El director de
teatro de origen esloveno, Tomaz Pandur, murió ayer a los 53 años en Macedonia a causa de un infarto,
durante el ensayo de la que sería su próxima puesta en escena “El Rey Lear” en
el Teatro Nacional de Skopie.
En una nota
publicada por el diario El País, se dice que el director esloveno realizó la
adaptación de la obra de Shakespeare junto con su hermana Livia, quien ante la repentina muerte de Pandur se mostró consternada y
sin poder hablar.
Los hermanos,
Livia y Tomaz, estuvieron marcados por los conflictos bélicos de su país, que
para ellos siempre sería Yugoslavia y donde las cosas cambiaron de un día para
otro. El director teatral solía decir que él era de donde trabajaba, y llegó a
ser de muchos países alrededor del mundo.
El teatro de
Pandur tenía numerosas influencias que podían ir desde el surrealismo hasta los
libros tibetanos, pasando por la mitología griega y Antonin Artaud, pero hasta
al final, aseguró que su mayor influencia había sido la pérdida de su
país y lo describía como “teatro del tercer milenio”.
En 2015, Pandur
se presentó en la edición XLIII del Festival Internacional Cervantino, en
Guanajuato, con su muy particular versión del Fausto de Goethe. En dicha
ocasión el público quedó sorprendido con el montaje. En palabras de
la crítica teatral Vera Milarka, fue de dimensiones espectaculares en el más
alto nivel tecnológico y estético.
Pandur
se graduó en la Academia de Teatro, Cine y Televisión de la Universidad de
Ljubljana, Eslovenia, en 1988. En 2002 fundó con su hermana Livia, que también
es dramaturga, la compañía internacional PandurTheaters, una organización
internacional de teatro que produce proyectos internacionales en cooperación con teatros, festivales de teatro y otros socios.