El papa Francisco celebró este domingo una misa ante mil de detenidos a quienes expresó un mensaje de “esperanza” y denunció la “hipocresía” de una sociedad “presa” de su individualismo.
Francisco ha visitado varias veces a detenidos, en Italia y en el extranjero.
El pontífice se salió del texto preparado para recordar: “cada vez que voy a un prisión, me pregunto por qué ellos y no yo, todos tenemos la posibilidad de equivocarnos”.
“Ciertamente, la falta de respeto por la ley conlleva la condena, y la privación de libertad es la forma más dura de descontar una pena, porque toca a la persona en su núcleo más íntimo”, dijo en su homilía.
“Aún así, la esperanza no puede perderse”, agregó.
En la misa, en la que participaron los detenidos leyendo textos litúrgicos, el papa se refirió a la difícil situación de los encarcelados.
“Se olvida que somos todos pecadores y que a menudo somos prisioneros sin darnos cuenta de ello” dijo el papa, que denunció las “contradicciones” de una sociedad que prefiere “señalar con el dedo” a los encarcelados.
El papa Francisco dijo que cuando se permanece encerrado en los propios prejuicios, o se es esclavo de los ídolos de un falso bienestar, “en realidad no se hace otra cosa que estar entre las estrechas paredes de la celda del individualismo y de la autosuficiencia”.
“Y señalar con el dedo a quien se ha equivocado no puede ser una excusa para esconder las propias contradicciones” agregó el pontífice.