¿ALGUIEN HARÍA EL FAVOR DE SALVAR LA INTERNET? ¿Qué tal el
tipo que inventó lo que ahora está arruinándola?
En el corazón de la crisis web se encuentra el software para
bloqueo de publicidad. Tal vez lo tengas en tu teléfono o navegador,
sofocando las fuentes de ingreso que permiten que esta publicación
financie el suave rumor de mi teclado. Los bloqueadores de publicidad
se vuelven populares rápidamente: Global Web Index dice que 40 por
ciento de los usuarios de internet de todo el mundo han instalado algún
tipo de bloqueador, respecto de apenas 28 por ciento a mediados de
2015. Y se espera que la adopción se dispare.
publicidad ha llegado demasiado lejos y violó su acuerdo con los consumidores
a tolerar cierta cantidad de cosas para obtener contenidos
gratuitos. Los anuncios aparecen y se reproducen justo en medio de los
artículos que leemos, atiborran las pantallas de los celulares y consumen
los recursos de cómputo, convirtiendo nuestra experiencia en una
cruza entre esquivar a los voceros de un bazar atiborrado y tratar de
navegar en CompuServe usando un módem de discado. Y mientras, en
segundo plano, la publicidad nos rastrea, recoge nuestros datos y nos
roba la privacidad sin siquiera dar las gracias.
si no estuviera, realmente, hasta la… coronilla. Y a todas luces,
la gran mayoría estamos hasta la… coronilla.
los anuncios, pagan las noticias, videos, medios sociales, búsquedas,
correos, mapas, música y muchísimo más. Nos hemos acostumbrado a
contenidos y servicios gratuitos, y hemos accedido a “pagar” por ellos
soportando publicidad y exponiendo nuestras identidades. Pero si todos
cargamos bloqueadores de publicidad, muchos creadores de contenidos
y servicios se quedarán sin oxígeno y se asfixiarán.
periodismo, los cimientos de la democracia informada pronto se
desgastarán, como el dibujo de los neumáticos de un Chevy Nova
1978 mal alineado. Aunque bien visto, la campaña presidencial
estadounidense basta para demostrar que las palabras “democracia
informada” son un contrasentido.
han escalado. El otro día, el tabloide alemán Bild prohibió que
cualquiera que corra un bloqueador ingrese en su sitio. Algunos sitios
web están implementando software antibloqueador de publicidad, el
cual sólo provocará que los usuarios instalen software antiantibloqueador
de publicidad. E Interactive Advertising Bureau retiró a los ejecutivos de Adblock Plus la invitación que les había
extendido a su próxima cumbre de liderazgo.
La cosa se está poniendo fea.
famoso en los círculos de la internet.
En 1995, cuando trabajaba en Netscape, Eich
creó JavaScript en unos diez días de trabajo
frenético. Hoy, JavaScript hace posibles los
anuncios más irritantes y más invasivos que
todos ansiamos bloquear. Hace dos décadas,
era imposible anticipar lo que iban a hacer
con JavaScript, pero aquel juvenil chispazo de
programación de diez días de Eich amenaza
ahora con paralizar la web.
Mozilla, que nos dio el navegador Firefox y
ayudó a romper el control de Microsoft en
la web (Eich renunció al cargo de CEO de
Mozilla en 2014, después de que lo acosaron
por donar 1000 dólares para respaldar una
propuesta contra el matrimonio gay en California).
Pero lo importante aquí es que, en dos
ocasiones, Eich logró algo que rehizo la web, y
ahora intenta repetir la proeza.
creado para bloquear publicidad. Usa Brave y ningún anuncio
pasará, y el software de los sitios que visites no podrá rastrearte ni saber
nada de lo que haces ni quién eres. Eso sí, advierte Eich, “estamos haciendo
algo más grande. Estamos construyendo una solución diseñada
para evitar la guerra y dar a los usuarios el trato justo que merecen”.
cuales nadie podrá rastrear hasta ti, pero serán lo bastante interesantes
para que puedan clasificarte dentro de público susceptible
de ciertos tipos de publicidad. Luego, Brave insertará los anuncios
de manera que no afecte el rendimiento de las páginas ni divulgue
tus datos personales, y dará a los editores 55 por ciento del ingreso;
quizás hasta 70 por ciento.
por Eich y el exejecutivo de Khan Academy,
Brian Bondy. En noviembre, la empresa
reunió fondos por 2.5 millones de dólares,
incluyendo una pequeña cantidad de John
Taysom, capitalista de riesgo que, mientras
trabajaba hace años para Reuters, hizo un
acuerdo con Yahoo! que la convirtió en pionera
de las noticias en la web. Sin embargo,
igual que Firefox, el navegador Brave es una
fuente abierta, así que cualquiera que sepa de
programación puede revisar el código para
asegurarse de que Brave está haciendo lo que
prometió que haría.
tiene sentido. Un gran obstáculo es hacer
que la gente use un nuevo navegador, pero el
mayor atractivo es la promesa de limpiar la
experiencia web. Y si Brave empieza a ganar
usuarios, los editores podrían contemplar su
futuro lidiando con bloqueadores de publicidad,
y concluirán que Brave es una opción
mejor. “Esperamos que nuestros usuarios formen
un auditorio lo bastante valioso para que
nuestra estrategia de identificación anónima
en el navegador produzca orgánicamente la
publicidad del lado del comprador”, dice Eich.
una idea que mucho se necesita, y hace
hablar a la gente. Google tiene pensado otro
esquema con su proyecto Contributor: un
navegador que bloquea publicidad y da a los
usuarios la opción de donar dinero para ayudar
a financiar a los editores cuya publicidad
están bloqueando. No obstante, en términos
generales, las soluciones que dependen de la
caridad son un tanto endebles. En cualquier
caso, gente como Taysom esperan que Brave y
otros conceptos parecidos “den a los editores
el entusiasmo que hace falta para levantarse y
combatir”, según sus propias palabras.
suficiente importancia para vender su
tecnología a otros fabricantes de navegadores,
los cuales crearían una masa crítica de usuarios
y generarían un cambio real en la forma
como opera la publicidad web. En algún momento,
podríamos tener una experiencia de
internet más rápida y suave, y que además no
comprometa nuestra privacidad.
paguen por todas las cosas que tenemos
en la web, igual que nos gusta que paguen
para que podamos mirar el Súper Bowl.
Sólo necesitamos un arreglo donde no haya
que matar la gansa, cocinar el huevo y dejar la
democracia colgando de un hilo.
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