Según cifras de Naciones Unidas,1 de cada 9 personas carece de alimentos suficientes, más de 700 millones viven en extrema pobreza y el 70 por ciento de las personas pobres son mujeres, mientras las 85 personas más ricas del mundo tienen el mismo dinero que los 3,500 millones de personas más pobres del planeta.
En México, según cifras de Oxfam, el 1 por ciento de la población tiene el 43 por ciento de la riqueza del país. Un país con amplia desigualdad en el que viven millones en pobreza extrema y algunos de los hombres más ricos del mundo.
Las pobreza aumentó en México del 51.6 a 53.2 por ciento y la indigencia de 20.0 a 20.6 por ciento entre el 2012 y 2014, de acuerdo con cifras del Panorama Social de America Latina 2015, de la Comisión Económica para America Latina y el Caribe (CEPAL).
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Por su parte, un informe del Banco Mundial (BM) sostiene que a nivel mundial la pobreza extrema se redujo, pero su erradicación está amenazada por el agravamiento de las desigualdades económicas.
En total, 767 millones de personas vivían todavía con menos de 1.90 dólares diarios en 2013, de las que casi la mitad se encontraban en África subsahariana, según los datos más recientes del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial.
En términos interanuales, esta cifra supone una caída del 12 por ciento de la extrema pobreza en todo el mundo, a pesar del crecimiento más lento, destacó el BM.
La caída es aún más pronunciada a largo plazo, si se compara con los casi 2 mil millones de personas pobres registradas en 1990.
El Banco Mundial, que aspira a erradicar la pobreza extrema antes de 2030, advierte que este objetivo no se alcanzará si no se abordan las desigualdades económicas.
“No lo lograremos salvo que hagamos que el crecimiento beneficie a los más pobres. Y, para ello, hay que tratar las fuertes desigualdades”, apuntó Kim.
Entre 2008 y 2013, los ingresos del 60 por ciento de los más ricos aumentaron más deprisa que los del 40 por ciento de las personas más pobres en casi la mitad de los 84 países estudiados en el informe.
ONU busca ciudades incluyentes y resistentes a desastres
Inclusión social, prosperidad económica y ciudades sostenibles y resistentes ante desastres: tres compromisos de la Nueva Agenda Urbana que será adoptada en la conferencia Hábitat III de la ONU, que inicia hoy en Quito, en el marco del Día Internacional de la Erradicación de la Pobreza.
Hábitat III “será un avance cualitativo en la conversación, en el debate, en el análisis de la urbanización y cómo ponernos de acuerdo todos para conseguir una urbanización mejor”, declaró el secretario de la conferencia, el español Joan Clos, durante una ceremonia en la que se izó la bandera de Naciones Unidas en la sede de la reunión la capital de Ecuador.
El borrador del documento contiene 175 puntos entre los que se destacan acuerdos para lograr la inclusión y la erradicación de la pobreza, el éxito económico de las urbes con oportunidades para todos, y el crecimiento de ciudades amigables con el ambiente y capaces de adaptarse y enfrentar cambios producidos por fenómenos naturales.
El plan además promueve el desarrollo de infraestructura resistente, tanto en asentamientos formales como informales, para reducir los riesgos y el impacto de los desastres naturales.
Asimismo constan puntos sobre el uso de energías renovables, acceso a servicios básicos, el derecho a espacios públicos seguros, facilidades para personas con discapacidad y atención a migrantes.