¿Puede
ocurrir también en Texas?
La
importante decisión del Reino Unido de salir de la Unión Europea ha
envalentonado a un movimiento secesionista que se ha venido gestando desde hace
mucho tiempo en Texas, donde los desencantados residentes del segundo estado
más grande de Estados Unidos afirman que han estado construyendo una coalición
de votantes, esperando finalmente hacer un referendo acerca de la independencia
de Texas.
Los
partidarios del denominado Texit afirman sentirse identificados con sus
hermanos británicos, que sacudieron al mundo el jueves pasado con una votación
a favor de “salir” de 52 por ciento que desafió los pronósticos de muchos
expertos.
“Todo
parece indicar que el pueblo británico ha elegido asumir el control de su
destino político y económico”, señaló Daniel Miller, presidente del Movimiento
Nacionalista de Texas, en una declaración emitida este viernes. “Las fuerzas
del miedo han perdido. Ahora es importante que Texas considere al Brexit como
inspiración y ejemplo de que los texanos también podemos asumir el control de
nuestro destino. Es tiempo de que los texanos se unan a nosotros para luchar
por el derecho a convertirse en una nación autónoma.”
El
Movimiento Nacionalista de Texas se promueve como “el más grande movimiento
independentista de Estados Unidos”, y uno de los más grandes del mundo. Sus
miembros dicen que han estado reuniendo el apoyo de cientos de funcionarios
electos de la legislatura del Estado y que han recolectado firmas de votantes, pidiéndoles
que se comprometa a votar a favor del “sí”.
El
movimiento sufrió un revés en la Convención Republicana de Texas realizada en
mayo, cuando los delegados estatales se negaron a apoyar la idea de un
referendo sobre la secesión, pero el hecho de que hubieran llegado tan lejos
fue una sorpresa para muchas personas que habían descartado el Texit como una
solución impráctica, soñada por un movimiento marginal.
Ahora que
los británicos han votado a favor de su salida de la Unión Europea, los
nacionalistas texanos han adquirido un segundo aire. Este viernes, en las redes
sociales, unos revitalizados independentistas manifestaron su apoyo bajo el
hashtag #Texit, diciendo que es tiempo de tomar en serio la idea. Al igual que
el movimiento Brexit, este movimiento moderno del nacionalismo texano está
impulsado por una mezcla de ideales económicos y políticos, entre ellos, un
desagrado conservador por un gobierno demasiado poderoso y actitudes
polarizantes con respecto a las políticas de inmigración. La base de ambos
movimientos es la idea de que las grandes uniones ya no sirven a las
necesidades de sus estados miembros.
El asunto
de Texas ha salido a la superficie de tiempo en tiempo desde la Guerra Civil,
debido en parte a la historia tan característica de ese estado. Texas declaró
su independencia de México en 1836 y fue un país soberano durante una década antes
de ser anexado a Estados Unidos.
Sin
embargo, a pesar de la creencia popular de que la constitución actual de Texas
otorga a ese estado el derecho a separarse de Estados Unidos si lo desea, la
Suprema Corte ha dicho lo contrario, declarando en 1869 que los estados no
pueden separarse unilateralmente de la Unión, como se señala en el diario Texas
Tribune.
No
obstante, ese mismo organismo informativo reconoció en abril que el debate
sobre la secesión “se está volviendo bastante real”, mientras que el Movimiento
Nacionalista de Texas señala que no existe ninguna ley real que prohíba
expresamente la secesión. Como lo demostraron el jueves nuestros amigos del
otro lado del charco, cualquier cosa es posible.
Christopher
Zara cubre las fuentes de medios de comunicación y cultura. ¿Algún consejo
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Este artículo apareció originalmente en el International Business Times.
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Publicado en colaboración con Newsweek / Published in colaboration with Newsweek