TEPIC, NAY.— La Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), una de las instituciones educativas de nivel superior más destacadas del país, se encuentra inmersa en una severa crisis institucional: un rector prófugo, millonarios desvíos de recursos e indicios de lavado de dinero ponen en riesgo la educación de 27,063 estudiantes y la autonomía que en la década de 1960 alcanzó esta casa de estudios, cuyos orígenes se remontan a 1925.
Newsweek en Español ha documentado cómo instituciones educativas de nivel superior han sido utilizadas como pantalla para triangular millones del erario hasta cuentas bancarias de particulares. Ahora nuestra investigación se centra en el caso de la UAN, identificada por la ANUIES como uno de los centros educativos más importantes del centro occidente de México, pero que se ha convertido en escenario de un thriller criminal.
Esta trama ocurre en la Ciudad de la Cultura Amado Nervo, el campus que tiene matriculados estudiantes de bachillerato, licenciatura y posgrado, incluidos varios que forman parte del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y de cuyas aulas han egresado miembros de los poderes Legislativo y Judicial de Nayarit, o el exgobernador Ney González Sánchez y su sucesor, Roberto Sandoval González.
Juan López Salazar, un contador público formado en estas mismas filas, asumió la rectoría el 9 de junio de 2010, y permaneció en el cargo hasta el 8 de junio de 2016. La suya fue una administración que tuvo a la UAN en profunda crisis económica y, en contraste, se hizo costumbre que junto con su esposa, Georgina del Rocío Gómez Estrada, hiciera vida de socialité: él como rector, ella como presidenta del voluntariado de la UAN.
En los estados, los rectores de las universidades públicas suelen ser amigos, compadres o o gente muy allegada a los gobernadores. Influir en las universidades es una manera que tienen los jefes del Ejecutivo de controlar también grupos políticos y la posible oposición, por encima de la autonomía que por ley tienen algunas universidades. Juan López no fue la excepción, recibió el abrazo de Ney González Sánchez, igual que de su sucesor, Roberto Sandoval Castañeda.
El 9 de junio de 2010, cuando asumió la rectoría, en el Teatro del Pueblo “Alí Chumacero” se dio cita la élite política local. En las primeras filas se veía al exgobernador Julián Gascón Mercado (1963-1969), en cuyo gobierno la UAN se constituyó como tal; escuchaba antento el elogioso discurso que de López hacía el gobernador Ney González.
“Es, en primer lugar, mi deseo de felicitarlos en tiempos de tanto encono político, en tiempos en que los políticos nos metemos hasta en lo que no nos debemos meter, tiempos muy difíciles de los que todos somos testigos generacionales y la Universidad Autónoma de Nayarit ha logrado salir con humildad, salir fortalecidos y eso es mi primer reconocimiento para todas y todos quienes son integrantes del Consejo General Universitario… felicidades a los líderes de los sectores, felicidades a quienes los representan y felicito al nuevo rector con quien tendré el honor de cumplir el reto de consolidar las metas que ya nos hemos trazado y trazar nuevas metas”, dijo el gobernador.
Para esos momentos la UAN pesentaba rezagos financieros —parte de ellos consecuencia del lastre federal que afecta al sector educativo—, como una nómina inflada con aviadores en las estructuras administrativas y académicas que terminarían agravándose en la rectoría de López con implicaciones delictivas.
OPULENCIA Y CRISIS
Algunos académicos reclamaban transparencia de las finanzas, pero se topaban con oídos sordos, omisos o cómplices. López por su parte recibía el visto bueno de políticos, funcionarios estatales, de las dirigencias del Sindicato de Empleados y Trabajadores de la UAN (SETUAN), del Sindicato de Personal Académico de la UAN (SPAUAN), y hasta de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEUAN), convidados todos y gozosos de cuanta comilona y evento social organizaba junto con su esposa.
La pareja se hacía fotografiar en revistas de sociales, organizaban concursos de belleza, desayunos, comidas, inauguraban eventos ostentosos con música en vivo, rifas de pantallas y múltiples obsequios; traían a Tepic a mediáticos conferencistas de televisión para que hablaran de superación personal.
“Juan López ha sido para el gobierno del estado un gran respaldo para seguir caminando por el bien de los universitarios y los nayaritas, no hay nada más importante que construir el presente y futuro académico”, decía el gobernador Roberto Sandoval, invitado principal en el Cuarto Informe del rector, el 11 de julio de 2014, en la Biblioteca Magna de la Ciudad de la Cultura.
“Avanzamos con resultados”, era el lema de López pese a que la UAN se hundía cada vez más en la crisis financiera, a medida que también su nómina de aviadores crecía, más los fondos federales que le adeudaba el gobierno local.
Durante la presentación de aquel informe, por ejemplo, el gobernador prometió que en tres años se podría cubrir todo el ingreso que se le adeudaba a la universidad, “y el rector, con ello, podría reprogramar las obras pendientes y satisfacer las necesidades que hay en las aulas”.
Sandoval aseguraba que se tendría un campus más grande y que ningún estudiante quedaría sin universidad. “Unidos cumpliremos con muchos retos, porque a la universidad se le habla con hechos y resultados. Por eso, del presupuesto de 2011 al 2014 existe un incremento del 30 por ciento del gobierno a la UAN”.
Más allá de los discursos no se veía una solución concreta, ni tampoco se habían atendido los reclamos de los académicos de que a López se le debían revisar las cuentas. Para diciembre de ese año muchos trabajadores no recibieron aguinaldo y la situación se tornó más tensa. Sorpresivamente, en 2015 algunos salarios rezagados se pagaron y también hubo aguinaldos, pero el Consejo Universitario no preguntó al rector de dónde había ingresado dinero. O al menos ahora, integrantes de ese Consejo dicen a Newsweek en Español que “nunca supieron”.
Juan López Salazar asumió la rectoría el 9 de junio de 2010, y permaneció en el cargo hasta el 8 de junio de 2016. La suya fue una administración que tuvo a la UAN en una profunda crisis económica. Foto: Hugo Cervantes.
TRANSACCIONES MILLONARIAS
Juan López diría a Jorge Ignacio Peña González, quien lo sucedió en el cargo en junio de 2016, que el dinero provino de un particular. Se trataba de 370 millones de pesos que se ingresaron a la cuenta concentradora de la universidad en Banamex, y de allí se dispersó a otras cuentas para efectuar algunos pagos. Solo que no existe documento alguno que ampare dicho préstamo.
Pero luego, este supuesto “préstamo” aparecía “abonado” junto con otros 12 millones de pesos en las cuentas de dos vigilantes de la UAN, contratados por la administración de López.
Meses atrás, sin que se supiera aún de ese préstamo, académicos y administrativos de la UAN que infructuosamente habían exigido que transparentaran las finanzas de la UAN acudieron ante el Órgano de Fiscalización Superior (OFS), dependiente del Legislativo, para que auditara las finanzas de López. El OFS incluyó a la UAN en sus auditorías de la Cuenta Pública 2015.
Quienes intuían que algo andaba mal en la rectoría de López no se equivocaban. Tan solo ese año auditado (2015), la UAN devengó un presupuesto de 2,117 millones 051,982.63 pesos, y en su manejo, el OFS halló un déficit de 1,400 millones de pesos, adeudos de 313 millones de pesos de la casa de estudios con el Sistema de Administración Tributaria (SAT) y 93 millones más con el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, aunque los descuentos sí se aplicaban a los empleados. También daños patrimoniales por 583 millones 960,432.05 pesos.
El OFS determinó “un monto observado como presunto daño o perjuicio a la Hacienda Pública por 583 millones 960,432.05 pesos, que se refiere a: falta de documentación comprobatoria de los ingresos; falta de documentación comprobatoria o justificativa de las erogaciones o deficiencias en esta; falta de recuperación de anticipos, títulos de crédito, garantías, seguros, carteras o adeudos; ingresos no depositados en la cuenta bancaria”, señala el informe de la auditoría.
Hasta con las cuotas de inscripción de los estudiantes habían arrasado, ya que los ingresos por concepto de las inscripciones escolares del ciclo 2015-2016 no fueron depositados en las cuentas correspondientes.
Entre otras irregularidades, se dispuso de 105 millones de pesos que no fueron comprobados ni justificados, de estos se pagaron 69 millones de pesos por supuestas asesorías a una empresa que no estaba en el padrón de proveedores; tampoco hubo contrato ni documento donde se estipulara objeto, vigencia, autorización, ni qué servicio otorgaría. Nada.
Se facturaron 157,000 pesos en gasolina de un vehículo, alimentos de trabajo y viáticos sin ningún soporte. Cuentas de adquisiciones de escritorios y materiales que no aparecieron, alimentos que no se supo quiénes los consumieron, viáticos sin acreditar, becas y apoyos de vacaciones que tampoco se comprobaron.
Y lo más peculiar: el OFS detectó que, desde la cuenta concentradora de la UAN en Banamex, entre marzo y diciembre de 2015 se hicieron 19 transferencias bancarias por 323 millones de pesos de la UAN a una cuenta de Santander a nombre de un vigilante de la UAN, José Ernesto Robles Delgado, con número de empleado 35120. Y a otro vigilante, Miguel Ángel Perales Covarrubias, con número de empleado 18950, se le transfirieron 10 millones de pesos, que se etiquetaron como “abono a préstamo”.
De las irregularidades financieras en la UAN, en su informe el OFS identifica como presuntos responsables al rector López, y a la secretaria de Finanzas y Administración de la UAN, Marcela Luna López. En consecuencia, el OFS presentó denuncias penales en su contra.
Para noviembre de 2016, la Fiscalía General del Estado (FGE) en voz de su titular, Edgar Veytia, hizo público que había emitido una orden de aprehensión contra Juan López Salazar por peculado y ejercicio indebido de funciones, y que incluso había solicitado a la Interpol el apoyo para su búsqueda y captura.
Pero en las fichas rojas de la Interpol no aparece ninguna en la que se indique que López Sandoval es buscado por la policía internacional, la única ficha de un exfuncionario mexicano prófugo es la del exgobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, a quien se le busca por cargos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Ese mismo noviembre, un López oficialmente prófugo hacía llegar una carta al rector Jorge Ignacio Peña González, la cual le fue entregada por mano “de un conocido”, según versión de Peña. En esta, dice el rector en entrevista con Newsweek en Español, López le habló del supuesto préstamo que le había hecho un particular, y que eso fue lo que se “pagó” en las cuentas de los dos vigilantes.
Peña González, también contador de profesión y formado, al igual que López, en las aulas de la UAN, trabajó junto a él en su círculo más estrecho, pues antes de ser electo rector fungía como secretario académico; sin embargo, asegura que nunca sospechó de los malos manejos financieros en la UAN. Dice que después de recibir esa carta, no ha tenido contacto alguno con el oficialmente prófugo López.
Ignacio Peña González, actual rector de la UAN, trabajó junto a Juan López, pero asegura que nunca sospechó de sus malos manejos financieros. Foto: Hugo Cervantes
EL PRESTAMISTA
El rector actual, Jorge Ignacio Peña González, identifica a Milton Arturo Romero González como la persona que supuestamente prestó 370 millones de pesos a su antecesor, Juan López, y que se habrían ingresado en la cuenta concentradora de la UAN en Banamex durante 2015. Dice que todo ello se lo explicó López en la supuesta carta que le hizo llegar en noviembre.
Se le solicitó copia de la carta o tener acceso a esta o a la denuncia que, dice, a nombre de la UAN presentó ante la Fiscalía General del Estado, pero se negó a proporcionarlas.
Milton Arturo Romero González es un empleado de la UAN en el área administrativa. En el listado de personal de base registrado por la Dirección de Recursos Humanos aparece con el número de plaza 55760.
–¿Quién es el prestamista? —se le pregunta al rector Peña.
—Milton Arturo Romero, un trabajador de aquí de la UAN.
—¿Puede un trabajador tener a su disposición 370 millones de pesos para prestarlos? ¿Cuánto gana aquí en la UAN?
—Su salario será de unos 20,000 pesos, eso es lo máximo que puede ganar un administrativo aquí en la universidad.
—¿Quién es Milton Romero, a qué se dedica, lo conoce?
—Claro, estudiamos juntos aquí. Milton es un conocido, yo lo conozco desde que éramos estudiantes, yo estudiaba contaduría y él estaba en la escuela de derecho. La comunidad universitaria es muy pequeña. El rector Juan López me envió una carta en noviembre donde me dice que estaba muy preocupado por las deudas, y que los préstamos en los bancos eran muy largos, muchos trámites, y que por la urgencia del dinero se le hizo fácil pedírselo a un particular, y ese particular es un trabajador que se llama Milton Romero, y su esposa y su hija. Milton es un trabajador de la universidad que es auxiliar administrativo.
–¿Un trabajador de la universidad, auxiliar administrativo su esposa y su hija, tienen la capacidad económica para prestar 370 millones de pesos a la universidad?
–Allí está el asunto. Y después ese dinero se ingresó en las cuentas universitarias y se transfirió en nómina, gasto operativo, programas académicos, eso está bien detectado cómo se fue gastando. Nosotros lo que hicimos fue presentar todas las evidencias ante la fiscalía para que se deslinden responsabilidades, porque le vino a hacer un daño muy fuerte a nuestra institución y nosotros queremos que quede claro qué fue lo que pasó para poder continuar con la vida académica de la institución.
–Quiere decir que el exrector Juan López, que es además contador de profesión, necesitaba dinero para la universidad, ¿el consejo aprobó que se lo pidiera a un particular?
–Entiendo que no. Yo fui parte del consejo y nunca aprobamos. En el presupuesto de egresos de la universidad hay un artículo donde se autoriza al rector para buscar los mecanismos y recursos financieros para compensar el déficit, pero no supimos cómo lo obtuvo.
Así que, en 2015, Santa Claus llegó a la UAN de la mano de Milton Arturo Romero, pero, según dicen otros integrantes del Consejo Universitario, a nadie se le ocurrió preguntar de dónde provenía ese dinero, contante sonante.
“A quien debía indagarse es a esta persona, Milton Romero… Es persona clave en todo esto, es persona clave, y a los dos vigilantes a los que se les transfirió el dinero”, dice el rector Peña.
Milton Arturo Romero no era un simple subordinado del rector López. En el periodo de 2012 a 2016 ocupó el cargo de secretario de capacitación sindical en el Sindicato de Empleados y Trabajadores de la UAN (SETUAN), con Luis Manuel Hernández Escobedo como secretario general.
Su relación iba más allá del ámbito laboral: Milton Arturo hizo al rector y su esposa sus compadres, al apadrinar estos al menor de sus hijos, llamado como él mismo y con el sobrenombre de Oso.
A Milton Arturo Romero le gusta hacer de sus festejos familiares eventos públicos a lo grande, y que de ello den cuenta las revistas de sociales, las mismas donde una y otra vez Juan López y su esposa Georgina hicieron anunciar sus eventos sociales con membrete de la UAN. En más de una ocasión Romero pagó portadas y coberturas de publicaciones que retratan a la socialité nayarita, como la fiesta de 15 años de su hija en el antro El Hilo, o los cumpleaños de su hijo Milton Arturo.
Las fiestas temáticas del pequeño Oso congregaban a la plana mayor de la UAN, los jerarcas sindicales, funcionarios locales y políticos, y naturalmente al rector Juan López Salazar y su esposa, Georgina Gómez Estrada, los padrinos de Milton Arturo.
Por ejemplo, para sus cuatro años, la fiesta reunió a 200 invitados, apareció en la portada de Rostros junto con una cobertura fotográfica de la fiesta, en la que estuvieron también el secretario del Ayuntamiento de Tepic, Luis Berumen, y el líder del SPAUAN, Carlos Muñoz.
Para sus cinco años, la fiesta de Milton Arturo fue mucho más ostentosa, reunió a 500 invitados “como solo el licenciado Milton Romero González y la señora Paula Cervantes de Romero saben hacerlo, se llevó a cabo la celebración número cinco de cumpleaños para Oso, su hijo menor”, consigna la nota social de esa fiesta, que tuvo lugar en la Huerta María Margarita, una elegante finca que se alquila para exclusivos eventos. El festejo fue amenizado con los famosos payasos Los Chicharrines, un espectáculo de superhéroes, música, “y las atenciones de la familia Cervantes, que se distingue por ser espléndidos anfitriones siempre”, resalta la crónica.
En alusión a Romero, el rector Peña habla del préstamo de 370 millones de pesos: “Lo que me explica el contador Juan López en la carta es que los procesos ante autoridades federales y los créditos eran muy largos, y la urgencia que tenía él de liquidez para tener recursos, a él se le hizo fácil, no lo dice así, pero explica que busca este préstamo particular y comienza él a financiare así… pero todos estos movimientos de ingreso y egreso no están sustentados en ningún documento… La suma son 370 millones en préstamos de un trabajador que se llama Milton Romero y su esposa y su hija”.
Según Ángel Aldrete, dirigente de la FEUAN, la universidad tiene un problema financiero fuerte, pero aparte hubo mal manejo administrativo. Foto: Hugo Cervantes
LA RED DEL EXRECTOR
Peña no especifica el nombre de la hija de Romero, y es que este tiene dos hijas y ambas están en la nómina de la UAN al igual que su esposa, Paula Cervantes Amaral, igual que sus cuñadas y cuñado, este último, precisamente, uno de los dos vigilantes a quienes se identifica como receptor de los 323 millones de pesos de las cuentas de la UAN.
En la lista de recursos humanos de la UAN aparecen Atena Sinahi Romero Cervantes, con dos plazas, la número 12230, adscrita al área Becarios, como “auxiliar de servicios varios” de tiempo completo, con percepciones anualizadas de 154,763.75 pesos más prestaciones; y la plaza número 12231, adscrita a la Dirección de Finanzas como oficial administrativo, de tiempo “normal” y sueldo por contrato anualizado de 1751 pesos, más prestaciones. Y Grecia Paola, de los mismos apellidos, con la plaza 32110, adscrita al área Becarios como oficial administrativo de tiempo completo.
En su página de Facebook, Grecia se promueve como propietaria del autolavado Grechy, en el fraccionamiento Villa de la Paz, en la misma calle donde Milton Romero recién construyó departamentos y locales comerciales.
Paula Cervantes Amaral aparece en la nómina de la UAN, con la plaza 50230, adscrita al Departamento del Fondo de Préstamos Sindicales como oficial administrativo de tiempo completo con un salario anualizado de 247,582.04 pesos más prestaciones, que suman 338,858.52 pesos de costo anual de servicios personales.
Paula tiene una hermana llamada María, quien también aparece en la nómina de la UAN con el mismo cargo que su hermana. María es esposa de José Ernesto Robles Delgado, el depositario de las transferencias que la administración de Juan López realizó por 323 millones de pesos. En la misma nómina de la UAN aparecen otras dos mujeres con los mismos apellidos Cervantes Amaral, una llamada Rosario, adscrita a la Dirección de Vinculación Social, y otra llamada Olga, adscrita a la Dirección de Desarrollo Bibliotecario.
En la carta, el rector López Salazar —según versión de Peña— le dice que las transferencias a las cuentas de los dos empleados de la UAN fueron por el supuesto “préstamo”.
LOS RECEPTORES
José Ernesto Robles Delgado y Miguel Ángel Perales Covarrubias fueron contratados como vigilantes de la UAN en la administración de Juan López Salazar. Robles Delgado ingresó el 1 de junio de 2015, con número de empleado 10886. Sigue activo en nómina de base administrativa, adscrito al Departamento de Vigilancia de la Dirección de Servicios Generales. Su plaza es de tiempo completo, con sueldo de 4647.95 pesos y un sobresueldo por el mismo monto.
El otro destinatario del dinero, Miguel Ángel Perales Covarrubias, fue contratado el 12 de septiembre de 2011, con número de empleado 9537. Está activo en la nómina de Becarios con puesto de vigilante, y con una plaza de tiempo completo y un salario de 7680.73 y un sobresueldo del mismo monto.
Cuando en su auditoría el OFS detectó los millonarios depósitos a las cuentas de estos empleados, preguntaron al entonces rector López por tales transferencias y se les dijo que eran de un “préstamo”, pero no hubo ni contrato, ni pagaré, ni documento alguno que avale dicho préstamo ni los términos de este.
En noviembre, cuando López estaba ya en fuga, José Ernesto Robles Delgado tramitó un amparo indirecto, promovido por su esposa, María Cervantes Amaral, “contra actos del Fiscal General del Estado de Nayarit, Agentes del Ministerio Público de la Primera, Segunda y Tercera Guardia de Atención Ciudadana de la Fiscalía General del Estado de Nayarit y director general de la policía de Nayarit División de Investigación”.
Peña, el actual rector, precisa: “Juan López dice que recibió un préstamo de 370 millones de pesos de un particular, que se ingresó en la cuenta de Banamex de la universidad y desde allí se transfirió a subcuentas diversas, entre estas se hizo una transferencia a Banorte, y de allí se transfirió a dos vigilantes”.
–¿Por qué no se lo regresa Juan López a Milton?
–Ese movimiento es irregular, son esas dudas que tenemos. A mí Juan López me manda esa carta, exonera a la secretaria de Finanzas y dice que nadie asume la responsabilidad más que él.
Juan López Salazar es el primer rector en la historia de México que se convierte en un prófugo de la justicia. Pero el “prófugo” acusado de peculado seguía cobrando un salario, ya que oficialmente estaba en un año sabático. Mas, en enero pasado, el mismo López pidió al área financiera de la UAN que le suspendiera su pago, dice el rector Peña. No obstante, hasta hoy conserva su plaza adscrito al Centro Multidisciplinario de Bahía de Banderas.
Su esposa, Georgina del Rocío Gómez Estrada, aparece en la plantilla como personal de burocracia (en una lista de 2009), con el número de plaza 856, adscrita al Departamento de Control Presupuestal, aunque su salario no está especificado.
Este medio preguntó a la fiscalía si ya se identificó a los responsables del incendio, y la respuesta fue que, derivado de que la investigación está en curso, no podría darse mayor información. Foto: Hugo Cervantes
LA QUEMA DE EVIDENCIA
La madrugada del domingo 19 de febrero, un área clave en esta trama ardía en llamas. El edifico administrativo de la UAN fue incendiado en un afán por desaparecer pruebas. Los “token” bancarios, chequeras, se perdieron, junto con comprobaciones fiscales.
El fiscal del estado declararía en rueda de prensa que el incendio había sido provocado. “El peritaje es muy claro: sí hubo solventes, no se puede considerar accidente, fue intencional, eso es preliminarmente lo que tenemos a través de las periciales iniciales y estaremos investigando, pero hay que acallar los rumores y dejar muy en claro a la autoridad y a la sociedad que aquellos pillos que creyeron que se iban a evadir de la justicia, porque decidieron quemar el área administrativa, pues precisamente les dejamos en claro que ha sido liberada ya en contra de Juan López Salazar, exrector de la universidad, la orden de aprehensión debidamente requisada por la PGR que es de extradiciones, para que sea buscado en cualquier lugar del mundo, y se mandó a Interpol el requerimiento y búsqueda y localización del exrector.
“Yo pienso que Juan debería de dar la cara a los nayaritas y dejarnos en claro qué hizo con ese dinero, cómo dispuso él, cómo lo sacó de la misma UAN, que nos diga a todos, que nos explique; se le confirió la confianza de ser rector, la máxima autoridad que habrá de dirigir los destinos de esta universidad, simplemente nos corresponde a nosotros ejecutar esta acción penal y que tenga su día; hasta ahora es presunto, para mí es inocente, las pruebas lo incriminan, sin embargo, tendrá que responder, tendrá su día allí en la corte, o tendría su día en el juzgado y habrá de defenderse como mejor le convenga…”.
Este medio preguntó a la fiscalía si ya se identificó a los responsables del incendio, y la respuesta fue que, derivado de que la investigación está en curso, no podría darse mayor información; sin embargo, una de las versiones extraoficiales es que pudo ser provocado por supuestos integrantes del crimen organizado.
INDICIOS DE LAVADO
“Me ha explicado la fiscalía, entiendo que la orden de aprehensión se giró por peculado y ejercicio indebido de funciones, se ha comentado esa parte de lavado de dinero, pero a mí no me han informado si se está investigando esa vía. Nosotros hablamos con la fiscalía cuando fuimos a presentar la denuncia de hechos y preguntamos esa parte, ¿qué sigue? Dijeron: ‘Déjennos a nosotros investigar y sobre eso ya nosotros decidimos dar vista a PGR’”, cuenta el rector Peña durante la entrevista.
Rememora que en diciembre le pidió al presidente Enrique Peña Nieto rescatar a la UAN de su crisis. “Le pedí apoyo para resolver el problema a fin de año. Expliqué el tema al subsecretario de Educación Superior; obviamente es una situación irregular, no hay manera de esconder el tema, yo lo platiqué también con el de ANUIES, lo hablé con diputados. Se tiene la presunción de que la crisis que vivimos en la universidad es derivada de esos manejos. A mí me ha costado mucho trabajo. Cuando voy a la Ciudad de México y solicito recursos me dicen: ‘¿Para que se los sigan robando?’”.
Hoy la crisis que vive la UAN, explica el rector, no es solamente financiera, sino de credibilidad. “Yo tengo en la institución desde 1978, como estudiante y yo no veía un momento de tanta vulnerabilidad, cualquier cosa que se haga ahorita genera desconfianza”.
Ángel Aldrete, dirigente de la FEUAN en la rectoría de Juan López y parte también del Consejo Universitario, dice que el de la universidad “es un problema estructural, que tiene un problema financiero fuerte, pero que aparte hubo mal manejo administrativo. La universidad recibe préstamos de particulares sin un convenio de soporte”.
–¿Usted cree que existió el préstamo?
–No tendría certeza para decirlo, pero se debe castigar a los responsables, por justicia para la universidad. No podemos permitir que nuestra institución tenga la cara sucia, y debemos exigir justicia para nuestra universidad.
“Yo estuve como dirigente cinco años, que fue el periodo del rector ahora prófugo y no vimos nada, en ningún momento nos dimos cuenta de que hubiera malos manejos, ni sabíamos. La PGR debe investigar de dónde provino ese dinero, de qué fuente, de qué familia, de qué personas, y así se debe castigar a los responsables”.
La versión de la Fiscalía de Nayarit es que Juan López no se encuentra en la entidad, pero el exrector prófugo al parecer tiene una hábil defensa. Por lo pronto, el 21 de marzo el Juzgado Segundo de Distrito de Amparo Penal le concedió una suspensión definitiva para que no sea aprehendido, pero a condición de presentar una fianza de un millón de pesos.
Newsweek en Español preguntó a la fiscalía que dirige Edgar Veytia el estatus de la indagatoria y si existe investigación contra Milton Romero, José Ernesto Robles Delgado y Miguel Ángel Perales Covarrubias. La respuesta, a través del área de prensa, fue que, al margen del exrector, “de los demás involucrados algunos no se clasifican como imputados o indiciados, sino que fungirán como testigos”. No especificó nombres, “por el sigilo de la investigación”.
Para la UAN los manejos de sus administradores tendrán mayores implicaciones negativas: el 11 de febrero, en el Periódico Oficial de Nayarit apareció publicado el decreto del gobernador Sandoval para “reformar, adicionar y derogar diversos artículos a la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Nayarit”. Entre otros, se le resta autonomía a la UAN y se determina que esta tendrá un Órgano Interno de Control, y que dicho órgano, al igual que los nombramientos y remociones de los titulares “de las dependencias”, no estarán reservadas al Consejo General Universitario.
Para los académicos, tal decisión representa una regresión en la historia de la UAN. En entrevista explican que las reformas “son un retroceso absolutamente inaceptable, que se está justificando con el colapso en términos financieros que vive la Universidad”.
Dicen que han solicitado a la rectoría actual que presente un recurso de inconstitucionalidad para defender la autonomía universitaria, “pero lo que hemos encontrado es el silencio de la administración rectoral”, explica uno de los académicos.
Refieren que desde 2016 a 500 de ellos dejaron de pagárseles sus salarios completos, a pesar de que estos provenían en 60 por ciento de recursos federales. La única versión oficial que han recibido es que es por culpa de los malos manejos financieros de Juan López, el rector prófugo que en otros tiempos recibió el abrazo de los gobernadores.