Cerrar casos históricos en retrospectiva y con técnicas modernas forma parte de un seminario organizado por el profesor Philip Mackowiak.
Durante los últimos 25 años, Philip Mackowiak, un profesor emérito de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland, en Baltimore, ha tenido un seminario para resolver las muertes misteriosas de personalidades históricas. Las reuniones han generado algunos diagnósticos intrigantes sobre personas como Juana de Arco, Abraham Lincoln y la selección de este año, Saladino, el primer sultán de Egipto. Newsweek habló con Mackowiak sobre su obsesión con los casos irresueltos, que empezó con el escritor Edgar Allan Poe.
—¿Qué te intrigó de la muerte de Poe?
—En 1849, Poe fue hallado en una canaleta en Baltimore y murió poco después. El presentador durante nuestro primer seminario pensaba que sus síntomas eran de rabia. Con base en la vida del escritor y la historia médica, a mí me parecía más factible que hubiera muerto de delirium tremens, una condición derivada de la abstinencia de alcohol.
—¿No conocemos la causa de muerte de Abraham Lincoln y Juana de Arco?
—Nuestra pregunta alrededor de la muerte de Juana de Arco era un poco diferente. Montamos una corte para determinar si debió ser absuelta con base en una declaración de locura o bien saber si ella sufría de alucinaciones o tenía conversaciones con representantes de Dios. Nuestro jurado eligió creer lo primero. Incidentalmente, Juana de Arco fue quemada en la hoguera no porque profesara conversaciones con Dios, sino porque usó ropas de hombre.
“En cuanto a Abraham Lincoln, queríamos saber si hubiera sobrevivido de haber tenido atención en traumatología moderna. El director de una unidad hospitalaria en traumatología concluyó que Lincoln tal vez habría sobrevivido y continuado con su presidencia. En ese entonces, pensé que la conclusión era ridícula; una bala atravesó el lado izquierdo de su cabeza y destruyó todo en su camino. Pero Gabrielle Giffords (exintegrante de la Cámara de Representantes de Estados Unidos) sufrió la misma herida y se recuperó”.
—¿Qué hay de Beethoven?
—Beethoven estuvo enfermo la mayor parte de su vida. Probablemente, de joven sufrió de síndrome de colon irritable. Empezó a perder la audición tras cumplir los 30 y estaba completamente sordo a los 50. Beethoven sufría de una enfermedad polifacética que incluyó cirrosis en grado terminal. Cuando murió, tosía sangre y su abdomen estaba lleno de fluido acídico. Una autopsia reveló evidencia de atrofia cerebral, nervios auditivos consumidos y algunas anormalidades óseas. Era un desastre. El conductor del seminario pensó que probablemente sufría de sífilis. Pudo ser congénita, pero también sabemos que Beethoven frecuentaba prostitutas en una época en que se pensaba que 10 por ciento de la población europea tenía sífilis.
—¿Y por qué Saladino este año?
—El conflicto en la Tierra Santa en este momento no es muy diferente del de entonces; los actores son diferentes, pero muchos de los problemas son los mismos. Las luchas internas dentro del islam fueron un problema importante para Saladino [su nombre árabe completo era Salah al-Din Yusuf ibn Ayyub], quien pasó más tiempo combatiendo a otras sectas que a los cristianos, aunque al dirigir su atención hacia ellos, aplastó a las fuerzas francas que habían controlado Jerusalén por alrededor de 80 años.
—¿Qué opina, cuál fue la posible causa de su muerte?
—Meningitis tuberculosa, con base en sus dolores de cabeza y los problemas mentales que experimentó cuando enfermó más. Poco antes de morir, sudaba tanto que atravesaba su colchón y formaba un charco en el suelo; ese tipo de transpiración en cierta forma también es característica de la tuberculosis, la cual en ese entonces era rampante en la región. Sin embargo, nuestro presentador creía que Saladino había muerto de fiebre tifoidea.
—¿Quién será su sujeto para 2019?
—Una persona religiosa que murió de una enfermedad misteriosa durante la época medieval temprana. Tendremos a un experto en diagnósticos que tiene acceso a una supercomputadora y se enfrentará con un médico, quien hará un diagnóstico con una red de médicos en una convocatoria abierta.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek