El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha detenido la salida de alrededor de 1000 empleos de una fábrica de aire acondicionado localizada en Indiana, los cuales serían trasladados a Monterrey, en México, sumándose así a la retención en territorio estadounidense que el magnate logró de la producción del Lincoln MKC.
“Voy a ir a Indiana el jueves para hacer un anuncio importante respecto a que Carrier A.C. permanecerá en Indianápolis,” escribió Trump en Twitter el martes en la noche. “¡Un buen acuerdo para los trabajadores!”, agregó el empresario.
La empresa a su vez indicó por el mismo medio que le complacía haber llegado a un acuerdo con el presidente electo Trump y el vicepresidente electo Mike Pence para mantener los cerca de 1000 puestos de trabajo en Indiana confirmando que pronto habrá más detalle.
Carrier anunció a inicios de este año sus planes para cerrar una fábrica de equipos de aire acondicionado en Indianápolis, lo que representaría la pérdida de 1400 puestos de trabajo. Además dijo que otros 700 puestos de trabajo serían recortados en otra planta en Huntington, Indiana, al noreste de Indianápolis. La compañía planeaba trasladar esos puestos de trabajo a Monterrey, México, a partir del 2017.
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La decisión de Carrier de mudarse a México acaparó la atención de la prensa de Estados Unidos tras la difusión de una grabación en la que se ve a un gerente de la empresa notificando a los empleados sobre el cierre.
“La mejor manera de mantenerse competitivos y proteger el negocio a largo plazo es trasladar la producción de nuestras instalaciones de Indianápolis a Monterrey, en México”, dijo el gerente en medio de gritos y abucheos. “… Esta fue estrictamente una decisión de negocios.”
Como lo hizo con la automotriz Ford, Trump amenazó a Carrier con imponer un arancel del 35 por ciento para los aparatos de aire acondicionado que en el futuro fabrique en México. Ya como presidente electo, Trump informó durante el Día de Acción de Gracias que “trabaja duro” para evitar la salida de empleos de Estados Unidos.
Una semana después de este anuncio, ambas partes han confirmado haber llegado a un trato. Fuentes familiarizadas con la negociación dijeron a la agencia Reuters dijeron queFuncionarios del estado de Indiana, gobernado por Mike Pence, estuvieron involucrados en las discusiones, aunque no está claro qué alicientes pudo haber ofrecido el estado para convencer a Carrier de que mantuviera los empleos en el país.
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El pasado 18 de noviembre, Trump llegó a un acuerdo similar. También por Twitter el republicanoaseguró que tras hablar con el presidente de Ford Motor Company, Bill Ford, lo convenció de no llevar una planta de autos a México.
“Trabajé duro con Bill Ford para mantener la planta de Lincoln en Kentucky. ¡Se lo debo al gran estado de Kentucky por su confianza en mí!”, dijo Trump. No obstante, el anuncio de ese traslado no había sido anunciado. De hecho, se trató de un auto el que sería producido en México y no una planta.
Donald Trump habló a lo largo de la campaña de gravar a los productos hechos fuera de Estados Unidos. Ford y Carrier en específico han recibido críticas por parte del magnate por sus inversiones en México.