
EL MENSAJE del jefe del Comité de Guerra del Estado Islámico a sus comandantes sitiados es claro: Quédense y peleen hasta la muerte, o nosotros los mataremos. “Informen a todos nuestros hermanos sitiados que nunca aceptaremos la retirada… Mataremos a todos aquellos que se retiren o que alienten la retirada y trabajen a favor de ella. Y te ordenamos, Abu Yahya, que mates a todos los que se retiren”, escribió el líder sin nombre en una carta enviada aparentemente el 8 de agosto desde el cuartel general del grupo militante Estado Islámico (EI), en la ciudad siria de Raqqa, a sus combatientes en la ciudad siria de Manbij, que en ese momento se encontraba bajo sitio. La carta de tres páginas, escrita a mano, está dirigida a Abu Yahya al-Shami, que era el comandante del Estado Islámico de más alto nivel en Manbij.
Tres expertos que examinaron la carta a solicitud de nosotros piensan que es genuina, pero Newsweek no pudo confirmar su autenticidad de manera independiente debido a las dificultades que conlleva informar desde territorios controlados por el EI. Un oficial rebelde rival proporcionó una copia de la carta a un reportero de Newsweek. Todos los expertos llegaron a la misma conclusión tras leer el documento: si esa fue la forma en que los líderes del Estado Islámico se dirigieron a sus combatientes la última vez que estuvieron bajo sitio, esa será la manera en que se comunicarán con los miles de miembros del EI que actualmente se encuentran en la ciudad iraquí de Mosul. Una coalición respaldada por Estados Unidos inició una ofensiva contra la ciudad el 17 de octubre.
Expertos en la documentación administrativa del EI, entre ellos Aymenn Jawad al-Tamimi, que es miembro investigador del Foro del Medio Oriente Middle, un grupo de analistas con sede en Estados Unidos, y quien tradujo la carta para Newsweek, señala que lo más probable es que el documento sea genuino. Contiene lo que, en opinión de al-Tamimi, es un sello “auténtico” del Comité de Guerra del grupo, una oficina anexa al Comité delegado, un organismo de supervisión que forma parte de la estructura dirigente del grupo.
Foto: Reuters
En la carta, el líder reconoce que algunos combatientes desean abandonar el califato. También señala que algunos podrían desear “entregarse a los infieles”, una referencia a las fuerzas enemigas. El dirigente da instrucciones, además de presentar una justificación religiosa, a la forma en que al-Shami debe tratar con esos miembros. “Sepan que esto es apostasía, por lo que deben matar a cualquier persona que esté haciendo esto”, escribe.
A continuación, el líder identifica a un grupo de personas, probablemente habitantes de la localidad, que supuestamente apoyaban a las fuerzas rebeldes sirias moderadas que combaten al EI en Manbij y “se regocijan con su victoria”. Le dice nuevamente a al-Shami que “esto también es apostasía”, por lo que debe “matar a aquel que lo haga”.
Los expertos afirman que es muy probable que los líderes del EI en Raqqa estén enviando instrucciones similares a sus combatientes en Mosul. “Es una afirmación binaria de ‘Si no están con nosotros, están contra nosotros’, y no hay ningún punto intermedio”, afirma Charlie Winter, miembro investigador de alto rango del Centro para el Estudio de la Radicalización y la Violencia Política, un grupo británico de analistas. “Pienso que [el mismo mensaje a los combatientes] se reflejará en cualquier batalla para defender Mosul, un impulso similar para eliminar a los disidentes”.
Las fuerzas respaldadas por Estados Unidos que atacan al EI en Mosul podrían encontrar cierto consuelo en la manera en que concluyó la batalla por Manbij: los últimos combatientes del EI en la ciudad eligieron la vida en lugar de la muerte, desafiaron sus órdenes y huyeron.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek