El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, cumplió recientemente con una de sus amenazas y evitó que la fábrica de aires acondicionados Carrier instalara una planta en México. Ahora, amenaza a todas las empresas estadounidenses con no tolerar su salida de la Unión Americana.
Trump advirtió que las empresas que abandonen Estados Unidos en busca de menores costos en otros países enfrentarán “consecuencias”.
Seis de ocho compañías estadounidenses de aire acondicionado se reubicaron en México, a lo que Trump lanzó un nuevo ultimátum: “no lo toleraremos más”. El magnate comentó que le gusta México, pero dará al país un “trato justo”. Además insistió en la construcción del muro fronterizo entre ambos países.
“No recibiremos nada”, dijo Trump en referencia al Tratado del Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN), el cual quiere replantear por nuevos acuerdos bilaterales, ya que desde su perspectiva es “un desastre total”
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Durante su “gira de la victoria”, Trump dijo en la fábrica Carrier en Indiana que reducirá impuestos a “lo más bajo” y cortará regulaciones que resultan aplastantes para las industrias y los pequeños empresarios.
El republicano convirtió a Carrier en un símbolo de su victoria, luego de que la empresa renunciara a crear 1000 nuevos empleos en México.
El fabricante de aire dijo en Twitter que después de un acuerdo con el presidente electo no reinstalaría su planta en el país. Sin embargo, dijo, sigue creyendo en las “ventajas de libre comercio”.
Esta no es la primera ocasión en la que Trump amenaza a las empresas, anteriormente, en sus redes sociales provocó un escándalo relacionado la la segunda automotriz más grande de Estados Unidos, Ford.
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Según el magnate, por medio de un convenio había convencido al fabricante de autos de no instalarse en México.
No obstante, Ford aclaró que trasladaría su modelo Focus a México “para dar lugar a dos productos atrayentes en nuestro centro de Michigan”, pero nunca mencionó el trasladó de la producción del Lincoln MKC a México.
Posteriormente, los directivos de Ford aclararon que no tienen intenciones de llevarse ninguna de las fábricas instaladas en México.