Con los ojos del mundo puestos en Londres el día después de un letal ataque terrorista afuera del Parlamento, una serie de incidentes violentos cubrieron Ucrania el jueves, enfatizando lo que legisladores en Kiev dijeron que era una acción encubierta de Moscú para desestabilizar al país.
El asesinato a plena luz del día de un legislador ruso exilado en el centro de Kiev la mañana del jueves se dio pocas horas después de una explosión enorme en un depósito militar de municiones en la ciudad de Balaklia al noreste de Ucrania, lo cual obligó a evacuar a 20,000 personas, según el Servicio del Estado de Emergencia de Ucrania.
En una reunión con funcionarios de seguridad en Kiev el jueves, el presidente ucraniano Petro Poroshenko abordó el paralelismo en los tiempos de los incidentes. “Creo que no es una coincidencia que el asesinato se diera el mismo día que el sabotaje en Balaklia”, dijo Poroshenko.
“Es una vieja estrategia rusa el planear y llevar a cabo sus ataques cuando el mundo está mirando a otra parte”, dijo Marcel Van Herpen, director de la Fundación Cicero, un grupo holandés de expertos, a The Daily Signal. “El ataque terrorista en Londres y el embrollo continuo en la Casa Blanca le dan al Kremlin una ocasión excelente para sus acciones desestabilizadoras”.
También el jueves, en Odessa, un centro naviero en el mar Negro y la tercera ciudad más poblada de Ucrania, la principal agencia de seguridad de Ucrania arrestó a nueve hombres acusados de pertenecer a una pandilla de sabotaje organizada por la agencia de inteligencia militar exterior de Rusia, la GRU.
“Llevamos a cabo una operación especial de múltiples etapas para desarmar la red supervisada por los servicios especiales rusos”, dijo el jueves Oleksandr Tkachuk, jefe de departamento del Servicio de Seguridad de Ucrania, o SBU, según Radio Polonia.
Van Herpen dijo que la redada del SBU en Odessa probablemente fue un “golpe de suerte”, cuya oportunidad coincidió con los otros incidentes el jueves.
Sin embargo, “deja en claro que el Kremlin no ha cedido en sus planes agresivos de reconquistar Novorossiya”, añadió Van Herpen, refiriéndose al histórico imperio ruso al norte del mar Negro, el cual es la actual Ucrania.
Modus operandi
Un exparlamentario ruso llamado Denis Voronenkov, un crítico del presidente ruso Vladimir Putin quien huyó a Ucrania en 2016, fue acribillado alrededor de las 11:25 a.m. del jueves cuando salía del hotel Premier Palace en el centro de Kiev con su guardaespaldas.
El guardaespaldas respondió el fuego y fue herido en el intercambio, según una declaración del jefe de policía de Kiev, Andrei Krishchenko.
Voronenkov murió en la escena después de recibir cuatro disparos: dos en la cabeza, uno en el cuello y en el estómago, según las autoridades. El asesino, quien fue herido en el intercambio, murió después durante una cirugía en un hospital de Kiev, según reportes noticiosos ucranianos la tarde del jueves.
En una declaración el jueves, Poroshenko, el presidente de Ucrania, llamó al homicidio de Voronenkov un “acto de terrorismo estatal por parte de Rusia”.
“Una vez más, vemos un método del manual de las fuerzas especiales rusas que hemos visto en repetidas ocasiones en varias capitales europeas”, dijo Poroshenko en la declaración.
El cuerpo de Voronenkov yacía en un charco de sangre en la acera a pocas yardas del Parque Shevchenko, un lugar popular para familias y estudiantes que disfrutan de una tarde primaveral, y cerca de la entrada de la Universidad Nacional de Kiev Taras Shevchenko, la máxima institución académica del país.
A Voronenkov y su esposa les concedieron la ciudadanía ucraniana en diciembre de 2016. El ex legislador ruso era un testigo clave en el caso de traición en Ucrania contra el ex presidente ucraniano Viktor Yanukovych, quien huyó a Rusia después de ser derrocado por manifestaciones proeuropeas en febrero de 2014.
Voronenkov era un crítico franco de Putin. En febrero de 2017, el ex miembro del Partido Comunista ruso comparó al régimen de Putin con el de la Alemania nazi.
“La situación en Rusia ahora es como la de la Alemania nazi de Hitler”, dijo Voronenkov en una entrevista con medios ucranianos. “Todos sabían que él mató judíos pero siguieron colaborando por muchos años, pretendiendo que no pasaba nada… Muchas cosas ahora son idénticas en Rusia”.
El asesinato descarado de un crítico de Putin de tan alto perfil llevó a algunos, incluidos Poroshenko y el fiscal general ucraniano Yuriy Lutsenko, a especular de inmediato que Rusia estaba detrás del ataque.
“Fue una ejecución ilustradora típica del Kremlin”, escribió Lutsenko en Facebook.
“No es algo bueno”
Para la tarde del jueves, la cantidad de bajas por la explosión en el depósito de armas de Balaklia seguía siendo incierta. Y aun cuando, para la tarde del jueves, los investigadores no habían anunciado oficialmente si fue un accidente o un acto deliberado de sabotaje, muchos legisladores ucranianos y analistas extranjeros de inmediato especularon que Rusia estaba involucrada.
Van Herpen describió la explosión en Balaklia como “tremendamente desestabilizadora”. “Es uno de los depósitos más grandes en Ucrania, y es una señal para el gobierno ucraniano de que Rusia puede golpear a Ucrania donde elija hacerlo”, dijo él.
Sin embargo, algunos dudaron si los incidentes del jueves a lo largo y ancho de Ucrania fueron cronometrados deliberadamente para coincidir entre sí.
“No pienso que estén relacionados, pero no da exactamente una imagen de estabilidad”, dijo Michael Bociurkiw, ex portavoz de la Misión Especial de Monitoreo de Ucrania de la OSCE, a The Daily Signal. “En cualquier gran capital, cuando le disparan a una figura pública en el centro de la ciudad a plena luz del día, eso no es algo bueno”.
La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, u OSCE, es el grupo multinacional a cargo de monitorear el cese al fuego en la guerra de Ucrania.
La guerra en marcha en el este de Ucrania, la cual empezó en abril de 2014, ha inundado el mercado negro de Ucrania con armas y municiones ilegales. Según Bociurkiw, la disponibilidad de armas provenientes de la zona de guerra podría ser una amenaza a la seguridad de Ucrania.
“Sabemos que hay muchas armas circulando en Ucrania, y esto ha llevado a más criminalidad”, dijo Bociurkiw.
Según la Fiscalía General de Ucrania, hubo alrededor de 2,000 crímenes relacionados con armas en Ucrania en los primeros nueve meses de 2014, en comparación con 581 durante el mismo período en 2013, un aumento del 345 por ciento en un año, coincidiendo con el estallido de la guerra.
Mientras tanto, los combates en la guerra en marcha al este de Ucrania no amainaron el jueves. Los militares ucranianos dijeron que les dispararon a sus fuerzas 84 veces en las 24 horas previas por una fuerza combinada de separatistas prorrusos y soldados regulares rusos, la cual había participado en operaciones de combate contra tropas del gobierno ucraniano por casi tres años.
Según los militares de Ucrania, los ataques del jueves constaron de morteros de 120 mm y 82 mm, vehículos de combate de infantería, lanzagranadas, ametralladoras y sistemas de cohetes múltiples Grad. Un soldado ucraniano murió y uno más fue herido en la lucha, dijo un portavoz militar ucraniano.
La guerra en Ucrania hasta ahora ha matado alrededor de 10,000 ucranianos y desplazó alrededor de 1.7 millones de personas.
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Este artículo apareció primero en The Daily Signal.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek