Hay cosas que salen tan bien que acaban mal.
Es el caso del puente de cristal ubicado en el parque naturalde Zhangjiajie, en China; las
autoridades han decidido cerrarlo de manera temporal debido a la gran afluencia
de visitantes que ha registrado.
El puente, diseñado por el arquitecto israelí Haim Dotan, se abrió
al público el pasado 20 de agosto, presumía de una capacidad para recibir cada
día hasta ocho mil personas. El éxito que acompañó la inauguración, y que
continuó las siguientes dos semanas sin menguar ni un dígito, sobrepasó con
creces las expectativas, y los cálculos que garantizan la seguridad, explicó el
portavoz del parque.
Este puente de cristal está construido a 300 metros de
altura. Tiene seis metros de ancho y 430 metros de largo, que une dos acantilados
de la montaña Tianmen (Puerta del Cielo) mediante 99 paneles con tres capas de
cristal. Se logró la obra con una inversión de 22,500 millones de yuanes (unos
3,300 millones de euros, un poco más de 3,600 millones de dólares).
Las autoridades no han dicho si el puente será
reabierto al público. Lo que sí dicen cada que alguien sugiere una fisura, un
herido, un desperfecto, es que el puente no ha sufrido daños ni se ha
registrado algún accidente.