
Utilizado y venerado desde la época prehispánica, el maguey es una planta característica de Hidalgo que desde 2012 goza de la protección de las leyes estatales para su conservación.
Mario Alberto Cortés Núñez, coordinador del programa de Rescate de Maguey de la delegación de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) en Hidalgo, informó que han sido plantadas 5 millones de magueyes en Hidalgo durante los últimos cinco años.
El funcionario federal puntualizó que el gobierno federal ha destinado 28 millones de pesos para el rescate y conservación de la planta.
“Junto con productores, comuneros e investigadores, hemos diseñado un programa de recuperación del maguey, no sólo para beneficiar a la economía, también para lograr que el campo hidalguense pueda gozar de paisajes que hoy son dificiles de observar, para dejar una herencia natural”, subrayó.
Utilizada como arma de defensa por guerreros de las culturas teotihuacanas, toltecas y aztecas, el agave magueyero estatal busca nuevas formas para su aprovechamiento racional, pues existen proyectos para la elaboración de jarabes, miel e, incluso, base para cemento.
Respecto a la sobreexplotación de este recurso natural, Juan Francisco Mendoza Guerrero, subsecretario de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario de Hidalgo (Sedragoh), indicó que se calcula que desde 1990 a mayo del año en curso, la entidad pasó de 100 millones de plantas de maguey a sólo 20 millones, es decir, 80 por ciento menos.
“Durante mucho tiempo las personas tenían la costumbre de explotar el maguey sin la cultura de renovarla para las nuevas generaciones, esa fue la principal causa del por qué se decidió, desde el gobierno, proteger el patrimonio natural de la entidad”, declaró.
El funcionario estatal destacó que el agave tiene presencia en 60 de los 84 municipios del estado, siendo las regiones Apan, Valle del Mezquital y Sierra Gorda las principales productoras de maguey.
Mendoza Guerrero destacó que son siete las principales variedades de maguey que se pueden encontrar en territorio hidalguense, entre ellos, chamini, penca larga, manso, maguey verde, cenizo y poblano.
Artesanías elaboraras de Ixtle, aguamiel para pulque, penca para barbacoa y tela para mixiote, son algunos de los variados usos que en la entidad se le da a esta planta.
En este sentido, Ezequiel Valenzuela, productor pulquero del municipio Zempoala, afirmó que el gusto de las nuevas generaciones por el pulque, además del rescate del maguey, ha permitido incrementar el respeto y protección de la planta.
“Antes, cuando la vida útil de un maguey llegaban a su final, no había preocupación por cuidar la semilla que permitía su renovación, hoy vemos con alegría que los campos han sido poblándose nuevamente de maguey”, resaltó.
El empresario con más de 40 años de experiencia en la elaboración del pulque, bebida hecha a base del aguamiel extraído del maguey, rescató que tan sólo en el municipio Zempoala se producen más de 500 litros de pulque a la semana, producto que en mercado alcanza un valor de entre 4 y 6 pesos por litro.
“Hubo una época en la cual la gente no valoraba las cualidades para la salud que tiene este producto natural y teníamos que tirarlo, desde hace algunos meses, hemos incrementado la venta, tenemos alegría de poder hoy llevar a vender pulque en estados como Puebla, Querétaro o la Ciudad de México”, mencionó.
Por otra parte, Sergio Mateo Hernández Morales, productor de barbacoa de la región Actopan, mencionó que durante los últimos 10 años, las familias dedicadas a la preparación de este alimento han mejorado el aprovechamiento de la penca de maguey.
“No podemos cortar porque si la penca, menos trasladarla a los hornos sin que se tenga un permiso, tenemos un reglamento en el cual por cada penca que cortemos se tienen que plantar de dos a tres magueyes, es una medida que vemos que garantiza que podamos seguir haciendo barbacoa de modo tradicional”, explicó.
El artesano de la cocina hidalguense subrayó que, en promedio, cada barbacoa requiere de 6 a 8 pencas de maguey para su perfecto cocimiento.
En su oportunidad, Cortés Núñez, coordinador del programa de rescate de maguey de la Sagarpa, indicó que en 2015, tres personas fueron detenidas y vinculadas a proceso por la explotación ilegal del agave.
“Se tiene una comunicación muy estrecha con los productores, con los habitantes de las comunidades, para que ellos mismos sean quienes se encarguen de observar que no se haga un uso inadecuado del maguey, el objetivo es evitar que volvamos a tener campos ‘pelones’ por la sobreexplotación de la planta”, aseguró.
Efrén Hernández Rico, productor del municipio Tepeapulco, reconoció que el cuidado de la planta se ha incrementado entre los agricultores de la región, pues consideran que los productos naturales que produce pueden prevenir diversas enfermedades de moda, entre ellas, la diabetes, los resfriados y la desnutrición.
“Hemos entendido que si protegemos y conservamos el maguey contribuimos con la salud, muchas personas desconocen los beneficios medicinales que tiene la planta, precisamente los viveros que estamos trabajando tienen la intención que todos puedan conocer los grandes beneficios de los siete diferentes tipos de agave que tenemos en Hidalgo”, dijo.
Con casi 30 años de experiencia en la labranza del campo, Hernández Rico aseguró que la Ley de protección del maguey, aprobada por el Congreso del estado en 2012 ha logrado que tan sólo en campos de Tepeapulco estén siendo cuidadas más de 125 mil nuevas plantas.
“Sabemos que es inversión a más de 10 años, pero tenemos el asesoramiento correcto y cercano por parte de técnicos de la Sagarpa y de la Sedragoh, quienes en todo momento nos informan cómo debe realizarse el cuidado del maguey para que pueda rendir los frutos que esperamos”, subrayó.
Finalmente Mendoza Guerrero, subsecretario de la Sedagroh, añadió que la meta para el cierre de la actual administración estatal es recuperar en al menos mil productores del campo hidalguense el gusto por el cultivo del agave.
“Tenemos una ley que nos permite poder trabajar de forma coordinada entre todos los niveles de gobierno, los productores y los trabajadores del campo, ahora es momento que la sociedad hidalguense participe en la preservación y conservación de la planta, no sólo para nosotros, sino para quienes tendrán la responsabilidad de sacar adelante del país y del estado en unos años”, concluyó.