Una sociedad que permite que se asesine a sus mujeres es una sociedad enferma, degradada moralmente. Pero si esta indolencia frente al feminicidio arraiga en la autoridad, el gesto adquiere rasgos de complicidad criminal.
La reacción ante el asesinato de mujeres en México ha pasado del asombro a la normalización del delito. El fenómeno se ha convertido en uno más de los crímenes en la lista generada por la violencia que azota al país desde hace años.
Y es precisamente esa normalización del feminicidio lo que causa náuseas, sobre todo cuando son las autoridades las que muestran el desdén ante el horror de la violencia de género.
El asesinato de una joven en los jardines de la UNAM y la reacción de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, es el ejemplo más reciente que muestra los altos niveles de insensibilidad en las autoridades frente al feminicidio.
Lesvy Berlín, de 22 años, fue estrangulada con un cable de teléfono en las inmediaciones de la Universidad más importante del país, y la brutalidad de su asesinato no causó el menor asombro en las autoridades de la Procuraduría de la Ciudad de México.
La sangre fría con la que reaccionaron los burócratas de la dependencia causa escalofríos.
Lesvy habría estado “alcoholizándose” y “drogándose” junto con “varios amigos en CU” antes del crimen, estableció sin rubor la Procuraduría en sus redes sociales. Además, la joven “dejó sus clases en CCH Sur” desde 2014, deslizó la dependencia en ese tono de justificación que enardeció a la comunidad estudiantil.
La indolente respuesta de la Procuraduría parece decir que al dejar sus clases, Lesvy habría perdido su estatus de estudiante de la UNAM, y por lo tanto era una joven más, víctima de una agresión más en la ciudad. Y el haber tomado unos tragos y consumido alguna droga, en caso de que este irrelevante dato sea cierto, la joven habría propiciado su propia tragedia.
El feminicidio refleja la degradación moral de una sociedad, pero la indolencia de la autoridad llega a adquirir rasgos de complicidad criminal y degradación institucional.
@JTJ_1