En la primera entrega de este tema (ver artículo anterior), comentaba sobre algunos aspectos de la impresión 3D, algunas de sus aplicaciones actuales y las proyecciones a futuro en actividades comunes. En esta entrega abordaré algunos avances en impresión 3D con materiales y características diferentes a las que hasta ahora se habían fabricado y otros pronósticos futuristas sobre diversas aplicaciones de la 3D y su importancia en la llamada cuarta revolución industrial
Por ejemplo, el mercado de la impresión 3D en la industria aeroespacial espera tener un desarrollo de 2018 al año 2022 en materiales como la cerámica, plástico y metales, los cuales se podrán aplicar en la aviación civil, la aviación miliar y naves espaciales. Este mercado podrá darse en diferentes regiones como Norteamérica, Latinoamérica, Europa, la zona del Pacífico de Asia, Medio Oriente y África.
En la actualidad HP ya está incursionando en la impresión 3D en metal y a color, es decir, con esta impresora será posible imprimir piezas en metal de cualquier color y planea realizar el lanzamiento de esta impresora en este año. Otras empresas, como Markforged y Desktop Metal, Stratasys, entre otras, también están creando impresoras 3D capaces de imprimir con metal que en principio están dirigidas a la industria para entornos de fabricación pero que pronto las podremos tener, a un costo más accesible, en nuestros escritorios.
También este año, WATG (Wimberly Allison Tong & Goo), una firma internacional de arquitectura con oficinas en varias ciudades importantes del mundo, pretende diseñar la primera casa de “forma libre” impresa en 3D. Esta casa futurista sería la primera de su tipo en construirse y se caracterizaría por un diseño curvo y espacios abiertos y acondicionados de tal manera que permitirían que la casa sea caliente en invierno y fresca en verano.
Con estos avances en la impresión 3D, y algunos otros avances tecnológicos en áreas como la robótica y los drones, varios expertos aseguran que estas nuevas tecnologías nos llevan a vivir la “cuarta revolución industrial”, ya que permitirá imprimir sus propios suministros materiales en las industrias, hospitales, escuelas y en nuestros hogares justo en el momento que se requieran, reduciendo de esa manera, en algunas áreas, el costo de los inventarios e incluso de las mismas partes impresas. Los robots harían gran parte de nuestras tareas diarias y los drones cambiarían la forma de trasladarnos.
De hecho, ya se llevó a cabo hace un par de años la construcción del primer avión del mundo impreso totalmente con la tecnología 3D, por parte de la compañía Airbus. Se trata de un “objeto volador de pruebas” no tripulado, pesa 25 kg y realizó un par de pruebas de vuelo exitosas. Éste puede haber sido el inicio para que en un futuro cercano tengamos naves voladoras impresas en 3D.
Así como esta tecnología tiene perspectivas a futuro ilimitadas, también presentará ciertos retos en cuanto a la propiedad industrial y la calidad de los objetos impresos. Uno de estos retos será la de la creación de software capaz de hacer prototipos más rápidamente y que permita diseñar modelos 3D de una manera más sencilla para lograr que las impresoras sean más fáciles de usar, ya que en la actualidad aún requieren un sinfín de ajustes para crear un producto de calidad. Otro desafío será bajar el costo de las impresoras para que pronto sean productos a los que puedan acceder todas las personas interesadas en adquirir una.
La perspectiva de la tecnología de impresión 3D pretende que en un futuro sea posible lograr imprimir un sistema completo que pueda incluir varios materiales: sensores, circuitos, baterías y muchos más.
Como vemos esta tecnología aún tiene muchas cosas interesantes por desarrollar y la facilidad de acceso a ellas en la industria hará que sea más fácil alcanzar los objetivos de la impresión 3D y lograr en un futuro cercano la impresión de objetos que en este momento nos parecería imposible y que nos suenan más a ciencia ficción que a realidad.