Conforme
aumentan la urbanización, el crecimiento demográfico y la destrucción rampante
del mundo natural, los seres humanos se han aislado cada vez más de la
naturaleza, y a un costo significativo.
Pasar
tiempo en la naturaleza es bueno tanto para el cuerpo como para la mente, con
beneficios de salud que incluyen síntomas reducidos de depresión y menor
presión sanguínea. Viene a resultar que los beneficios de la exposición a la
naturaleza no se quedan en los individuos, también se extienden a comunidades y
sociedades enteras.
Un
estudio publicado recientemente en la revista BioScience halla que el contacto con la naturaleza está asociado
con comunidades más fuertes y menores índices delictivos.
Para
el estudio, los investigadores midieron las relaciones entre valoraciones
individuales y comunitarias de exposición a la naturaleza, la cohesión
comunitaria y los índices delictivos. Le preguntaron a un grupo de 2,000
participantes de varias comunidades que reportaran su acceso a la naturaleza,
la cantidad de tiempo pasado en la naturaleza y cuánta naturaleza pueden ver
desde sus hogares. Estas respuestas luego se juntaron para elaborar una
medición de la exposición de la comunidad a la naturaleza.
Los
resultados fueron sorprendentes: el contacto con la naturaleza parecía tener un
efecto significativo en promover los lazos comunitarios y reducir la violencia.
Al
controlar otros factores como la privación socioeconómica, la densidad
poblacional y el desempleo, la exposición a la naturaleza representó un 8 por
ciento completo de variación en la cohesión comunitaria, lo cual significa que
la gente se sentía más cercana a sus comunidades. Para poner eso en
perspectiva, factores individuales como la edad, el ingreso y el género juntos
representaron solo 3 por ciento de la variación.
La
exposición a la naturaleza también se vinculó a una reducción del crimen. El
análisis reveló que la cantidad de espacios verdes accesibles o tierras de
labranza en una comunidad representaban 4 por ciento de la variabilidad en los
índices delictivos, haciendo de la exposición a la naturaleza casi un factor
tan grande del delito como la privación socioeconómica, la cual representa 5
por ciento de la variabilidad en los índices delictivos.
¿Qué
explica estos efectos notables? “Podría ser que el espacio verde motiva a la
gente a unirse y apoyar a su comunidad de maneras que desalientan el crimen
local”, dijo la Dra. Netta Weinstein, psicóloga de la Universidad Cardiff y una
de las autoras del estudio, a The
Huffington Post vía correo electrónico.
Alternativamente,
podría tener algo que ver con los beneficios psicológicos de la exposición a la
naturaleza, los cuales incluyen menores niveles de estrés, reducción en la
depresión y ansiedad, e incluso poner al cerebro en un estado de meditación. Si
los individuos gozan de una mejor salud física y psicológica como resultado de
pasar tiempo en la naturaleza, podrían tener más posibilidades de sentirse
conectados con su comunidad y menos posibilidades de cometer crímenes.
Con
el aumento en la urbanización y la destrucción medioambiental relacionada con
el cambio climático, más gente se está alejando del mundo natural. Aun cuando
se necesita investigar más para confirmar los hallazgos, estos sugieren que
mejorar el acceso a la naturaleza —por ejemplo, mediante iniciativas de
planeación urbana para crear más espacios verdes en las ciudades— podría
reducir los índices delictivos.
“Es
importante que la gente tenga espacios naturales a su disposición”, dijo
Weinstein. “En investigaciones futuras, necesitaremos examinar el alcance en
que la biodiversidad y las áreas silvestres, aquellas que contienen una mayor
diversidad de especies y son más vulnerables al cambio climático, contribuyen a
una variación adicional de estos resultados”.
Este artículo apareció originalmente en The Huffington Post y es reproducido aquí como parte de la colaboración Climate Desk.