington, en Walla Walla.
La correccional estaba buscando nuevas actividades para mejorar la salud mental de quienes purgaban sentencias largas. Así que, en 2012, James empezó a trabajar con los internos para criar monarcas durante todo el proceso de metamorfosis -de larva a mariposa-, para luego etiquetar a los insectos adultos y liberarlos desde la prisión. A lo largo de cinco años, alrededor de 10,000 mariposas emprendieron el vuelo desde la prisión. Por su parte, grupos de investigadores liberaron otros millares en Washington, Oregón y Idaho.
Las etiquetas incluían direcciones de correo electrónico y poco después de que las primeras mariposas remontaron el vuelo, James empezó a recibir mensajes de personas que las habían avistado. Los informes confirmaron que los insectos invernaban en la costa de California. Doce de ellos llegaron hasta la playa Lighthouse Field State Beach en Santa Cruz, y varios más se dirigieron hacia Bolinas y Morro Bay. Entre 2012 y 2016, diversas personas encontraron 60 mariposas etiquetadas -12 de ellas, procedentes de Walla Walla- que habían volado un promedio de 792 kilómetros: y, al menos una mariposa, que recorrió 1,360 kilómetros.
Este trabajo ayuda a los investigadores a identificar lugares idóneos para sembrar algodoncillos y otras plantas que necesitan las mariposas monarca de la Costa Occidental para prosperar. Y también hizo aflorar un lado más amable en algunos de los internos. “Estaban muy preocupados porque iban a lastimar a las mariposas”, informa James, “a pesar de que estaban allí por cosas mucho peores”. Además, observar la metamorfosis de las mariposas inspiró a los hombres. “Esta mariposa cambió”, le dijo un interno a James, “y tal vez, nosotros también podamos cambiar”.
Resuelto un misterio, James enfrenta ahora uno nuevo: ¿En dónde pasan el invierno las mariposas de Idaho? Ya se ha puesto en contacto con la penitenciaría de Idaho.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek